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El pueblo más pequeño de Portugal está justo al lado de Huelva y es conocido por su jamón ibérico, su patrimonio y su encanto único

A pesar de su reducido tamaño y su población modesta, este enclave fronterizo despierta cada vez más interés entre quienes buscan destinos tranquilos y con identidad propia

El rincón paradisíaco de Portugal que ha triunfado este verano en redes sociales: un lugar de ensueño que se encuentra al lado de Huelva

Barrancos (Portugal) viajar
Silvia Mateo

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Barrancos, un pequeño municipio enclavado en el extremo oriental del Alentejo, se ha situado recientemente bajo los focos después de que la revista VIAJAR lo distinguiera en uno de sus reportajes como «el pueblo más pequeño de Portugal». A pesar de su reducido tamaño y su población modesta, este enclave fronterizo despierta cada vez más interés entre quienes buscan destinos tranquilos y con identidad propia.

Esnte enclave, muy cerca a la frontera con Huelva, representa un cruce histórico y cultural entre ambos países. Su caserío de fachadas encaladas, calles apacibles y ritmo sereno ofrece una imagen fiel de la esencia rural del Alentejo, una región que ha sabido preservar su autenticidad frente al turismo masivo.

Un pueblo con un gran pasado fronterizo

El municipio guarda vestigios de un pasado marcado por su ubicación estratégica. A pocos kilómetros del centro se alza el Castillo de Noudar, una fortaleza medieval que dominó durante siglos este corredor fronterizo. Sus murallas, hoy en silencio, recuerdan las tensiones y alianzas que se tejieron entre Portugal y los reinos españoles.

Barrancos conserva, además, una arquitectura tradicional muy característica: casas bajas, tejados de teja roja y ese estilo sosegado que define a los pueblos del Alentejo. A ello se suma una seña de identidad única debido a su dialiecto propio, el barranqueño, que mezcla palabras y rasgos del español y el portugués, fruto de generaciones de convivencia entre comunidades de ambos lados de la frontera.

El hogar de un jamón que es orgullo nacional

Si algo ha traspasado fronteras desde Barrancos es su prestigioso jamón ibérico, elaborado según métodos tradicionales y con una curación favorecida por el clima seco de la región. El llamado Presunto de Barrancos cuenta con Denominación de Origen Protegida y se considera uno de los grandes tesoros gastronómicos del Alentejo. Según cuenta la revista VIAJAR «Le Guide des Gourmands» (el equivalente a la Guía Michelin para productos gastronómicos) eligió «Casa do Porco Preto» -la marca que comercializa este producto-, como el gran descubrimiento de 2003«, asegura.

Este producto estrella refleja la estrecha relación del municipio con su entorno natural, dehesas amplias, encinas centenarias y un paisaje que define la cría de porcino en la zona.

Un destino perfecto para desconectar

La valoración de VIAJAR, que lo coloca como el pueblo más pequeño del país, ha contribuido a que viajeros curiosos se acerquen a descubrirlo. No obstante, Barrancos sigue siendo un lugar donde se respira calma. Su atractivo reside precisamente en esa mezcla de historia, tradiciones arraigadas, paisaje fronterizo y vida sencilla.

Para quienes buscan una escapada cercana a Andalucía, diferente y auténtica, Barrancos se presenta como una alternativa ideal, un pueblo discreto, pero lleno de carácter, donde cada esquina parece narrar una historia compartida entre dos culturas.

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