La Virgen de la Bella ya aguarda a los romeros de Huelva

La primavera onubense viene plagada de romerías a todo lo largo y ancho del territorio. Dos de las más populosas tienen lugar en este segundo fin de semana de mayo, las de Montemayor en Moguer y la Bella en Lepe. Dos devociones que cuentan en nuestra ciudad con sendas hermandades filiales que en el día de hoy partirán al encuentro con ellas.

A primera hora de la mañana las calles del Polvorín se llenaban de romeros. A las siete la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús acogía la celebración de la misa de romeros. Un templo que por primera vez acogía la salida de la hermandad, a la espera de que se apruebe el definitivo cambio de sede canónica. A las puertas del templo, la carreta blanca y azul de la hermandad aguardaba para acoger por vez primera el nuevo Simpecado de la filial onubense.

El nuevo Simpecado de la hermandad es el gran estreno de la corporación en este año en el que se cumple el décimo aniversario de su erección canónica. Una obra bendecida durante los pasados cultos de la hermandad y que ha sido realizado por dos artistas leperos y devotos de la Bella, el bordador Daniel Prieto y el pintor Ramón Martín.

Poco antes de las ocho de la mañana el Simpecado quedaba entronizado en la carreta, formándose por delante el cortejo de hermanos que portaban las diferentes insignias de la filial onubense. En la presidencia, acompañaban a su hermana mayor, Rosa Muriel, la alcaldesa de la ciudad, Pilar Miranda, así como el presidente de la autoridad portuaria, Alberto Santana, y el parlamentario andaluz Manuel Andrés González. Por detrás del simpecado, un numerosísimo grupo de hermanos y devotos arropaban entre palmas y cantes a la hermandad en su salida.

Los primeros instantes de emoción pudieron vivirse en la misma calle Puebla de Guzmán, con los cantes de un coro desde los balcones de la calle coronados por una copiosa petalada. La hermandad estrenó este año también nuevo itinerario, recorriendo las avenidas Guatemala, Alameda Sundheim, Italia y Julio Caro Baroja, llegando hasta las puertas de la Casa Hermandad de Emigrantes. A las puertas de la sede de la filial rociera tuvo lugar la despedida de la hermandad de la ciudad, encaminando sus pasos hacia el Puente Sifón, por donde abandonaría el término de Huelva.

Su camino le llevará a recorrer las localidades de Corrales, Aljaraque y Cartaya, antes de llegar a Lepe. Allí se unirá a la comitiva onubense la recientemente fundada asociación de devotos de la Virgen de la Bella de Sevilla, para realizar su presentación ante la Virgen de la Bella a las diez de la noche.