Juicio por el atropello mortal en Gibraleón: ¿sufría un trastorno mental el acusado cuando embistió a ocho personas?
El estado mental del procesado es la principal cuestión sobre la que tendrán que deliberar los miembros del jurado a partir de este lunes, que arrancan las sesiones
El acusado del atropello mortal de Gibraleón: «Siempre he hecho lo que me ha dado la gana»


Huelva
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Iniciar sesiónLa Audiencia Provincial de Huelva acoge desde este lunes las sesiones del juicio por el atropello mortal ocurrido en 2022 y que dejó un hombre muerto y varios heridos. La Fiscalía solicita una pena de 35 años de cárcel y 15 de libertad vigilada para Miguel Ángel D. M., de 40 años, por un delito de asesinato con alevosía y otros siete en grado de tentativa. El 9 de octubre de hace tres años, el acusado cogió su coche y de manera decidida embistió la terraza de dos bares de la localidad onubense, arrollando a ocho personas.
Este lunes se constituye el jurado popular y estaba previsto inicialmente que pudiera prestar declaración el procesado. Si bien, fuentes jurídicas consultadas por Huelva24 confirman que podría haber cambios en la programación de las sesiones porque las partes estaban ultimando algunas modificaciones en los testigos que van a ser llamados a declarar. Inicialmente el juicio se ha señalado para tres días.
En este caso, la principal cuestión sobre la que tendrán que deliberar los miembros del jurado es sobre el estado mental del acusado, ya que no se cuestiona la autoría de los hechos. Así, su defensa solicita una eximente completa por trastorno mental y que Miguel Ángel D. M. sea ingresado en un hospital psiquiátrico.
A la unidad de Psiquiatría del hospital Juan Ramón Jiménez fue enviado el mismo día que ocurrieron los hechos y fue detenido. En el escrito de acusación del Ministerio Público, el fiscal detalla que ingresó de forma involuntaria, «por sospecha de clínica psicótica recibiendo el alta para su puesta a disposición judicial con diagnóstico de psicosis paranoide asociado a dependencia activa a cocaína«. El 13 de octubre fue enviado a prisión provisional donde continúa a día de hoy.
En este sentido, la Fiscalía sí reconoce que existe cierta alteración psíquica por consumo habitual de cocaína que podría considerarse una circunstancia atenuante en la pena final, pero en ningún caso una eximente como reclama la defensa.
Trastorno antisocial y consumo de cocaína
Por su parte, la acusación particular que defiende los intereses de la familia del fallecido y de algunos de los heridos y que ejerce el abogado José Luis Orta, niega que exista una componente mental que influyera en la conducta del acusado. En fase de instrucción, una forense que analizó a Miguel Ángel D. M. determinó en su informe que esta persona reúne las condiciones para ser diagnosticada de un trastorno antisocial de la personalidad, pero que ese trastorno no afectó a sus capacidad cognitivas ni volitivas cuando ejecutó los hechos.
Según recoge el escrito del Ministerio Fiscal, sobre las 14.30 horas del 9 de octubre de 2022, el acusado conducía su vehículo cuando en la avenida de Andalucía, a la altura de la iglesia de San Juan de Gibraleón, «se percató de que en una de las terrazas las mesas estaban llenas de gente que comían despreocupados y alegres».
La defensa solicita una eximente completa y que el procesado sea ingresado en un centro psiquiátrico. A día de hoy, permanece en prisión
De este modo, «sin otro motivo que el de quitar la vida a los comensales que allí se encontraban, el investigado encaró cuidadosamente su vehículo hacia un rebaje del acerado que le permitía el acceso a la terraza y gritando os tengo que matar a todos aceleró el coche, súbita y bruscamente, embistiendo contra cuantas personas, mesas, sombrillas y mobiliario encontró a su paso, de forma tan rápida e inesperada que sus ocupantes no tuvieron la más mínima oportunidad de evitar la colisión y fueron atropellados«, detalla en su escrito el fiscal.
El acusado intentó volver a pasar por encima de la misma terraza, pero una de las personas que se encontraba allí, llamó su atención para que se dirigiera contra él. Este testigo consiguió finalmente escabullirse entre dos coches y que el conductor siguiera hacia delante, abandonando la zona donde yacían en el suelo los heridos.
«A continuación, condujo por la avenida Pío XII hasta alcanzar la avenida Palo Dulce», prosigue su relato de los hechos, el Ministerio Fiscal. A la altura del número 54, frenó bruscamente «y dirigió el coche marcha atrás, como si estuviera haciendo la maniobra de estacionamiento al lado de la terraza, sin embargo, viendo a jóvenes que ocupaban sus mesas despreocupados y alegres, les gritó ¿de que os reís?, ¿ahora os vais a reír con razón?». Así se dirigió contra las mesas y acabó empotrando a dos chicos contra la pared. Tras esta secuencia terrorífica, Miguel Ángel D. M. abandonó la zona a gran velocidad repitiendo los gritos «ahora os reís con razón».
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