Las temidas carabelas portuguesas han regresado a la costa onubense. Varios ejemplares de estas medusas (Physalia physal) altamente tóxicas fueron vistas en la tarde de este lunes en las playas de Mazagón, después de que comenzara a bajar la marea. Concretamente se detectaron en la playa de El Vigía.
Su presencia en estas playas no es muy frecuente, aunque suelen visitarlas todos los años. El pasado mes de marzo aparecieron varios ejemplares entre la playa de Las Dunas y la Torre del Loro, desapareciendo unos días después al cambiar las condiciones de las corrientes.
Se debe evitar tocarlas tanto dentro del agua como en la orilla porque son muy venenosas. Su aspecto es como el de una bolsa de plástico transparente e inflada, con tentáculos de un color azulado; son muy atractivas visualmente y pueden llamar la atención de los niños. Aunque las veamos muertas en la orilla, debemos tener mucho cuidado con ellas, pues las toxinas siguen estando aún activas.
El contacto con ellas puede producir inflamación, quemazón, vómitos, mareos, dificultad respiratoria e incluso en los casos más extremos y con determinados pacientes, paro cardíaco. Las recomendaciones habituales en caso de contacto es no frotarse la herida y lavarla con agua del mar o con vinagre.
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