Carlos del Amor: «Vivimos en un mundo muy gritón en el que la red social 'X' es como un after abierto a las siete de la mañana con la gente desfasada»
El periodista de Televisión Española llenó la Casa Colón en un acto en el que elogió a los onubenses Jesús Hermida y Jesús Quintero: «Eran brutales»
«Soy afortunado de que me paguen decentemente y de que la gente medianamente me haga caso», dice
Fiebre en Huelva por el periodista Carlos del Amor: se cambia el lugar de su charla por la alta demanda de público
Javier Cercas y Carlos del Amor, grandes nombres para el Centro de la Comunicación Jesús Hermida de Huelva
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Iniciar sesiónEl conocido periodista y escritor de Televisión Española Carlos del Amor, nacido en Murcia hace 51 años, ha protagonizado esta tarde un encuentro en el que ha abordado su trayectoria profesional y su estilo dentro del periodismo cultural, además de que también ha hablado de su última obra, 'Una dama desconocida'. El evento, que ha durado una hora exacta con un gran dinamismo, ha tenido lugar en la Casa Colón debido a que se había quedado pequeño el aforo previsto por la organización del acto en el Centro de la Comunicación Jesús Hermida.
Comenzaba recordando su primera visita a la capital onubense. «Debía ser en el año 2006 o 2007 cuando estuve aquí en Huelva cubriendo el Festival de Cine Iberoamericano y guardo muy buenos recuerdos«, señaló, y pasaba a elogiar al onubense Jesús Hermida, toda una referencia para él: «Vengo de hacer una visita rápida al Centro de la Comunicación Jesús Hermida y me ha venido a la mente su espíritu. Yo le conocí una vez recién llegado a Madrid desde Televisión Española en Murcia y sonó un teléfono fijo en la redacción y era él y yo creía que me estaba tomando el pelo. Era para invitarme a un especial del 50 aniversario de la televisión. Era un visionario de la televisión y ese día le conocí. No le podías decir que no porque antes de que tú hablaras él ya había decidido que yo iba a ir a ese programa«.
Como referencias en el mundo el periodismo, Del Amor apuntaba que «el otro día recuperé una crónica de Hermida y me di cuenta de que yo quería escribir como él, con ese estilo. Él me ha influenciado mucho, así como también Jesús Quintero y Antonio Gasset. Quintero tenía una forma de entrevistar brutal, jugando con el silencio y Gasset mucha ironía y sarcasmo. Hermida era el periodista total. Escribía muy bien y era muy buen corresponsal, además de que es el único periodista que podía estar medio tumbado en una mesa. Y en mis inicios en la televisión pública, admiraba mucho a Lorenzo Milá, que presentaba los informativos en La 2 Noticias, y a Fran Llorente, que era el director de Televisión Española«.
Se extendía más a la hora de hablar del sanjuanero Jesús Quintero: «Con él no coincidí. Intenté entrevistarle y estuve en contacto con sus hijas. Se aprende mucho de Quintero viéndole. Hoy está en desuso el silencio totalmente y ser juez y parte en las entrevistas. Por desgracia hacía una televisión de la de antes. Desde luego que era un personaje y también una referencia para mí. Era un periodista brutal y tenerlo de compañero debería ser tremendo. Era muy atractivo y con mucha personalidad y creo que actualmente la televisión tiene menos personalidad. Yo hice 40 entrevistas en mi programa 'La matemática del espejo' e intenté hacer silencios pero es algo muy incómodo y el que se lanzaba a hablar era el entrevistado. Funciona muy bien callarte porque si aguantas tres o cuatro segundos él se va a arrancar y no va a ser un atropello constante de conversación. El silencio sigue funcionando pero no sé si dejarían entrevistar ahora a Felipe González o a Nixon como lo hacía por ejemplo Antonio Gasset. Ahora vivimos una televisión menos gamberra de lo que era y hay personajes que a mí me interesan mucho de la televisión antes que por desgracia probablemente ahora no podrían existir dentro de ella«.
Sobre sus inicios en el periodismo, explicó que «en Murcia trabajé cuatro años e hice de todo, como por ejemplo la campaña de elecciones electorales de Izquierda Unida, pero me daban 25 segundos y ahí no te daban tiempo para nada. También hice mucho fútbol y luego presenté un programa de cultura y a partir de ahí me fui introduciendo más. Mi espejo para el fútbol era 'El día después', que me encantaba porque era un programa para gente a la que no le gustaba el fútbol. Era mi referencia y eso me gustaba pero yo metía cinco trozos de películas en una crónica de fútbol sala y eso a mi director no le gustó y me metió en cultura y ya me especialicé ahí. Ahora estoy en una televisión para un público muy diverso y no puedes contar las cosas como si las hicieras para un erudito en Velázquez, Vargas Llosa o Cervantes sino para todo el mundo«.
Reconocía el murciano que la profesión a la que se dedica tiene mucho de vocacional. Así, esgrimía que «me gusta mucho el periodismo y la cultura y esa pasión la intento transmitir. El objetivo de un periodista no es ser conocido o al menos yo lo pienso así. Sigo teniendo la misma ilusión que cuando empecé y a lo mejor estoy sólo un poco más cansado. Sigo haciendo las crónicas prácticamente igual que al principio. Son muchos años haciendo lo mismo y lo único bueno que tengo es que sé lo que quiero rápido, pero sólo en el periodismo (risas)... Yo muchas crónicas las hago de algo que empieza a la una de la tarde para que salga en antena a las tres, así que en esto o eres rápido o estás muerto. Siempre intento partir de un detalle para aspirar a contarlo todo«.
