provincia
El compositor Abel Moreno nació en este pueblo de Huelva cuyo nombre se debe a una curiosa leyenda
Un músico que ha dejado una huella imborrable en la historia de la Semana Santa y en la música popular española
El pueblo mágico de Huelva donde puedes escuchar el sonido del agua en cada calle: está rodeado de paisajes y es perfecto para visitar en otoño
S. M.
Huelva
Justo donde Huelva roza la frontera con Portugal, se encuentra Encinasola, un pequeño pueblo de montaña rodeado de dehesas, encinas y silencio. Allí vio la luz Abel Moreno, un músico que ha dejado una huella imborrable en la historia de la Semana Santa y en la música popular española.
Un nombre con historia y un toque de misterio
La historia de Encinasola está envuelta en leyendas que mezclan realidad, mito y memoria popular. Una de las más conocidas cuenta que su nombre nació de una encina solitaria que servía como punto de encuentro para contrabandistas en la frontera entre España y Portugal. Ese árbol, símbolo de refugio y discreción, habría dado origen al topónimo del pueblo.
Sin embargo, los historiadores apuntan a una explicación más documentada: el nombre podría proceder de una «azinheira» (encina en portugués) que existía en la zona durante la Edad Media, en tiempos de la Reconquista, cuando el territorio fue disputado entre Sevilla y Moura y la encina acabó destruida en aquellas guerras.
Otra teoría curiosa sostiene que el lugar pudo llamarse en sus orígenes Mons Ariorum, es decir, «Montes Claros», en alusión a la batalla de Villaviciosa o de Montes Claros, librada en 1665 entre portugueses y españoles. Con el paso del tiempo, ese antiguo nombre habría quedado como recuerdo en una de las calles del municipio, pero no como denominación oficial.
Así, entre la leyenda del árbol solitario y las huellas de antiguas disputas fronterizas, Encinasola conserva una historia tan rica como su paisaje. Un músico universal con alma serrana
El pueblo de un gran compositor
En este entorno tranquilo y fronterizo nació Abel Moreno Gómez en 1944. Desde niño mostró una gran inclinación por la música, influido por su padre, que dirigía la banda local. Años más tarde, su talento lo llevó a convertirse en director de bandas militares y en autor de algunas de las marchas procesionales más emblemáticas, como La Madrugá o Macarena, auténticos himnos de la Semana Santa andaluza.
A pesar de su trayectoria nacional e internacional, Moreno nunca ha perdido el vínculo con su pueblo natal. Encinasola, con su paisaje de encinas, su aire sereno y su historia marcada por la frontera, sigue siendo una fuente de inspiración y orgullo para el compositor.
Un rincón con alma
Más allá de la leyenda, Encinasola es un lugar que conserva la esencia de los pueblos de sierra con sus calles empedradas, casas blancas y una calma que parece detener el tiempo. Su historia, su entorno natural y su gente mantienen vivo el espíritu de la Andalucía más auténtica.
Y quizá sea ese mismo espíritu el que un día inspiró a un joven Abel Moreno, el músico que llevó el nombre de su pueblo a los grandes escenarios del país. Porque en Encinasola, donde una encina solitaria dio nombre al lugar, nació un talento que ha hecho inmortal la música andaluza.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión