SALUD

El mantenimiento fisico y la gimnasia en adultos mayores

Las personas mayores necesitan estar activas porque es más probable que experimenten problemas de salud. Esto se debe a que existe la posibilidad de que tengan un estilo de vida sedentario y menos actividad física. No estar activo puede conducir a una serie de problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, además de los problemas de movilidad.

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Un cuerpo que se mantiene en forma y que hace ejercicio adaptado podrá mantenerse en mejor estado. Además, el ejercicio físico es una bomba para el bienestar, ya que aumenta la producción de hormona de la felicidad. La gimnasia para mayores de 70 años sigue una serie de pautas que permiten que los adultos mayores que la practican tengan menos tendencia a enfermar y les haga ganar autonomía.  Los riesgos de la inactividad en adultos mayoresEl ejercicio físico es importante para la salud cerebral en las personas mayores. De hecho, un estudio encontró que los adultos mayores que realizan actividad física de moderada a vigorosa tienen menos probabilidades de desarrollar demencia o enfermedad de Alzheimer. El ejercicio ayuda a reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro, lo que puede conducir a la neurodegeneración. Además, se ha demostrado que el ejercicio aumenta los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una proteína que promueve el crecimiento de las neuronas y las conexiones entre ellas. Esto puede ayudar a los adultos mayores a mantener su memoria, habilidades de razonamiento y habilidades para resolver problemas. Muchas veces son las propias personas mayores las que se encuentran reticentes a este tipo de ejercicios. Pueden llegar a pensar que no tienen edad, o quizás las ganas no les acompañen. Pero no hay límites, y por eso, debemos animar a que nuestros mayores tengan una rutina de ejercicio, sobre todo si ya han cumplido los 70 años. Beneficios de la actividad física en mayores de 70 añosLa labor de los cuidadores es fundamental para motivarlos en ese sentido.  En Beeping, sus profesionales cuentan con la formación correspondiente para hacer que las rutinas de ejercicio se materialicen, siempre adaptándolas ala estafo de la persona. Siempre hay cosas que se pueden hacer. Por ejemplo, si el anciano tiene problemas de movilidad y debe permanecer tiempo en casa, hay ejercicios que se pueden practicar en el domicilio. Desde aquellos dedicados a fortalecer la musculatura como levantamiento de pesos o apretar pelotas de goma a estiramientos. Pero no caben duda que si hay algo que  nuestros mayores valoran es poder realizar una salida. Un buen paseo siempre fortalece, ayuda a que socialice y que reciba los beneficios de la luz solar. La bonanza de nuestro clima en la mayor parte del país es el aliado perfecto para conseguir los beneficios de caminar. Lo más prudente es ponerse metas, comenzando con distancias que no sean muy elevadas e ir progresivamente aumentando el recorrido. El esqueleto humano está formado por 206 huesos. Los huesos del cuerpo trabajan juntos para ayudarnos a movernos, sostener la columna vertebral y proteger órganos vitales. Los huesos son tejidos vivos que cambian constantemente a lo largo de la vida. A medida que se envejece,l os huesos pueden perder masa y densidad porque se descomponen más rápido de lo que forman tejido óseo nuevo. El ejercicio puede ayudar a prevenir la pérdida ósea al mantener los músculos fuertes y activos, lo que ayuda a mantener una densidad ósea saludable. Hay que pensarlo de esta manera: tus músculos son como una barra de dominadas para sus huesos. Hacer ejercicio es mantener sano el corazónSe ha demostrado que el ejercicio es beneficioso para el corazón. En los adultos mayores, el ejercicio puede mejorar la salud de sus corazones y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, lo que supone minimizar muchos riesgos. Beneficios también para el aparato digestivoEl intestino depende del ejercicio para mantener su salud, además de la alimentación. Esto se debe a que el ejercicio mejora el flujo sanguíneo a nuestros intestinos y aumenta la producción de ciertas hormonas que son importantes para un intestino sano. Estas hormonas ayudan a regular la forma en que digerimos los alimentos, controlan la inflamación y mantienen un sistema inmunitario equilibrado. Por tanto, hay que fomentar el ejercicio físico en mayores, sobre todo cuando se ha sobrepasado la barrera de los 70 años. Retrasar el envejecimiento es posible  Si nuestro adulto mayor lleva una vida sedentaria es conveniente introducir rutinas de movimiento  que le ayuden a sentirse mejor. A medida que las vaya incorporando será mucho más sencillo poder aumentar la intensidad y frecuencia. Es muy gratificante comprobar que nuestros mayores se mantienen activos, ya que son más felices, capaces y tienen más ganas de hacer cosa. La edad es solo un número y que nuestros mayores puedan hacer ejercicio adaptado a su edad no es más que un valor añadido al de su experiencia vital.

