El repunte de la gripe tensa la sanidad onubense y eleva la preocupación por la seguridad de los profesionales
Con los virus en plena escalada y con plantillas muy justas, los profesionales temen un invierno 'caliente' en hospitales y centros de salud
Los sindicatos exigen medidas urgentes de seguridad y lamentan que los insultos a los sanitarios se hayan normalizado
Doble agresión a un odontólogo en Isla Chica: la madre de una niña le empuja y el padre «remata la faena»
La Costa de Huelva supera ya la tasa andaluza de contagios en plena expansión de los virus respiratorios
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Iniciar sesiónEl adelanto de la temporada de gripe y el repunte de casos en la capital y el litoral ha puesto en alerta a los profesionales sanitarios. Con una incidencia que ya supera los 300 casos por 100.000 habitantes en el distrito Huelva-Costa, la Junta de Personal de Atención Primaria advierte que la falta de refuerzos y las demoras en la atención están generando un «caldo de cultivo» propicio para las agresiones en hospitales y centros de salud.
El invierno sanitario, por tanto, llega a Huelva con una doble preocupación: la asistencial y la laboral, ya que mientras los informes epidemiológicos confirman que la gripe se ha disparado antes de lo previsto, los profesionales de la salud miran con cierta inquietud la puerta de sus consultas. Temen que la presión asistencial derivada de este repunte vírico, sumada a la falta de sustituciones, acabe derivando en un aumento de la violencia contra el personal sanitario.
Los datos parecen avalar este escenario. Según el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda, la incidencia en la provincia ha escalado hasta los 257,2 casos por cada 100.000 habitantes a finales de noviembre. La situación en el Distrito Huelva-Costa es algo peor incluso, ya que la tasa se eleva hasta los 313 casos, impulsada por una gripe que ya ha desplazado al Covid como virus predominante y cuya positividad roza el 17% (porcentaje de los pacientes que realmente tiene el virus tras acudir con síntomas y hacerse una prueba).
«La gente viene predispuesta»
Este aumento de la demanda choca con una Atención Primaria tensionada. José Manuel Velázquez, presidente de la Junta de Personal de Atención Primaria de Huelva, vinculaba el pasado martes la saturación con el clima de hostilidad. «La gente viene ya predispuesta de una manera que no es normal», explica. Las demoras en las citas y las colas, agravadas por la alta frecuentación de patologías respiratorias, están caldeando los ánimos de los usuarios.
La advertencia tiene antecedentes muy recientes. El caso de la agresión física a un odontólogo en el centro de salud de Isla Chica, en la capital, ha vuelto a encender las alarmas. Con este episodio, los sindicatos contabilizan ya ocho agresiones físicas en lo que va de año en la Atención Primaria onubense. Las agresiones verbales, lamentan, son «continuas» y forman parte de una rutina laboral cada vez más difícil de sostener.
El temor de los médicos se fundamenta en la falta de recursos para afrontar el pico de la ola. Velázquez denuncia que, a pesar del escenario de alta frecuentación y de la campaña de vacunación en marcha, «no se ha puesto ningún refuerzo para cubrir al personal de enfermería». Esta carencias denunciadas contrastan con los anuncios de la Junta de Andalucía, que ha activado un plan de acción ante la gripe y ha recomendado el uso de mascarillas en centros sanitarios por la virulencia de la cepa H3N2.
Para los representantes de los trabajadores, las medidas de prevención epidemiológica son necesarias, pero insuficientes si no se refuerzan las plantillas. «No sabemos qué gente va a cubrir vacaciones ni cuándo», critican, mientras señalan un agravio comparativo con otras provincias andaluzas donde sí se están realizando contrataciones de mayor volumen y duración.
Petición de seguridad
Ante la previsión de que la presión asistencial siga creciendo en las próximas semanas, la principal demanda de los profesionales es clara: seguridad presencial y efectiva. La Junta de Personal considera insuficiente el modelo actual, en el que un vigilante rota cada dos horas por distintos centros, lo que deja franjas horarias enteras sin cobertura disuasoria. «Así no podemos controlar este tipo de agresiones», lamentan desde el sindicato, exigiendo la presencia de un guarda de seguridad fijo en cada centro conflictivo, una medida que consideran indispensable para frenar una posible escalada de tensión.
Huelva afronta así las semanas críticas del invierno con los virus al alza y los ánimos crispados. La ecuación de más gripe, menos personal y más esperas es la que los médicos onubenses temen que se resuelva, una vez más, de la peor manera posible.
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