Andalucía rechaza frontalmente la quita de la deuda que va a aprobar Sánchez este martes para beneficiar a Cataluña
El Gobierno andaluz pide la reforma de la financiación autonómica y no la condonación que al final paga el Estado
María Jesús Montero, del 'no es no' a la condonación de la deuda a Andalucía en 2018 a la «generosidad» de Sánchez
La Junta apunta a la «trampa» de la condonación: «Todos los españoles vamos a pagar esa deuda catalana»

En la época del relato y sus batallas, el principal ariete ya no es hacer, sino convencer. Los gobernantes reducen los matices para volver al blanco y negro, y dividir entre buenos y malos, víctimas y verdugos, aliados y enemigos. Este martes, el Consejo de Ministros del Gobierno de España, a instancias de la ministra de Hacienda y Economía, María Jesús Montero, aprobará la condonación de la deuda a las comunidades autónomas. Una quita por un valor cercano a los 85.000 millones que asumirá el Estado, y que deberá ser ratificada en el Congreso de los Diputados.
En Andalucía, el 'perdón' será de 18.000 millones de euros, la que más (y la que más población tiene) seguida muy de cerca por Cataluña (17.000). Por ello, Montero, candidata a las futuras elecciones en la región, señala que Juanma Moreno «no tiene excusas» y pide que se acoja a esa condonación de la deuda, tan beneficiosa para los intereses de la Comunidad. Desde Moncloa quieren fracturar la unidad del PP provocando la división entre el presidente Alberto Núñez Feijóo y sus barones territoriales, colocando al propio Moreno entre la espada y la pared: si acepta la oferta del Gobierno, desactivan sus ataques por los continuos agravios con respecto a Cataluña; si la rechaza, perjudica a su propia Comunidad porque ¿quién no va a querer que le quiten una deuda?
Pero desde la Junta ya han tomado la decisión: rechazarán esta conmutación porque no es más que una «trampa», «una amnistía fiscal» para satisfacer las exigencias de sus socios. Ahora hay que explicar por qué, hacer pedagogía, y en ello anda el Ejecutivo regional.
Los populares repelen esta maniobra sobre todo por cuatro razones: es una acción pactada bilateralmente con ERC para la investidura de Illa; no supone ningún dinero extra para invertir en las necesidades de los ciudadanos; la deuda no se quita, se 'mutualiza' y la tendrán que pagar todos los españoles menos Cataluña, que contará con una 'financiación singular'; y no responde al principal problema de la Comunidad andaluza, que es la infrafinanciación con respecto al resto de territorios.
Los motivos del rechazo
Este 'indulto' es una demanda de los independentistas catalanes en el acuerdo de investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Por ello, fue la propia Esquerra Republicana (su presidente, Oriol Junqueras) quien anunció esta acción, antes incluso que el Gobierno de la Nación. Y los populares recelan de que una petición de los soberanistas pueda ser beneficiosa para el resto de un Estado al que rechazan. «Hemos ido más allá de lo que estaba previsto. Estamos satisfechos, pero queremos más», amenazaba entonces, en febrero, el mismo Junqueras.
Cataluña es la comunidad más endeudada, especialmente por el despilfarro que conllevó su mala gestión con la puntilla del 'procés' y se libera de este compromiso de pago de un plumazo.
Esta quita de 18.000 millones de euros no supone ningún dinero extra para Andalucía, «no es un cheque» para invertir en Sanidad, Educación, en Vivienda o en la Ley de Dependencia. A lo sumo, se ahorrará de pagar los intereses que se generan.
En San Telmo advierten de la gran trampa que han fraguado PSOE y ERC. Esta deuda no desaparece, sino que se 'mutualiza'. La asume el Estado, y por tanto serán los españoles, incluyendo a los andaluces, quienes deberán abonarla. Todos, menos Cataluña, que por otra vía negocia la financiación singular con el Ministerio de Hacienda para recaudar el 100% de los impuestos. Tampoco ni País Vasco ni Navarra, con concierto propio.
Por último, el Gobierno regional encuentra aquí una maniobra de distracción para privar, para negar a Andalucía su gran reclamación desde hace más de una década. Desde que la propia María Jesús Montero era consejera y denunciaba esa 'infrafinanciación' que históricamente lastra a la Comunidad. Andalucía pierde 1.528 millones de euros cada año. Son 3.208 euros por habitante, 182 menos que la media y 869 menos que Cantabria, por lo que se exige una distribución equitativa con un nuevo sistema de financiación autonómica. Una circunstancia cada vez más compleja al avanzar el Gobierno en reuniones bilaterales con territorios en lugar de apostar por una negociación conjunta.
Críticas de PSOE e IU
Los argumentos de la Junta recibían el rechazo frontal de los representantes del Gobierno de España en la Comunidad: el PSOE-A e IU. El socialista Fernando López Gil tachó de «infantil» la respuesta del PP-A, y le acusó de querer «confrontar» con el Ejecutivo central «por interés electoral».
«La condonación de deuda» es una «magnífica noticia». «Cualquier ciudadano sabe que si le quitan parte de lo que él debe de su hipoteca o de cualquier préstamo personal, sabe que tiene más liquidez para hacer cosas». Aseguró que «María Jesús Montero, como ministra de Hacienda, no va a permitir nunca que se le dé algo a otra comunidad que no se le dé también a Andalucía».
A su vez, el coordinador general de IU Andalucía y diputado en el Congreso, Toni Valero, consideró que el presidente andaluz, Juanma Moreno, «tiene la obligación de aceptar esa quita de deuda para favorecer a los andaluces y a las andaluzas y no hacer de correa de transmisión de Génova« y exigió a la Junta »un giro de 180 grados, que abandone la confrontación y se ponga de parte de los intereses «de Andalucía», que «no es la sucursal del PP de Madrid».
La batalla del relato: un salvaje escenario entre argumentos, acusaciones y medias verdades que pretende ganar el que más grita. Porque con ruido siempre es más difícil escuchar.