Sin duda, iría a la fuente vieja a perderme en los cabezos, y asomarme en algún balcón del Conquero mientras llega el atardecer. Lo de la tirolina lo dejamos para otro día, pero no dejaría pasar la ocasión de pasear en barco por la Ría, observar algún flamenco y pasar casi acariciando el muelle del Tinto.
La Isla Salté sería mi próximo salto, después de observar a Colón, a su fe y la Punta del Sebo. Plaza de las Monjas, visita al museo arqueológico, y unas fotos en la Merced. Un café en la plaza de toros y otro en El Barrio Obrero, para descansar tras la caminata por el paseo marítimo de la Ría. Visitar el Estadio Nuevo Colombino y disfrutar del enorme museo del Decano.
Admitiría una visita al cementerio inglés, un salto a San Pedro y alguna compra en las calles del Centro. Una cena por la Isla Chica y un licor frente al Gran Teatro; si hubiese algún espectáculo, mejor. Me iría a casa con decenas de imágenes del colegio Ferroviario, ya adecentado, de Santa Fe, del monumento a Colón, Juan Ramón, y del Litri. Sentado en una barca del parque Moret, Frente al Ayuntamiento o en un banco en la Avenida Andalucia... en fin, un sueño, que a muchos visitantes les gustaría vivir... y a mí.
Federico Pérez
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión