fútbol
Se cumplen diez años del fallecimiento de Pepe Rivera
12.45 h. Este fin de semana se han cumplido diez años de la muerte de uno de los hombres más carismáticos de la historia del fútbol onubense. Se trata de Pepe Rivera, que entrenó al Recreativo, San Roque y Ayamonte, además de que fue director deportivo del Decano y jugó varias temporadas en la élite con el Sevilla, Córdoba y Hércules.

Pepe Rivera, cuyo hijo también trabaja actualmente como preparador físico con los escalafones del Recreativo, nació en la localidad cordobesa de Bélmez en 1946, pero a los tres años de edad se trasladó ya con su familia a Huelva. Como futbolista, vistió las camisetas del Sevilla, Córdoba y Hércules. Con estos dos últimos equipos ascendió a la Primera División, convirtiéndose posteriormente en capitán del conjunto alicantino, con el que disputó cinco temporadas en la élite. Y ya como entrenador cuenta con un amplio currículum en el Español San Vicente, Eldense, Villajoyosa, Mutxamiel, Hércules, Ayamonte, Recreativo, San Roque, Polideportivo Almería, Polideportivo Ejido y Dos Hermanas. Con el conjunto aurinegro logró el ascenso a Segunda B en el año 1992.
Llevó al conjunto nazareno a la Segunda B por primera vez en su historia en la temporada 1998/99 y en el siguiente ejercicio el Dos Hermanas fichó a Lucas Alcaraz. Pepe Rivera se hizo en el año 2000 con el cargo de director deportivo del Recreativo de Huelva y firmó al técnico granadino, con el que el Decano inició un ciclo exitoso, incluyendo el segundo ascenso de su historia a la Liga de las Estrellas y la disputa de su única final de la Copa del Rey ante el Mallorca. Rivera incluso dirigió en la temporada 2003/04 un encuentro, en el que el Recre empató en Salamanca (1-1) entre medias de la destitución de Paco Herrera y la llegada de Sergio Kresic al banquillo albiazul. Y falleció con 58 años en junio de ese 2004. Justo ahora se han cumplido, por lo tanto, diez años del fallecimiento de un hombre bueno, carismático, trabajador, honrado y gran conocedor del mundo del balompié.