El precioso pueblo de Huelva donde perderse en otoño para descubrir el sabor de las callejas y los montes
Además de los atractivos urbanos que ofrece el caserío, conjunto histórico-artístico, el visitante podrá disfrutar de una naturaleza rica y variada
El pueblo mágico de Huelva donde puedes escuchar el sonido del agua en cada calle: está rodeado de paisajes y es perfecto para visitar en otoño
El pueblo de Huelva que casi nadie conoce y parece sacado de un cuento: tiene 300 habitantes y se encuentra a más de 600 metros de altura
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Iniciar sesiónUno de los destinos turísticos más interesantes dentro del parque natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche lo constituye Higuera de la Sierra, primer municipio onubense que se encuentra el viajero procedente de Sevilla, circulando por la carretera N- 433, donde además de los atractivos urbanos que ofrece el caserío, declarado conjunto histórico artístico desde 2003, podrá disfrutar de una naturaleza rica y variada atravesando senderos y callejas.
En el punto de partida, el visitante podrá conocer un bello conjunto urbano de calles empedradas y casas que se mantienen fieles al etilo serrano; reliquias de la arquitectura del agua, como las fuentes-lavaderos y monumentos como las ermitas renacentistas del Cristo y San Antonio, destacando en el paseo la majestuosa iglesia de San Sebastián, de estilo barroco sevillano, que alberga lienzos del higuereño Alonso Miguel de Tovar, discípulo de Murillo.
A estas construcciones, se une la de la plaza de toros, un bello coso construido en el año 1888 en el corazón del barrio del Señor, donde comparte protagonismo con la ermita, los históricos lavaderos y la fuente abrevadero del mismo nombre. El inmueble taurino, por su arquitectura popular, ubicación y singularidad, constituye uno de los grandes atractivos patrimoniales de Higuera, por el que han pasado grandes figuras del toreo.
El bello paraje de Las Tobas
No obstante, las excursiones por este enclave onubense, declarado Municipio Ecológico por su preocupación por el Medio Ambiente, constituyen otro de los alicientes del pueblo, que dispone de una amplia red de vías rurales idóneas para la práctica del senderismo. Así, el popular camino de Las Tobas, de 2 kilómetros, que se encuentra en la antigua carretera de la Estación de la Junta, lleva hasta un resalte rocoso con cuevas y oquedades caprichosas.
Se trata de un bonito rincón que se caracteriza por sus formaciones kársticas por las que fluye una pequeña cascada con apacibles aguas procedentes de las huertas, más abundantes en invierno, donde se ubica una imagen de la Virgen de Lourdes, presidiendo la entrada de una cueva. La belleza de este paisaje serrano ha hecho que sea una de las zonas más visitadas del pueblo, con las panorámicas más espectaculares de la serranía.
En este magnífico entorno, donde se pueden ver viejos abrevaderos para el ganado, piaras de cerdos en montanera y algunas yeguadas pastando, se levanta el complejo rural Las Tobas, con tres viviendas perfectamente equipadas, con nombres de especies de aves que habitan en la sierra (Pico-Picapino, Verdecillo y Arrendajo), desde cuyas ventanas y portales el visitante disfrutará de unas vistas únicas al parque natural, entre olores de romeros, jaras y encinas.
La calleja de La Umbría-Puerto Moral
Otra de las rutas que parte del casco urbano de Higuera, desde la calle Resolana, conduce al excursionista en un primer tramo de 4 kilómetros hasta la aldea de La Umbría, en el término municipal de Aracena. Desde el puerto de La Umbría (740 m.) se puede ver el embalse de Aracena, la sierra de Tentudía, sobre la que se asienta el monasterio de Santa María en tierras extremeñas, las escombreras de la mina de Cala, y la sierra de Viso en Santa Olalla.
Una vez atravesada La Umbría, por la calle de la Iglesia, se sale del caserío por la calle Cantarranas, hacia el norte. Un camino de unos 4 kilómetros lleva hasta la carretera de acceso a Puerto Moral, donde se encuentra el final del sendero. Entre la carretera H-3102 y el arroyo Rivera de San Pedro, se encuentra el área recreativa de La Madrona, con zona de merendero, aparcamiento, molino harinero de rodezno y el jardín botánico «Los Nogales».
Planisferio celeste
Sin embargo, el ascenso a la Sierra de Santa Bárbara, con más de 842 metros de altitud será una de las actividades más sugerentes, tanto por las sensaciones que proporciona la subida del camino con dificultad alta, como por los paisajes que se divisan desde la cima, donde sobre las ruinas de una ermita inconclusa, conocida como El Monumento, se ha construido un puesto del Infoca para la detección de incendios forestales.
Así, el excursionista que pretende ascender a la Sierra de Santa Bárbara, se encontrará con una ruta circular de 2,8 Kms, de dificultad media, con subidas tanto desde la calleja del Infierno(NE) como desde el camino de La Umbría(NO). Junto a la vieja ermita se han instalado bancos con respaldares adaptados para la observación del cielo nocturno y un panel con información astronómica que constituyen un privilegiado mirador de estrellas y constelaciones.
Otros caminos de interés son el del Fresnal son el del Fresnal, que sale desde la Cruz de la Vega y atraviesa olivares y dehesas para llegar a las Balsas, sendero que conduce hasta la vecina localidad de Zufre; o bien la ruta del Casero, que se inicia en la calleja del Valle, para dirigirse por un camino adehesado de 2 kms hasta algunos cortijos, desde los que se divisa una agreste panorámica de la sierra, en la vertiente de la Rivera de Huelva, con abundante fauna autóctona.
Sendero de Las Cascadas
Uno de los últimos senderos homologados en el municipio higuereño es el de «Las Cascadas» (SL-A 369), un recorrido circular de unos 4 kilómetros que tiene su punto de partida en la zona sur, bordeando por el campo de fútbol todo el pueblo en dirección sureste.
Una vez que el camino se adentra en la zona de eucaliptos comienzan a divisarse tres cascadas alimentadas por el barranco de «El Charcón», la última la de mayor altura.
Gastronomía higuereña
En cuanto a la gastronomía, la localidad cuenta con una industria chacinera, cuyos productos, chorizos, salchichones y morcillas, aliñados manualmente por las «mondongueras», constituyen la base de la comida higuereña, y en algunas ocasiones, forman parte del relleno de la clásica empanada.
Sin olvidar los jamones ibéricos y productos derivados del cerdo de bellota que comercializan los secaderos locales de «Oro Viejo», «Jamones Paulino» y «Gran Paladar».
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