En lo que llevamos de año se han cometido 41 feminicidos oficiales, dos no oficiales, cinco infantiles, y tantos otros casos que cuentan en las estadísticas oficiales, por distintos motivos. Además, en este año marcado por la pandemia, las llamadas al 016 han aumentado más de un 50% y el uso del servicio online en más de un 100%. Se han realizado más de 4.000 detenciones por violencia machista en las primeras semanas del confinamiento y todo esto sin contar el número de agresiones sexuales y violaciones. Estos datos son los de España, a nivel mundial los datos son devastadores, además de aterradores.
¿Pero qué importamos nosotras? Qué más da que los medios de comunicación nos dejen a un lado en este día, que para nosotras es tan triste y reivindicativo. Nada importa, porque se ha muerto un 'DIOS'. Él debe ocupar todas las portadas, todos los titulares. ¡Paren las rotativas y salgan a llorar esta gran perdida para el mundo! ¿Qué va a ser del mundo sin él? Desde hoy y para el resto de la historia, el 25 de noviembre se ha convertido en ese día tan señalado, en el que tenemos que parar el mundo y hacer una fiesta de guardar, al nivel del Domingo de Resurrección.
Todo esto nos provoca dolor y rabia, porque una vez más se nos invisibiliza frente a un solo hombre, que parece ser más importante que la realidad que día a día sufren tantas mujeres y niñas en el mundo.
Solo me queda decir que me avergüenza la sociedad en la que vivimos.
Cristina Velasco Gómez
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