No hagamos fiesta por un simple trámite

El Recre simplemente lo que ha hecho ha sido pagar para no descender a Tercera División. No nos volvamos ahora locos. No hagamos fiesta ni un monumento por este trámite. De momento seguimos igual que tras bajar deportivamente a Segunda B hace dos meses. O quizás hasta peor. Lo positivo, ver nuevas caras en puestos de envergardura como las de Benjamín Naranjo o Manolo Toledano, y hasta en la plantilla a uno de los nuestros como es Alejandro Zambrano. Lo negativo, que nada ha cambiado. Que me da a mí que el tal Álvaro Roncal se va a llevar casi todos los palos, los que se merezca y los que no, porque los cinco o seis inversores no van a dar la cara. Y es que de momento lo único que se sabe es que tienen menos dinero que Víctor Hugo Mesa y Pablo Comas juntos, ya que no han sido ellos, sino otro tipo de gestiones, las que le han salvado el pellejo al Recre.

Va a ser lamentablemente que en las próximas comparecencias públicas los dueños del club albiazul vendan como una gesta el poder salir a competir en Segunda B. Si hubiesen tenido cierta solvencia económica, no nos los hubieran puesto de corbata hasta el mismísimo día 31 de julio a media tarde. Ojalá que este día pase a la historia del Decano como el del punto de inflexión, como el de un antes y un después, aunque me da a mí que no, que con los Comas, Iturbe, Peña o Martín nos espera una temporada de transición en la que el equipo andará en la mitad de la tabla y sin demasiadas aspiraciones. Porque no hay un euro para componer la plantilla y porque lo de que ya se ha rebasado la cifra de cinco mil abonos ni hay Dios que se lo crea (sólo hay que esperar a que comienza a rodar el balón y se vea el aforo que registra cada 15 días el Nuevo Colombino).

Se lleva mucho tiempo jugando con los sentimientos de una afición ejemplar, y esto no lo digo por hacer demagogia sino porque está demostrado con hechos que aquí lo único que se ha hecho es mentir y mentir. Las palabras humildad, realismo y trabajo sin afán de protagonismo, esas que han regido en todo momento la historia del Recre, se han sustituido en los últimos años por otras como prepotencia, vender humo, falta de transparencia o una inexistente conexión con la masa social, y así estamos, llenos de mierda hasta arriba y ofreciendo, junto al Elche, una imagen lamentable a nivel nacional. Si antes éramos modelo de gestión y un club al que los jugadores querían venir con los ojos cerrados, ahora hasta un Tercera División como Tore te rechaza porque no se fía. Lógico. Aquí no cobra nadie. Y encima si denuncias, que es algo que haríamos todos en nuestros trabajos si no nos pagan, pues ya estás en la lista negra del presidente en la sombra.

Perdonen que les diga que yo no tengo buenas expectativas sobre el proyecto 2015/16 del Decano. En su día me ilusioné con la llegada de Gildoy, que con el paso del tiempo se ha comprobado que fue una mentira. Y hace un par de meses no confíe para nada en este enigmático fondo de inversión que ya ustedes deben ir sabiendo para lo que va a servir: para ir ganando pasta con los diversos traspasos y porcentajes de futbolistas que puedan ir haciendo. Y mientras tanto, los empleados del club acojonados porque no pueden alzar la voz y sin ningún tipo de esperanzas de cobrar lo que se les debe. Que para ellos es mucho, ya que la inmensa mayoría son mileuristas. Una vergüenza. Para no salir a la calle, y sin embargo en esta entidad ocurre al revés, que se sale públicamente para apuntarse la medallita de turno porque se ha pagado un mes de los muchísimos que se deben. El esperado giro de timón no se ha producido y toca rezar, y mucho, para que las próximas semanas sean mínimamente tranquilas en el seno de un Recre que ha salvado un 'match-ball', pero poco más. De la normalidad se hace un castillo de elogios y ni una cosa, ni la otra.