«Con esta cabeza me voy a hacer un cenicero»: el crimen que estremeció a Huelva cumple tres años

El 'Mexicano' fue condenado a 21 años y cinco meses de cárcel por matar a su amigo de la infancia y profanar su cadáver exhibiendo su cabeza por la plaza Houston en Halloween

Con sangre fría y sin estar bajo los efectos de las drogas, le asestó golpes en el cráneo y cuchilladas y le mostró su cabeza a una anciana y a varias niñas tratando de ganar dinero a cambio

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Los contenedores de la avenida Pío XII donde el 'Mexicano' arrojó la cabeza de su amigo h24

R. Ubric

Lo que parecía una broma típica de la Noche de Halloween se convirtió en un macabro suceso que los testigos que vivieron en primera persona difícilmente van a poder olvidar. No todos los días (por fortuna) te enseñan una cabeza humana por la calle. Eso es lo que le ocurrió a varias personas la tarde del 31 de octubre de 2020 por la populosa plaza Houston de Huelva capital. Hay que estar muy mal de la cabeza, y valga la redundancia, para cometer tal tropelía, aunque viendo los antecedentes policiales del susodicho se podía esperar cualquier cosa. Un crimen estremecedor que ahora cumple tres años, mientras que del juicio sólo ha pasado uno, de ahí que todo esté todavía muy reciente en la memoria de los onubenses.

En el juicio, celebrado con jurado popular y en el que en apenas nueve horas hubo una resolución unánime, Jesús Manuel N. B., apodado como el 'Mexicano', fue declarado culpable de matar a su amigo de la infancia, a su hermano del alma Cándido Romero M., de 56 años de edad. Le condenaron a 21 años por asesinato y a cinco meses por profanar el cadáver. Actualmente cumple condena por ello, algo que no es nuevo para él, y es que precisamente en México, donde se marchó a vivir durante 26 años antes de regresar a Huelva, ya estuvo cumpliendo en prisión una pena de más de una década por cometer robos y por ser el cabecilla de una organización delictiva.

La historia, tal y como se aprobó en el juicio, que fue bastante mediático por la crueldad del crimen y con el aliciente de que el abogado de la familia de la víctima era el conocido Marcos García Montes, remueve. En un primer momento el 'Mexicano' le confirmó a la Policía Nacional la autoría de los hechos, pero luego en el juicio se retractó y dijo que todo fue debido a un forcejeo y a una trifulca en la que las drogas tuvieron mucho que ver. Se demostró que no llevaba la razón y que mató con saña al que supuestamente era uno de sus mejores amigos.

Jesús Manuel N. B. antes de llegar a uno de los días del juicio en la Audiencia Provincial de Huelva alberto díaz

Con Cándido frecuentaba a diario la zona. Compartían confidencias, vivencias y cervezas, y además vivían a escasamente 50 metros el uno del otro en la barriada de Guadalupe, la víctima en la calle Teniente de Navío José Estrada Cepeda y a la postre su asesino en la calle Rodrigo de Jerez. El 30 de octubre de 2020, sobre las 22.00 horas, el 'Mexicano' se acercó al domicilio de Cándido para ayudarle a arreglar una bicicleta de segunda mano que había adquirido. Y en cuestión de minutos allí mismo se desató la locura, la tragedia llevada a límites extremos. Un crimen estremecedor.

El culpable de los hechos alegó en el juicio que mató a su amigo porque este le pidió cocaína y al negarse a dársela le chantajeó mostrándole vídeos de índole sexual de su hermana, además de que empezó a masturbarse con otros de su sobrina. Eso provocó que hubiese un forcejeo entre ambos y que Cándido falleciese al golpearse con una pieza de un calentador de gas que había en la encimera de la cocina. El 'Mexicano' dijo que después de que eso ocurriera trató de cortarse las venas arrepentido por lo que había pasado, pero ni llamó a la Policía para confesar que había ocurrido exactamente eso ni estaba bajo los efectos de las drogas, ni tenía problemas mentales, tal y como confirmaron después varios estudios psiquiátricos a los que le sometieron.

Más bien, como indicó la acusación particular, era "un psicópata con trastorno social y personalidad narcisista que disfrutaba matando". El Ministerio Fiscal dictaminó en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Huelva justo hace un año que era mentira que no se acordarse de lo que había hecho al estar bajo los efectos de alguna droga, y además dejó claro que había rematado a la víctima golpeándole en varias ocasiones en el cráneo. Los hechos probados refieren que entre las 22.00 y las 8.00 horas de esos días 30 y 31 de octubre de 2010 el 'Mexicano' golpeó a la víctima, mientras que estaba agachada, con "un esqueleto metálico de calentador de aproximadamente 1,1 kilos de peso", y después "le seccionó la cabeza con un cuchillo de 20 centímetros de hoja".