El ejercicio físico es importante para la salud cerebral en las personas mayores. De hecho, un estudio encontró que los adultos mayores que realizan actividad física de moderada a vigorosa tienen menos probabilidades de desarrollar demencia o enfermedad de Alzheimer.

El ejercicio ayuda a reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro, lo que puede conducir a la neurodegeneración.

Además, se ha demostrado que el ejercicio aumenta los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una proteína que promueve el crecimiento de las neuronas y las conexiones entre ellas. Esto puede ayudar a los adultos mayores a mantener su memoria, habilidades de razonamiento y habilidades para resolver problemas.

Muchas veces son las propias personas mayores las que se encuentran reticentes a este tipo de ejercicios. Pueden llegar a pensar que no tienen edad, o quizás las ganas no les acompañen. Pero no hay límites, y por eso, debemos animar a que nuestros mayores tengan una rutina de ejercicio, sobre todo si ya han cumplido los 70 años.

La labor de los cuidadores es fundamental para motivarlos en ese sentido.  En Beeping, sus profesionales cuentan con la formación correspondiente para hacer que las rutinas de ejercicio se materialicen, siempre adaptándolas ala estafo de la persona. Siempre hay cosas que se pueden hacer. Por ejemplo, si el anciano tiene problemas de movilidad y debe permanecer tiempo en casa, hay ejercicios que se pueden practicar en el domicilio. Desde aquellos dedicados a fortalecer la musculatura como levantamiento de pesos o apretar pelotas de goma a estiramientos.

Pero no caben duda que si hay algo que  nuestros mayores valoran es poder realizar una salida. Un buen paseo siempre fortalece, ayuda a que socialice y que reciba los beneficios de la luz solar. La bonanza de nuestro clima en la mayor parte del país es el aliado perfecto para conseguir los beneficios de caminar. Lo más prudente es ponerse metas, comenzando con distancias que no sean muy elevadas e ir progresivamente aumentando el recorrido.

El esqueleto humano está formado por 206 huesos. Los huesos del cuerpo trabajan juntos para ayudarnos a movernos, sostener la columna vertebral y proteger órganos vitales. Los huesos son tejidos vivos que cambian constantemente a lo largo de la vida. A medida que se envejece,l os huesos pueden perder masa y densidad porque se descomponen más rápido de lo que forman tejido óseo nuevo.

El ejercicio puede ayudar a prevenir la pérdida ósea al mantener los músculos fuertes y activos, lo que ayuda a mantener una densidad ósea saludable. Hay que pensarlo de esta manera: tus músculos son como una barra de dominadas para sus huesos.

Se ha demostrado que el ejercicio es beneficioso para el corazón. En los adultos mayores, el ejercicio puede mejorar la salud de sus corazones y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, lo que supone minimizar muchos riesgos.

El intestino depende del ejercicio para mantener su salud, además de la alimentación. Esto se debe a que el ejercicio mejora el flujo sanguíneo a nuestros intestinos y aumenta la producción de ciertas hormonas que son importantes para un intestino sano. Estas hormonas ayudan a regular la forma en que digerimos los alimentos, controlan la inflamación y mantienen un sistema inmunitario equilibrado.

Por tanto, hay que fomentar el ejercicio físico en mayores, sobre todo cuando se ha sobrepasado la barrera de los 70 años. Retrasar el envejecimiento es posible  Si nuestro adulto mayor lleva una vida sedentaria es conveniente introducir rutinas de movimiento  que le ayuden a sentirse mejor. A medida que las vaya incorporando será mucho más sencillo poder aumentar la intensidad y frecuencia. Es muy gratificante comprobar que nuestros mayores se mantienen activos, ya que son más felices, capaces y tienen más ganas de hacer cosa. La edad es solo un número y que nuestros mayores puedan hacer ejercicio adaptado a su edad no es más que un valor añadido al de su experiencia vital.

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