Almonte emulará a Punta Umbría y reclamará a Costas por inacción en la playa de Matalascañas
El ayuntamiento plantea presentar un pleito por perjucio económico y daños patrimoniales
Recuerda que existe un proyecto de actuación desde el año 2018 que aún no se ha implementado
La zona azul de Matalascañas se pospone al verano de 2025
La reclamación patrimonial por los daños en El Portil llegará hasta la Audiencia Nacional
El Ayuntamiento de Almonte se está planteando presentar una reclamación patrimonial ante el Ministerio para la Transición Ecológica por su inacción ante la problemática de Matalascañas que, asegura, acaba redundando en Doñana y su conservación.
Así lo ha expuesto esta semana el alcalde de la localidad, Francisco Bella, confirmando que el consistorio se estaría planteando una reclamación al estilo de la que ya ha interpuesto el Ayuntamiento de Punta Umbría, en su caso por los daños continuados a los que se enfrenta la playa de El Portil sin que se actúe para tratar de evitarlos.
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«Desde hace más de 50 años, desde hace casi 60 que se hizo el espigón Juan Carlos I para dar cobijo al Puerto de Huelva, 300.000 metros cúbicos de arena no pasan hacia el otro lado, y eso acumulado a lo largo de los años ha provocado una serie de perjuicios muy importantes a Matalascañas en concreto, pero en general a Doñana también, y eso es un tema que habría que corregir y que no se corrije«, ha considerado Bella, recordando que existe un estudio del Ministerio desde 2018 «donde se dice claramente que hay que actuar de inmediato y la forma en la que hay que hacerlo, pero no se ha hecho en todo este tiempo«.
Por ello, el consistorio se está planteando la posibilidad de «lanzar un pleito, porque hay un perjuicio de un montón de millones de euros y que no es sólo para la urbanización de Matalascañas, sino a la propia Doñana, como se recoge en el estudio del Ministerio y se reconoce, aunque luego no se haga nada«.
«Existe un diagnóstico ambiental y existe un perjucio económico, que ha afectado a las empresas de la zona y al ayuntamiento, por ejemplo, con la necesidad de reparación del paseo marítimo continuamente», señalaba el alcalde, considerando que «aunque sé que es algo difícil vamos a tener que tirarnos por esa vía».
En este sentido existe ya un precedente, y es la reclamación reclamación patrimonial contra la Dirección General de la Costa y el Mar, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, presentada por el Ayuntamiento de Punta Umbría ante los graves daños en las infraestructuras de la playa de El Portil, donde Costas tampoco viene actuando desde hace años alegando que los problemas del núcleo costero son consecuencia de un fenómeno natural.
En el caso de Punta Umbría, el Ayuntamiento exige al Estado una responsabilidad patrimonial por su inactividad valorada en 2.621.497'59 euros, en base a los daños ocasionados por la erosión y pérdida de arena, los daños estructurales en las pasarelas de madera de acceso a la playa, los daños en el firme y el pavimento de los viarios de acceso a la playa, y los daños en las infraestructuras y servicios de saneamiento y abastecimiento.
Matalascañas, un destino a renovar
Más allá de plantear esta reclamación, el primer edil almonteño reconocía esta semana que pese a que en la actualidad existe -y «hay que agradecer»- una apuesta «por parte de muchos empresarios» para seguir haciendo de Matalascañas un destino de calidad, el mismo está necesitado de «una renovación».
«Es un destino que se programó en los años 60 y que ahora está distorsionado; un destino muy maduro que hay que renovar, por eso la opción que planteamos desde el Ayuntamiento pasa por analizar los 56 kilómetros de playa que tengo, desde la Torre del Loro hasta Sanlúcar, e incluirlos en el esquema del destino».