El acusado de cometer el crimen junto a su abogado durante el juicio alberto díaz

Y si ese relato de los hechos es espeluznante, no se queda corto lo que sucedió en las horas posteriores. El asesino se marchó a su vivienda llevándose las llaves del piso de su amigo y se tomó "varias cervezas y drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas", como reza la sentencia. Durmió un poco y volvió a la casa de Cándido para tratar de borrar sus huellas limpiando la cocina y el baño, lugar en el que decapitó el cadáver. Se trata de un ritual que aprendió en las cárceles de México en las que estuvo preso. Allí los cárteles se encargaban de exhibirlas como trofeo y copió el guion. Un macabro argumento sin duda. Eligió ese sitio porque allí era donde habitualmente quedaba con su amigo para tomar cervezas. Y no deja de ser un detalle curioso y que habla mucho del carácter psicótico del acusado, que después confesara que le hablaba a la cabeza y que también la peinó y la lavó con champú antes de sacarla a las calles de Huelva.

Jesús Manuel N. B. dejó la cabeza dentro de una bolsa en un árbol en un parque de la plaza Houston y se marchó, con lo que estuvo allí varias horas sin que afortunadamente nadie se percatarse de ello porque la escena habría sido dantesca. En ese tiempo sí que varios testigos le vieron quemar prendas y objetos de la víctima. Después el 'Mexicano' regresó al árbol y le mostró la bolsa a una anciana. 'Con esto me voy a hacer un cenicero', le dijo, y la anciana tampoco le prestó demasiada atención pensando que era una broma típica de las fechas en las que se encontraban, Halloweeen. Pero no contento con eso siguió exhibiéndosela a más personas, como a dos niñas a las que les dijo que se la mostraría a cambio de que le dieron "pesos, euros o tabaco".

Es un ritual que aprendió en las cárceles de México en las que estuvo preso. Allí los cárteles se encargaban de exhibir la cabeza como trofeo y él copió ese guion

Lógicamente ya eso iba pasando de castaño a oscuro. Así que se corrió la voz y varias personas alertaron a la Policía Nacional de lo que estaba sucediendo, además de que grabaron al asesino con sus teléfonos móviles. El 'Mexicano' se dio cuenta y salió huyendo hasta su casa, depositando por el camino la bolsa con la cabeza de Cándido en un contenedor ubicado en la avenida Pío XII. Eran alrededor de las 15.00 horas y la noticia corrió como la pólvora por el barrio y por toda Huelva. La tarde-noche se sucedieron los dimes y diretes y muchos se estremecieron al pensar que habían vivido muy cerca de un auténtico monstruo. El destino es tan cruel en ocasiones...

Los agentes de la Policía requisaron la bolsa con la cabeza y después comprobaron que el resto del cuerpo de Cándido se encontraba en su domicilio. Tras pasar dos años en prisión preventiva, el 'Mexicano' fue condenado en el juicio celebrado en 2022 a 21 años y cinco meses de cárcel, además de a abonarle una indemnización de 205.000 euros a los cinco hermanos del fallecido y también a una sobrina por el daño moral causado.

Sólo pidió perdón en su último alegato en el juicio

En abril de 2023 la Sala de lo Fiscal y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) desestimó los recursos de apelación de la defensa y confirmó la condena que actualmente cumple al ratificar de manera íntegra todo lo que ya expuso en octubre del año anterior la sentencia de la Audiencia Provincial de Huelva.

Varios testigos y vecinos declararon que ya algunas ocasiones habían visto a Jesús Manuel J. N. amenazando a Cándido Romero M. si bien éste nunca había presentado denuncia. El 'Mexicano' sólo el ultimo día del juicio se atrevió a pedirle perdón a la familia de la víctima y a decir que estaba muy arrepentido por lo que había hecho.

Fue condenado con rotundidad y sólo se libró de una pena algo menor porque el jurado no le consideró culpable de los delitos de robo con violencia del teléfono móvil y la televisión de su "amigo del alma". A esas alturas ya qué importaba eso. Sesgó una vida humana y ahora que se cumplen tres años del macabro suceso todavía en la capital onubense da mucho resquemor, rabia y grima pensar en esa previa de Halloween. Tan injusto como increíble y real. Tan cerca, tan lejos...

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