El desconocido pueblo mágico de Huelva que recrea su belén viviente en el entorno natural de un barranco
Este bonito Nacimiento de escenas costumbristas sólo se podrá visitar dos días, en horario de tarde-noche, coincidiendo con el Puente de la Inmaculada
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JOSÉ MANUEL BRAZO MENA
En el corazón de la Sierra de Aracena se esconde Puerto Moral, un encantador municipio de apenas 300 habitantes que se extiende alargado en la margen izquierda de la Rivera de San Pedro, en medio de un entorno natural privilegiado. A la entrada del casco urbano, en el área de recreo «Barranco La Madrona», los vecinos escenifican cada año en el Puente de Inmaculada uno de los belenes vivientes más visitados de la provincia.
En este precioso paraje natural, donde se encuentra el jardín botánico Los Nogales y un molino de rodezno, se puede pasear por pequeños puentes de madera sobre el arroyo que discurre entre pozas y cascadas. Cada familia de esta localidad serrana, que pertenece a la red de Pueblos Mágicos de España, se encarga de montar el Nacimiento, que este año solo se podrá visitar los días 6 y 7 de diciembre, en horario de tarde- noche, de 17:30 a 21:00 horas.
Este hermoso belén «con vida», está organizado por el Ayuntamiento en colaboración con el pueblo de Puerto Moral, y son los propios vecinos los que participan como figurantes en las diferentes escenas de estilo costumbrista, además de intervenir en el montaje y la producción de las mismas, con la entrega de enseres necesarios para hacer los decorados. En el mismo acceso del Nacimiento, los visitantes pueden adquirir la entrada aportando un donativo.
Escenas bíblicas y oficios artesanales
Así, en esta décimo cuarta edición, pequeños y mayores de Puerto Moral volverán escenificar el belén a través no sólo con las escenas bíblicas sino también con numerosos retablos costumbristas que representan diferentes oficios artesanales, como hilanderas, panaderos, fruteros, carpinteros, mimbreros, alfareros y zapateros, entre otros, además de contar con distintos animales que darán más encanto a las recreaciones.
Al atardecer, los visitantes podrán disfrutar en el belén panzurraco del juego de las luces con la oscuridad y del calor de las candelas que crean en medio de la escenificación una experiencia sensorial única. Además, se podrá contemplar también la armonía existente entre el ambiente creado en las escenas bíblicas de la época con las costumbres serranas del siglo XIX, singularidad que ha supuesto un enorme aumento del número de visitantes cada año.
Reliquia arquitectónica
Además de esta hermosa recreación navideña, los visitantes que se acerquen al casco urbano de Puerto Moral pueden a una reliquia arquitectónica como es la iglesia de San Pedro y San Pablo, una auténtica joya que responde a la tipología de templo de carácter mudéjar de finales del XV y principios del XVI, con una bella portada principal que se abre a la plaza de la Libertad, uno de los espacios públicos más emblemáticos de la localidad.
Desde lo alto de una ladera, donde se encuentra el nuevo barrio del Rodeo, se divisa la población a vista de pájaro; junto a este lugar, cada primer domingo de abril, se reúnen numerosos tratantes de toda la comarca para participar en la feria de ganado de silla y tiro ,de arraigada tradición e importancia en la zona. Fundada en 1.893 por el alcalde Julián Navarro Flores, la feria ha cobrado un nuevo impulso en la actualidad gracias a la creciente popularidad de las actividades ecuestres en la zona.
Zona de recreo en el pantano
Desde Puerto Moral sale la carretera que conduce a la coronación del pantano de Aracena, a cinco kilómetros de la población, cuyas aguas, ofrecen infinidad de posibilidades al visitante. Es una zona privilegiada preparada para actividades turísticas, que cuenta con un bar-restaurante, merenderos y equipamiento infantil. En su entorno se puede disfrutar de la naturaleza observando las aves acuáticas o paseando por los senderos cercanos.
En la gastronomía de esta ruta otoñal, es uno de los motivos para visitarlo. Entre otras recetas, el viajero encontrará la sabrosa sopa de caldillo, elaborada con asadura y carne de ave aromatizada con hierbabuena, matalaúva, cebolla, ajo, pimiento, y con hueso de jamón, así como el tradicional plato de ajo gañán, elaborado con pan, ajo, patata, bacalao, cebolla y pimiento rojo. Entre los dulces destacan las tortas de manteca, los piñonates y los pestiños enmelados. Toda una paleta de sabores.
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