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El pueblo costero paradisíaco y desconocido de Huelva que tienes que descubrir este verano según la revista Viajar
Un pequeño pueblo marinero que conserva intacta su esencia andaluza y que, para sorpresa de muchos, aún no está masificado
El pueblo de pescadores que está considerado como la 'pequeña Lisboa' y se encuentra a pocos minutos de Huelva
Cuando el calor aprieta en Sevilla, no hay monumento ni sombra que consiga aliviarlo. Por eso, cuando las temperaturas alcanzan cifras imposibles, muchos buscan refugio en la costa. Y aunque Cádiz y Málaga son opciones clásicas, a poco más de una hora y media de la capital hispalense se esconde un auténtico tesoro en la provincia de Huelva: El Rompido, un pequeño pueblo marinero que conserva intacta su esencia andaluza y que, para sorpresa de muchos, aún no está masificado, según la revista Viajar.
Lejos del turismo de masas, con playas limpias y naturaleza intacta, El Rompido se ha convertido en el secreto mejor guardado de la costa occidental andaluza. A tan solo hora y media de Sevilla, es el lugar perfecto para una escapada de fin de semana o incluso para ir y volver en el mismo día. Sin agobios, sin tráfico, sin prisas. Solo mar, brisa y tranquilidad.
Un pueblo blanco entre marismas y el Atlántico
El Rompido pertenece al municipio de Cartaya y se sitúa entre Islantilla y Punta Umbría, en plena desembocadura del río Piedras. Lo que comenzó como una humilde barriada de pescadores es hoy uno de los enclaves más bonitos y tranquilos de la costa onubense. Calles con nombres como Galeón, Fragata o Sirenas recuerdan su pasado marinero, mientras que las casas encaladas, las barcas amarradas al río y la silueta de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen crean una estampa de postal.
Quienes visitan El Rompido no solo lo hacen por sus paisajes. Su oferta gastronómica, centrada en los productos del mar, es otro de sus grandes atractivos. En la marisquerías se pueden probar gambas blancas, coquinas o almejas recién sacadas del mar. El terrazas para disfrutar de una comida relajada con vistas mientras se puede comer un arroz o pescaíto frito. Terrazas al sol, olor a salitre y platos de siempre, una combinación difícil de superar.
Naturaleza, historia y playas salvajes
El Rompido es también un destino con historia. Muy cerca del pueblo se encuentran los restos del Castillo de San Miguel de Arca de Buey, una antigua fortaleza del siglo XVI que fue atacada por piratas holandeses y que hoy permanece como vestigio de un pasado defensivo y costero.
Y como no podía ser de otra forma, el pueblo cuenta con dos faros. El primero, de 13 metros de altura, fue construido en el siglo XIX para guiar a las embarcaciones por la bocana del río. El segundo, mucho más alto, se levantó en los años 70 para ampliar el rango de navegación entre Huelva y Ayamonte. Ambos miran hacia uno de los rincones más mágicos del litoral onubense: La Flecha.
Este sistema dunar de 12 kilómetros, ubicado dentro del Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, es un auténtico paraíso virgen al que solo se puede acceder cruzando el río en barco. Allí se encuentra, entre otras, la playa de Nueva Umbría, considerada una de las mejores playas nudistas oficiales de España, por su carácter salvaje y su aislamiento absoluto.
