Descubre los tesoros prehistóricos que esconde este pueblo fronterizo de Huelva

Asentado en las lindes con Portugal, alberga un crómlech, una peculiar arquitectura rural y un conjunto de espacios naturales dignos de visitar

Una ruta por las espectaculares cavernas de la sierra de Huelva, con paisajes de cuentos de hada

El precioso pueblo de Huelva que se asoma a la rivera, entre adarves, fuentes y quebradas

El crómlech «Pasada del Abad» que puede apreciarse en las inmediaciones de Rosal de la Frontera h24

JOSÉ MANUEL BRAZO MENA

En el recorrido por la Sierra de Huelva, tras atravesar por la N-433 las vastas dehesas arochenas, el viajero se encuentra con un relieve de cerros suaves y un bello paisaje de ribera que anuncia la presencia de Rosal de la Frontera, un pueblo de colonización que se fundó en el siglo XIX, durante la regencia de María Cristina, a instancias de un conjunto de pequeños pegujaleros, que eligieron el asentamiento por la aptitud del suelo y la cercanía del río Chanza.

Próximo al pueblo, se encuentra uno de los mayores tesoros rosaleños, el crómlech «Pasada del Abad», conocido también como «Piedras del Diablo», que está situado en el área de la Rivera del Chanza, a pie de carretera. Se trata de un círculo de piedras construido entre el V-IV milenio a.C. y compuesto por seis menhires de distinta forma y tamaño -tres de pizarra y tres de granito rosa-, que podrían formar parte de la cámara de un antiguo sepulcro en galería.

Una de las características de este tipo de construcciones es que, como recoge uno de los autores de 'El megalitismo en la provincia de Huelva', y estudioso del crómlech, José Antonio Linares, «se ubican en zonas de topografías suaves y cercanas a las vegas con suelos fértiles y en emplazamientos junto a áreas de tránsito o pasos naturales, empleadas históricamente como vías pecuarias, caso de la Vereda del Chanza y Vereda de Portugal a Sevilla».

El círculo megalítico de Rosal llama especialmente la atención además de por el paisaje en el que se encuentra enmarcado, de una belleza espectacular, por su funcionalidad y su relación con la astronomía. Y es que la construcción y disposición del mismo está condicionada por un objetivo concreto relacionado con el control de los ciclos solares de equinoccios y solsticios, en definitiva, de los episodios de tránsito de las estaciones naturales anuales.

Imagen principal - La plaza principal de Rosal de la Frontera y algunas de sus calles
Imagen secundaria 1 - La plaza principal de Rosal de la Frontera y algunas de sus calles
Imagen secundaria 2 - La plaza principal de Rosal de la Frontera y algunas de sus calles
La plaza principal de Rosal de la Frontera y algunas de sus calles H24

Otro aspecto llamativo es que en uno de los seis bloques que lo componen, se puede apreciar un grabado con la constelación de la Osa Mayor. Este grabado, según Linares, responde por un lado a una característica del arte megalítico neolítico del sur peninsular (con grabados y motivos decorativos) y, por otro, a la asociación de algunos de las ubicaciones de estas construcciones con la observación astronómica y los mencionados ciclos de la naturaleza.

Miguel Hernández estuvo preso en un calabozo rosaleño

Al entrar en el casco urbano de Rosal, una de las peculiaridades que el viajero se encuentra es el gran tamaño de las manzanas, que permiten la utilización como huertos de los enormes patios interiores, y la difícil topografía sobre la que se inscribió este trazado rectilíneo, lo que da lugar a calles con pendientes inusitadas, algunas de las cuales presentan pinas cuestas y bellos altozanos, aprovechando la orografía del terreno.

En el conjunto que forma la plaza principal, destaca la iglesia parroquial de San Isidro Labrador, construida en 1.845 y en cuyo interior se puede contemplar una valiosa talla de la Virgen María, de autor desconocido, fechada a mediados del siglo XVII; otra imagen del Nazareno, obra del escultor sevillano Francisco Buiza(s.XX) y la de la Virgen de los Dolores que aunque no es segura la autoría de Buiza puede ser del higuereño Sebastián Santos.

El edificio donde permaneció detenido el poeta Miguel Hernández, hoy transformado en Casa de la Cultura h24

Entre los edificios civiles, junto al Ayuntamiento, se alza el antiguo calabozo municipal, edificio donde permaneció detenido el poeta Miguel Hernández, y hoy transformado en Casa de la Cultura, que alberga una recreación de la celda que ocupó el creador literario, además de incluir un Centro de Interpretación sobre su vida y obra. Dentro del Centro, recientemente se ha inaugurado una nueva sección que hace las veces de oficina de turismo.

Frondosos parajes naturales

Para disfrutar de los parajes naturales, el senderista encontrará en la Rivera del Aserrador, a medio camino entre Santa Bárbara de Casa y Rosal de la Frontera (carretera A-495) uno de los enclaves de mayor valor ambiental, localizado en una zona media de montaña, que ha sido protegida por albergar especies amenazadas como la nutria, el buitre negro, la cigüeña negra y una variada representación de rapaces.

Otro espacio paisajístico recomendable en Rosal es la Rivera de Alcalaboza, a siete kilómetros de la localidad, en cuyas inmediaciones se encuentra una zona recreativa y una ermita donde se celebra la romería de San Isidro, en el mes de mayo. Se trata de una festividad de carácter transfronterizo que cuenta con la participación de la hermandad de la cercana ermita de estilo gótico-alentejano de Nuestra Señora de la Paz, de Ficalho(Portugal).

Hay algunos lugares cercanos a Rosal de la Frontera desde los que se divisan espléndidas panorámicas de la sierra de Huelva h24

El municipio onubense cuenta con otros caminos rurales como el de la Junta de las Riveras del Chanza y Alcalaboza, justo en la raya con Portugal, desde donde se divisan espléndidas panorámicas de la sierra. Además, existen los senderos del Barranco de la Buharda y el Camino de los Huertos que transcurren paralelos a las acequias que se alimentan en la Fuente de la Toba, muy próximos a molinos hidráulicos y acueductos y llegan hasta el río Chanza.

Cocina fronteriza

En cuanto a la gastronomía, el visitante puede degustar en este enclave una serie de platos sencillos elaborados con la materia prima que proporciona la matanza, aunque también se aprecia el uso del bacalao en la cocina local, de clara influencia lusitana.

Las especialidades más características son el caldillo, las migas, la sopa de peso, el arroz de matanza, el guiso de revoltillos de chivo, el gazpacho de culantro y los platos preparados con setas, especialmente con gurumelos, mientras que entre los dulces destacan las exquisitas rosas de miel.

Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia