CONFIDENCIAL
El runrún: Otra vez sin citas médicas
En una semana en la que los onubenses van a salir por enésima vez en reivindicación de infraestructuras y medios sanitarios que pongan a Huelva al menos en los mismos niveles que el resto de las provincias de Andalucía, en esta ocasión para demandar el materno infantil –a movilización será en la tarde de mañana jueves 29 de septiembre–, las cosas tampoco parecen arreglarse en atención primaria.

Una pesadilla lo de tratar de coger cita con el médico de cabecera –aunque sea telefónica- en algunos centros de salud de Huelva. Uno de ellos es el distrito centro, la Casa del Mar, el sistema vuelve a comunicar (también por enésima vez, ya se pierde la cuenta…) que no se puede agendar la referida cita. Eso sí, que si uno no puede esperar, podemos ir al centro para ser asistido… faltaría más. Los onubenses seguiremos intentándolo, lo de conseguir que nos vea (o al menos nos llame) el médico sin que nos ocurra nada en el intento y con tanta espera, y que la Administración sanitaria nos tenga en cuenta también a la hora de invertir en medios.

Los vecinos del Molino ya no pasan ni una. Están bastante hartos de las situaciones que han tenido que vivir en los últimos meses, con edificios 'okupados' y conflictivos, peleas en la calle, e incluso aparición de cadáveres en los alrededores de sus casas. Por eso los vecinos del Molino de la Vega ya no pasan ni una, y en estos últimos días se han apresurado en actuar para que se desalojase a una persona que estaba viviendo en la calle.

En concreto se había instalado junto a la pasarela peatonal de la avenida Costa de la Luz y allí estaba pasando las noches, hasta que por mediación del portavoz de Andalucía por Sí en Huelva, Pablo Luna, la situación se ha notificado al Ayuntamiento y operarios municipales se han encargado de limpiar la zona. Y es que lo dicho, se ve que los vecinos no van a dejar pasar ya ni una.
Segurata inerte en Mercadona. No, no decimos que el guardia de seguridad de algún supermercado Mercadona de Huelva esté más quieto que un gato de escayola y no haga su función de vigilancia. No va por ahí la cosa. La figura más bien va orientada hacia la tecnología más rudimentaria pero efectiva. Estamos rodeados de elementos electrónicos que cumplen su función. Por ejemplo, en el supermercado se abren las puertas automáticamente al detectar nuestra presencia o se eleva la barrera del párking al leer una matrícula. Quedándonos ahí, en el parking, hemos encontrado un ‘segurata’ inerte pero efectivo. En el Mercadona del Molino de la Vega de Huelva capital igual muchos no han reparado en quién custodia su puerta. Por ahí pasan los coches rumbo a una plaza de aparcamiento y al volante no se alcanza a ver, pero si lo pueden apreciar los peatones. Justo en el filo de la parte superior de la puerta hay un búho, nada real pero que cumple su función, la de ser espantapájaros. Seguro que han visto uno similar en más de un balcón, figura con la que se pretende que no se acerquen gorriones o palomas y llenen de cagadas este espacio. El cuerpo del animal de plástico es rígido y la cabeza queda móvil, en manos del viento, que así la mueve y le da vida a este ejercicio de falsas apariencias. Pues en el súper quieren lo mismo, que no sea un nido de aves que anden, o mejor dicho vuelen, por ahí a su aire. No sabemos si esta práctica corresponde a una directriz de la empresa o ha sido iniciativa propia de quienes gestionan esta tienda en concreto. Lo cierto es que efectivo tiene que ser porque ahí sigue y dentro no parece que haya presencia habitual de aves. Asunto resuelto.
