Juan Manuel Pavón, el técnico del San Roque de Lepe, apuntaba tras la derrota de su equipo por 1-0 en su visita a El Palo que «lo principal de este encuentro era adaptarse al terreno de juego, un campo de dimensiones pequeñas y en un césped artificial que se encontraba mal. Era un partido en el que sabíamos que iba a haber pocas ocasiones que el que se adelantara en el marcador tendría ya muchas posibilidades de ganar y así ha sucedido».
En su valoración del encuentro, el preparador aurinegro explicaba que «en el primer tiempo supimos adaptarnos e intentamos jugar más en el campo contrario que en el nuestro. La ocasión más clara fue la de Jesús Rueda a la altura del punto de penalti y la de Carlos Becken. En el primer tiempo hicimos lo que trabajamos durante las semanas, estuvimos sólidos atrás y controlando las segundas jugadas, y ellos el único peligro que creaban era con el balón parado. Y en el segundo tiempo tuvimos la falta de Sergio García y otra de Mizzian y Abreu y ellas tuvieron dos ocasiones también, una de ellas la del gol en una jugada desgraciada para nosotros«.
Pese a marchar penúltimos en la tabla del grupo IV de la Segunda RFEF y tener la salvación a cinco puntos de distancia, Pavón se mostraba optimista: «Este año parece que nos ha mirado un tuerto y hay que levantarse. El equipo compite y tiene hambre y ganas de sacar esto adelante. Ahora mismo estamos jodidos pero este parón nos va a venir bien y tenemos que ponernos las pilas. Nos queda un partido en casa para cerrar la primera vuelta y será fundamental ganarlo para acercarnos a la zona de salvación. Estoy convencido de que lo conseguiremos«.
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