literatura
Voces del extremo: Moguer vuelve a convertirse en epicentro nacional de la poesía comprometida
Un centenar de poetas hispanohablantes se reúnen para alzar su voz y reivindicar a través de la palabra una sociedad más solidaria y comprometida
Recitales poéticos, conferencias, lecturas y actuaciones musicales componen el programa previsto en el encuentro
Moguer se llenará de poesía con el XX Encuentro 'Voces del Extremo'
Moguer acoge 40 horas de lírica y nueve conciertos durante la XIX edición del certamen ‘Voces del extremo: Poesía y Pachamama’
El XXV Encuentro 'Voces del Extremo' convoca hasta el sábado en Moguer a un centenar de poetas hispanohablantes que se reúnen para alzar su voz y reivindicar a través de la palabra una sociedad más solidaria y comprometida. El movimiento denominado poesía de la conciencia toma estos días la ciudad del Nobel que se convierte en escenario de medio centenar de actividades y acciones poéticas.
Auspiciado por la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez y coordinado por el poeta moguereño Antonio Orihuela, el encuentro se inauguró ayer en la casa-museo donde el director de la fundación, Antonio Ramírez, el concejal Enrique Soriano y el propio Antonio Orihuela, dieron la bienvenida a Moguer a los participantes en esta vigésimo quinta edición de un evento que cada año se convierte en uno de los grandes foros poéticos en castellano.
Tras el acto inaugural se inició el programa de actividades con una conferencia del artista gráfico moguereño Isaías Griñolo titulada 'Mercado Energético Puro. Un informe poético', una reflexión profunda sobre la situación crítica a la que está llevando al planeta el consumo desaforado de los recursos energéticos.
Exposiciones artísticas
Además de esta conferencia inaugural, también se abrieron al público dos interesantes exposiciones artísticas que podrán visitarse durante estos días, una con carteles y páginas manuscritas de las 24 ediciones anteriores del encuentro, y una segunda de la pintora Teresa Chacón titulada 'Dunas' que nos acerca el singular paisaje de las playas gaditanas con una técnica multidisciplinar que utiliza incluso pigmentos naturales recogidos en la zona por la propia autora.
La programación continuó ayer en el patio de la casa-museo con una lectura poética y una conferencia sobre poesía y ciencia, para finalizar en la Peña con un recital de fandangos de Huelva.
Durante tres intensos días la palabra poética se deja oír en calles, plazas y espacios públicos de la ciudad del Tinto donde se suceden de forma ininterrumpida recitales poéticos, conferencias, lecturas, actuaciones musicales y otras interesantes propuestas siempre impregnadas de una reivindicación activa que denuncia los comportamientos egoístas y faltos de sensibilidad que se han instalado en nuestra sociedad y amenazan el futuro del planeta.
La casa-museo del Nobel, su casa-natal en la calle Ribera, y la sede de la Peña de Cante Jondo de Moguer acogen la mayoría de estas actividades que también se desarrollan en las plazas de la Iglesia y del Marqués y en otros escenarios de una ciudad que vive y siente la poesía como pocas.
Voces del Extremo ha reunido en torno a la poesía en estos últimos años a más de dos mil poetas y se ha extendido como festival itinerante por diversas ciudades de España (Madrid, Barcelona, Sevilla, Béjar, Logroño, Candelario, Jerte...) y Francia (Sétè y Montpellier).
Impulsar discursos críticos
En palabras del coordinador del encuentro, Antonio Orihuela, la intención de estos encuentros es «recoger e impulsar una serie de discursos críticos que, de forma dispersa y a veces sin conocimiento entre sí, se estaban dando por todo el Estado desde finales de los años '80. Hoy somos un frente de oposición beligerante a las iconografías y los discursos que ha legitimado el capital, y pretendemos hacer frente a sus relatos excluyentes, a las imágenes y a los modelos que el capitalismo sanciona, sumándonos a la lucha por quebrar la actual construcción de la realidad y sus relaciones de dominación.»
«Las Voces del Extremo, heterodoxas, descreídas, insumisas y beligerantes contra el orden social, el pensamiento conservador y la profilaxis literaria, vuelven a tener en Moguer un ombligo desde el que crecer y una propuesta que ofrecer más allá de la literatura, para la vida, para la transformación de la vida, de lo que pensamos, de lo que soñamos y de lo que deseamos».
