Los hosteleros aseguran sentirse «ninguneados» ante la Magna de Huelva: no habrá terrazas en el recorrido oficial
Desde Bareca denuncian que la decisión «llega sin margen de reacción y sin alternativas o planes de compensación para los negocios afectados»
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La Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Huelva (BARECA) ha trasladado públicamente su malestar ante «la falta de previsión y coordinación« en torno a la procesión Magna que recorrerá las calles de la ciudad el próximo 20 de septiembre.
Desde BARECA lamentan que el Consejo de Hermandades y Cofradías, organizador del evento, «no haya contado en ningún momento con el sector hostelero en la planificación». La hostelería ha estado siempre al lado de las hermandades durante la Semana Santa, colaborando activamente y contribuyendo al éxito y promoción de la ciudad. «Esta falta de interlocución y coordinación es un agravio difícil de comprender para un sector que siempre ha estado dispuesto a sumar», señalan desde la asociación.
«Desplazado y ninguneado»
El sector hostelero, uno de los principales motores económicos y sociales de Huelva, asegura que se siente «desplazado y ninguneado en la planificación de un evento que, si bien será un gran acontecimiento social y cultural, tendrá un impacto directo en cientos de negocios de la capital«.
Así, a escasas horas de su celebración, las autoridades han comunicado a los establecimientos situados en el trazado de la carrera oficial que no podrán utilizar sus terrazas durante esa jornada por motivos de seguridad. Una decisión que, aunque responde a criterios técnicos, «llega sin margen de reacción y sin alternativas o planes de compensación para los negocios afectados», critican desde la asociación.
A esta situación se suma la falta de información sobre el tratamiento de las calles adyacentes, lo que impide a los hosteleros organizar su actividad con antelación en un día que prometía ser de gran afluencia de público. La situación afecta de manera particular a los negocios que ya tenían reservas previas para almuerzos y eventos privados, ahora en riesgo de cancelación, con el consiguiente perjuicio económico.
Por ello, Bareca apela al sentido común y al diálogo entre todas las partes implicadas. «No se entiende que, tratándose de un evento anunciado con más de dos años de antelación, no se haya trabajado con mayor previsión ni sensibilidad hacia la hostelería», lamentan.
La organización solicita a las autoridades que reconsideren las restricciones impuestas o, en su defecto, que articulen medidas compensatorias claras y efectivas para los establecimientos afectados, «con el fin de minimizar el impacto negativo en una jornada que debería ser de celebración y dinamismo para toda la ciudad».