6.000 EUROS POR DAÑO MORAL
Confirman la condena de nueve años de cárcel a un hombre que violó a su expareja durante horas
14.08 h. El TSJA desestima el recurso del agresor, condenado por la Audiencia de Huelva por un delito continuado de agresión sexual y alejamiento de la víctima durante 14 años.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Huelva (Sección Tercera) por la que condenó a un hombre, L.C., a nueve años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual, así como a la pena de prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de la víctima - domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro frecuentado- durante 14 años, así como de comunicarse con ella por cualquier medio durante el mismo plazo.
La sentencia confirmada contempla una indemnización a la mujer en concepto de responsabilidad civil en la suma de 5.200 euros por lesiones y secuelas y de 6.000 euros por daño moral, y la medida de libertad vigilada durante cinco años una vez cumplida la condena.
El Alto Tribunal acepta el relato de hechos probados de la sentencia, y desestima el recurso en apelación presentado por la representación legal del acusado.
La sentencia de la Audiencia onubense describe el ataque del que fue objeto la mujer durante una noche completa a manos de L.C., con el que había mantenido una relación sentimental y aunque la dieron por finalizada, siguieron conviviendo en el mismo domicilio.
A comienzos de 2019, el procesado ingresó en prisión para cumplir seis meses de una condena que tenía pendiente y, en este tiempo, la mujer mantuvo relaciones con otro hombre, que posteriormente también ingresó en la cárcel y compartió módulo con L.C., que supo entonces de la relación con su expareja.
Al salir de prisión, en agosto, el condenado se fue al domicilio que había compartido con P. G. A. y salieron aquel día por separado, coincidiendo por la noche en la zona de La Merced, momento en el que el hombre le dijo que “esa noche iban a tener fiesta“, pensando ella que se llevaría a una mujer a casa.
La víctima llegó a la vivienda después que el hombre y, poco después de estar en el domicilio, le exigió mantener relaciones sexuales. ”Si el ruso te ha estado follando, ahora te voy a follar yo“, la amenazó, para posteriormente agredirla sexualmente durante horas.
L.C. llevó a su ex pareja por la fuerza hasta el dormitorio, sostiene la sentencia, “la tiró en la cama, le quitó la ropa, la agarró de los brazos y se le subió encima, penetrándola vaginal y analmente en repetidas ocasiones”, mientras la mujer “llorando le pedía una y otra vez que la dejara, que no quería mantener sexo”.
Posteriormente y durante la noche, en varias ocasiones, el procesado la cogía del brazo y la obligaba de ir del salón a la cama y viceversa “sin cesar en sus tocamientos y penetraciones pese a que la víctima no dejaba de llorar y de preguntarle por qué le estaba haciendo eso, que estaba asustada y desconcertada”. La mujer intentó en varias ocasiones coger su móvil para pedir ayuda sin conseguirlo.
A primera hora de la mañana, L.C. se quedó dormido, colocando su pierna sobre la pierna de la víctima, “sin atreverse a moverse ante el miedo de que se despertara su atacante y pudiera actuar de modo más agresivo”. Sobre las 09.00 horas, el condenado se despertó y volvió a agredirla, con penetración vaginal, “eyaculando sobre su pecho y barriga pese a que ella le manifestó claramente que no quería”.
La víctima sufrió lesiones en el brazo y a nivel genital, que precisó de asistencia facultativa y de unos 60 días para curar, tendiendo además secuelas por síndrome adaptativo.