Cuando era niño y fuera la guerra yo imaginaba
Cuando era niño y fuera la guerra yo imaginaba
Que los soldados vestirían camaleónicos uniformes,
gorra en la cabeza y cara tiznada de carbón.
Ahora que ha llegado veo que visten batas blancas y verdes,
que se cubren su cara con una mascarilla
y llevan el pelo recogido.
Cuando era niño y fuera la guerra yo imaginaba
que la resistencia la compondrían hombres y mujeres
que jugarían al escondite contra el invasor.
Ahora que ha llegado veo que está compuesta
por hombres y mujeres que limpian las calles todas la mañanas,
que hacen el pan y cortan la carne que pongo en mi mesa
que me sirven frutas en el comercio con una sonrisa,
que se afanan en buscar el medicamento que preciso
y todo con una sonrisa y un todo está bien, todo saldrá bien.
Cuando era niño y fuera la guerra yo imaginaba
que saltaría a cañonazos por las trincheras,
que correría armas en la mano
hasta alcanzar la derrotar la bandera enemiga
y la más guapa caería rendida en mis brazos.
Ahora que ha llegado la guerra
sabedor de que no hay trincheras que saltar,
ni banderas que conquistar
que solo nos resta esperar
y esperar y que no va a caer rendida en tus brazos
porque la más guapa está tras la caja del supermercado,
limpiando las escaleras de las comunidades,
barriendo,
en su casa trabajando para cuando esto pase, y
salgamos a la calle a saludarnos
Sintiendo que hemos sido pueblo
Que hemos salvado al pueblo.
Juan José Domínguez Monge,
Poeta del Guadiana
(Confinado en Ayamonte)
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