Las espectaculares imágenes de la luna de fresa sobre el Parque de Doñana

Las precipitaciones invernales han convertido Doñana en un paraíso para 350.000 aves acuáticas, creando el escenario perfecto para contemplar un fenómeno que no se repetirá hasta 2043

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Impresionantes imágenes de la marisma de Doñana 'reconvertida' en mar

La escena captada en Doñana CARLOS ROMERO

huelva24

La conocida como luna de fresa alcanzó su punto máximo este pasado miércoles, 11 de junio, a las 09.44 horas, ofreciendo un espectáculo que no se repetirá hasta 2043. En esta ocasión, el fenómeno ha coincidido con un época de explosión vital en Doñana, dando lugar a imágenes como las captadas por Carlos Romero. En él aparece el satélite terrestre sobre las lagunas del parque nacional, donde conviven cientos de aves acuáticas.

Este fenómeno, que debe su nombre a las tribus nativas americanas –especialmente los algonquinos– que lo asociaban con la temporada de cosecha de fresas silvestres en el noreste de América del Norte, presenta características especiales este año. La denominación no tiene relación con el color del satélite, sino que proviene de una tradición ancestral que utilizaba los ciclos lunares para organizar el calendario agrícola. Sin embargo, esta luna llena ha coincidido con el lunasticio mayor, un fenómeno que ocurre cada 18,6 años y que hace que el satélite alcance su posición más baja en el firmamento del hemisferio norte.

La coincidencia de este fenómeno astronómico con el momento de máximo esplendor de Doñana ha permitido registrar esta hermosa escena. Las intensas lluvias caídas en los últimos meses han dado lugar a una primavera especialmente rica en el humedal más importante de Europa. En algunas estaciones del parque se han registrado más de 700 litros de lluvia por metro cuadrado acumulado, valores históricos que han permitido la inundación de casi 40.000 hectáreas de marisma. Actualmente, más de 28.000 hectáreas de las 30.000 que comprende el Parque Nacional están inundadas, lo que no se veía desde hacía al menos 14 años. Esta situación ha propiciado una explosión de vida que ha permitido una época muy favorable para la reproducción de aves acuáticas, que pueden alcanzar los 350.000 ejemplares invernantes en condiciones óptimas.

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