PRESENTACIÓN LITERARIA
‘Boris Izaguirre’, ‘Jesulín’ y ‘El Risitas’, padrinos de risa para ‘7: La odisea de los títeres’
13.37 h. La novela encadenada de Pábilo Editorial se presentó en sociedad con un evento inusual, lleno de sorpresas y muy divertido, un reflejo de lo que pueden encontrar los lectores en una obra que sueña con beneficiar mucho con lo que genere a Aspromín.


No hay mejor carta de presentación para un libro que dar a entender a los posibles lectores que está prácticamente asegurada la diversión al leerlo. Y eso es lo que ocurrió en el encuentro entre los 30 autores de ‘7: La odisea de los títeres’ y los interesados en este pionero experimento literario en la puesta de largo de este viernes en el centro cultural de la Caja Rural del Sur.
En un ambiente distendido y agradable, las risas fueron el mensaje más inteligente que circuló por la sala. En gran parte, por culpa de los padrinos de lujo, o más de bien de chiste, que tuvo la original obra. Las grandes relaciones, a todos los niveles, de Federico Pérez, responsable de Pábilo Editorial e ideólogo de la novela encadenada, posibilitó que ofrecieran una alocada e hilarante visión de la obra personajes como Boris Izaguirre, Jesulín de Ubrique y El Risitas.

Con sus particulares estilos alabaron la calidad literaria atesorada en la novela, contaron chascarrillos de los autores, hallaron semejanzas entre el mundo del toro y el literario o acabaron encadenando chistes para hacer más generalizada aún la carcajada. Nadie dudó de la autenticidad de esas voces, cortesía de Mawy, un imitador de categoría.

Estos minutos fueron los finales de una presentación conducida por Federico Pérez desde el atril, que con su talante antiformalidad hizo muy ameno un evento inusual. Le acompañaron en torno a una mesa Matías Rodríguez, presidente de Aspromín, dos de las autoras, Lucía Vallellano y María Laso, y a la otra mitad directora de Pábilo Joaquín Cabanillas, coordinador y gran sufridor de la obra.
Hasta ahí llegó la normalidad de lo esperado en cualquier presentación literaria. Pero estamos hablando de Pábilo Editorial, los responsables de convencer a 15 autores y 15 autoras de escribir por turnos una novela sin saber nada de su argumento hasta que les llegara a cada uno el turno de darle continuidad a la historia. Es por ello que todo fue un espejismo.
En torno a esa mesa subió la gran mayoría de los 30 autores que encadenadamente ha dado forma a esta novela pionera y posaron elevando un ‘siete’ (porque siete significa siempre), símbolo de una aventura que ha multiplicado la inversión de buena energía puesta por cada uno de ellos, una edición limitada porque la editorial agotó todos los ‘7’ que había en los bazares chinos de Huelva.

Las sorpresas también fueron pasando por el atril en las voces de varios de los compañeros que con gracia y emoción ensalzaron a Joaquín Cabanillas, nexo imprescindible de este desafío cumplido. Estuvo cómico su hermano Fermín, Juan F. Caballero convirtió el ‘7’ en un ’10’ para él y también piropearon el lado profesional y personal de quien, de momento, reniega de una segunda parte, Raquel Rendón, Edu Siles y Víctor Pineda. También hubo un aplauso generalizado para la fotógrafa Sonia Hermosín, quien ha conseguido sacar a la superficie de sus rostros los perfiles más personales de los autores.
Del libro se habló de su novedoso proceso, destacándose varias veces el gran nivel literario e imaginativo de los participantes, de la importancia de que vaya a destinado a Aspromín, una entidad con 50 años a sus espaldas preocupada por personas con discapacidad. Sin embargo, no se habló apenas de su contenido. Quizás porque hay cosas que hay que comprobar por uno mismo y no hay mejor gancho que ejemplificar que de un grupo de personas que dieron ese ratito de diversión no puede salir nada malo.
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