A menos de dos horas en coche desde Huelva, cruzando la frontera por la costa, se esconde un paisaje que parece sacado del Mediterráneo más salvaje y fotogénico. Se trata de la Praia da Marinha, en el Algarve portugués, considerada una de las playas más bonitas de Europa y apodada por muchos viajeros como «la Cerdeña portuguesa», por su similitud paisajística a la isla italiana de Cerdeña. Esta playa y por lo general las que forman parte del Algarve, destacan por sus acantilados dorados, aguas turquesas y formaciones rocosas imposibles.
Un rincón que, aunque forma parte del conocido litoral sur de Portugal, todavía conserva una atmósfera tranquila, casi secreta, que lo hace ideal para una escapada natural desde Andalucía occidental.
Una de las playas más bonitas de Portugal
La postal más icónica de la Praia da Marinha es su arco natural doble, una escultura tallada por el mar y el viento que ha sido rebautizada por los locales como «el corazón del Algarve», ya que desde el ángulo correcto, sus cavidades rocosas dibujan la forma de un corazón sobre el océano.
Junto a este emblema, se extiende una playa encajada entre acantilados de piedra caliza, con aguas cristalinas que van del verde al azul intenso y donde el snorkel se convierte en una experiencia inolvidable.
«El corazón del Algarve»
Además de su belleza visual, el entorno ofrece senderos panorámicos por la cima de los acantilados, ideales para caminar al atardecer y descubrir pequeñas calas escondidas. Una joya natural que, por su proximidad, sugiere una escapada perfecta para quienes buscan el exotismo del Mediterráneo sin salir de la Península
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