El exfutbolista del Recreativo José Naranjo recuerda cómo fue su salida: «Era el momento de irme y ver mundo y no le guardo rencor a nadie»
«Estoy en paz. Jugué en Primera División, viví del fútbol, viajé, conocí culturas… eso ya es mucho más de lo que soñaba de niño en Rociana», recalca
«Dejar el fútbol fue una decisión meditada. Sentí que había cerrado una etapa. No descarto nada, pero ahora mismo estoy centrado en lo que viene», dice
José Naranjo se desvinculó del Ibiza en el mercado invernal de la pasada temporada y, pese a contar con sólo 30 años de edad, no encontró equipo para la segunda vuelta liguera ni tampoco para la presente campaña. Una decisión personal y "muy meditada" la de abandonar, aún no se sabe si de manera definitiva o temporal, el mundo del fútbol que tanto le ha dado y que ha sido buena parte de su vida.
El delantero nacido en Rociana del Condado comenzó a jugar muy joven y a despuntar en la cantera del Recreativo de Huelva. Después se labró un buen currículum durante los diez años que estuvo jugando por España y hasta en tres países extranjeros. En esta entrevista recuerda su salida del Decano y también habla de los clubes que más le han marcado en su carrera deportiva.
-¿Le ha cambiado mucho la vida ser padre?
-Muchísimo. Te cambia la forma de ver todo. Ya no piensas solo en ti. Quieres dejarle a tu hijo un ejemplo, un legado, algo más allá del dinero. Ser padre te centra y te da un motivo real para hacer las cosas bien.
-¿Qué queda del José Naranjo que arrancó dándole patadas a un balón en Rociana y en la cantera del Recre?
-Sigue siendo el mismo. Con más canas (ríe), pero con la misma ilusión. No olvido de dónde vengo ni lo que me ha traído hasta aquí. El fútbol me lo dio todo, y lo llevo dentro.
-¿Es dura la vida del futbolista? ¿Cree que a veces son injustas las críticas de las aficiones y los periodistas?
-Sí, es dura. Desde fuera parece todo bonito, pero hay mucha presión y muchos altibajos. Las críticas son parte del juego, aunque a veces se pasan. Somos personas, no máquinas.
-¿Por qué lo ha dejado tan joven? ¿O todavía se plantea volver?
-Fue una decisión meditada. Sentí que había cerrado una etapa. No descarto nada, pero ahora mismo estoy centrado en lo que viene. Hay vida después del fútbol, y quería aprovecharla.
-¿Qué ocurrió hace ya más de 10 años en su salida del Recre? ¿Fue por culpa de Pablo Comas o ya tenía pensado marcharse de aquí?
-Fue un cúmulo de cosas. Tenía ganas de probar fuera, de crecer. No guardo rencor a nadie. Era el momento de salir y ver mundo. Al final, todo pasa por algo.
-¿Dónde se ha sentido más querido como futbolista?
-Diría que en Tarragona, sin duda. Fue una etapa muy especial. También guardo un gran recuerdo del primer año en Ponferrada, donde la gente me trató de maravilla. Y en Polonia… ganar la liga y sentir el cariño de toda una ciudad fue algo increíble, una experiencia que nunca voy a olvidar.
-¿Piensa que pudo haber llegado a más o está satisfecho de su currículum?
-Siempre te queda la sensación de que podrías haber hecho algo más, pero estoy en paz. Jugué en Primera, viví del fútbol, viajé, conocí culturas… eso ya es mucho más de lo que soñaba de niño en Rociana.
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