Indicaba que, a su juicio, la cultura tiene muchos detractores y que él intenta ponerla en valor y no perder la ilusión: «En tiempos de desaliento informar de algo cultural es complicado. Lo hago intentando mantener la pasión por lo que hago y ser el mismo chaval que se quedaba con la boca abierta cuando Pepe Hierro le recitaba un poema en Murcia, o cuando me dicen en mi tierra que me voy a hacer un reportaje de un cantante de copla cuando yo soy indie. Fui y era Carlos Cano. Me dio la entrevista después del concierto y acabé enamorado de él. Contra el desaliento debemos luchar con ilusión y esperando sorpresas porque el periodista cultural rara vez se va a hacer rico. Yo soy un afortunado de que me paguen decentemente y de que la gente medianamente me haga caso. Nuestro arma debe seguir siendo la ilusión para no caer en la ataraxia«.
Sobre la dificultad que tiene a la hora de elaborar algunas de sus crónicas televisivas, comentaba que «por ejemplo de Miguel Hernández no había imágenes en movimiento. Se supo que estuvo en un congreso de escritores antifascistas en Valencia y digitalizando conseguimos una imagen en la que estaba caminando entre la gente. Eso fue muy emocionante e hicimos una crónica que fue muy viral y la reprodujo mucha gente. En un plano escondido veías también a Machado por ejemplo y eso fue un subidón que encontramos digitalizando un archivo. Yo recurro mucho al de Televisión Española porque es la memoria de este país y me imagino que todavía quedan muchas cosas por conocerse y ser vistas. Es difícil que no haya una imagen de lo que ha ocurrido en España en los últimos 50 o 60 años. Ahí estamos todos y estamos trayendo al presente documentos que creíamos que no existían. Cualquier efeméride que haya nosotros la podemos hacer como poca gente la puede dar porque la tenemos documentada. Ahora por ejemplo, con el 50 aniversario de la muerte del dictador Franco, tenemos cosas preparadas de nuestro archivo«.
Criticaba también Carlos del Amor a los que están todo el día insultando en las redes sociales diciendo que «la cultura cada vez tiene menos oferta en cualquier parrilla. Nosotros como televisión pública sí que le buscamos diferentes huecos y el telediario al menos intenta apostar por ese tipo de contenidos aunque a veces luego te llega la actualidad y te arrolla. En 'X', que es un after abierto a las siete de la mañana con la gente desfasada, puse mi video del telediario de Federico García Lorca y ahí me di cuenta de que vivimos en un mundo muy gritón porque mucha gente me llamaba rojo o decía por ejemplo que estaba ocultando muchas cosas de Lorca«.
De uno de sus lugares favoritos para elaborar sus piezas, el Museo del Prado, el murciano recalcó que «es una de las piedras angulares de la cultura de este país. Es un lugar emocionante, fascinante y todavía lleno de misterio. Todo el mundo que lo visita es allí feliz durante un rato, como cualquier otro museo bien trabajado, y ser feliz por un instante y que de repente bajen los decibelios y te sientas de otra manera siempre es de agradecer. En televisión la imagen es fundamental y no hay mejor imagen que la del fondo de un museo. El otro día por ejemplo estuvimos con Rosalía en el Museo del Prado y juntas a dos fenómenos y todo queda interesante y diferente. No hubiese sido lo mismo hacerle la entrevista teniendo de fondo la portada de su disco. El periodismo cultural también tiene que ser bello«.
Faceta de escritor
También aludió en su charla en la Casa Colón a su faceta de escritor. «Mis libros en realidad son una crónica más larga de lo habitual. Ya he publicado cinco obras y soy un cronista cultural y eso es lo que hago en mis libros. No aspiro ni oso ser un gran novelista. Ojalá, pero no. Cuento historias en televisión y esas historias sin la esclavitud del tiempo y de una forma más sosegada las traslado a mis libros«, matizaba.
De su última obra, 'La dama desconocida', y cómo le surgió la idea de escribirla, Del Amor señaló que «un hombre me dijo que tenía un Velázquez y en vez de hacer una crónica de televisión hice un libro. Me llamó la atención por la peculiaridad del coleccionista, que es alguien que me resulta familiar pero que me produce también mucho misterio. Es uno de los pintores más conocidos de nuestro país pero también es de los más desconocidos. Medró en la corte, tuvo un sueldo bien posicionado, pintaba como Dios, tuvo una hija, se casó... y todo eso dio lugar a una leyenda relativamente reciente. Llevaron su fama a Francia cuando empezó a ser conocido algo tarde y después se convirtió en el primer o segundo pintor más influyente de la historia del arte español. Tengo mis dudas entre Velázquez, Goya y Picasso. El orden yo tampoco lo tengo claro aunque quizás pondría primero a Picasso«.
Por último, mirando ya al futuro y sobre si continuará escribiendo libros, dijo que «me gustaría al menos cerrar la trilogía 'Emocionarte' y 'Retratarte'. Yo soy un periodista que escribe, invitado a esa fiesta. Tengo mucho respeto por la escritura. Ahora sólo pienso en la crónica de mañana en La Coruña con Annie Leibovitz y después también en el especial de resumen del fin de año que empezaré a hacer la semana que viene en el telediario«.
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