ATLETISMO
El oro iberoamericano de José Manuel Cortés sabe a pizza 20 años después
Este 8 de agosto se cumplen dos décadas desde que ganó el título en Huelva 2004 y se quedó a las puertas de los Juegos de Atenas
«Aquel día que gané el oro fuimos a celebrarlo todos a una pizzería en Lepe y ya es tradicional ir allí todos los veranos», asegura
Cortés, 15 años con el oro iberoamericano: «La ilusión con la que vivo el atletismo ahora es la misma o incluso mayor»
Una década tras los 800 metros dorados de Cortés

José Manuel Cortés Medina (Lepe, Huelva, 10-6-1983) lleva días siguiendo los Juegos Olímpicos de París 2024. En los huecos que le deja el trabajo, la familia y sus entrenamientos, se sumerge en el acontecimiento más importante del mundo. 20 años atrás él pudo haber estar representando a España en los Juegos Olímpicos de Atenas, un intento que tuvo como impulso su medalla de oro en los 800 metros del Campeonato Iberoamericano Huelva 2004. Allí, el 8 de agosto, hizo feliz a Lepe y toda la provincia al cruzar primero la línea de meta del Estadio Iberoamericano y parar el crono en 1:46.51. Afortunadamente, en su carrera ha vivido más momentos felices, aunque ninguno como ése.
20 años después de ese instante mágico, en el que llenó de gloria a la familia del atletismo, que tiene entre sus continuadores a la también lepera Laura García-Caro, este año cuarta europea y séptima en los Juegos de París, a Cortés le sigue motivando correr. Lo necesita y lo disfruta. También monta en bicicleta. En esas dos décadas transcurridas su pasión e ilusión están intactas, pero ahora es padre y tiene pendiente enseñarle a su hija el video de esa carrera grabada en el recuerdo de muchos onubenses. Quizás sea este fin de semana, antes o después de celebrar con pizzas otro aniversario.
Acerca de cómo le suena que hayan pasado 20 años de su oro en los 800 metros del Campeonato Iberoamericano Huelva 2004, declara a Huelva24.com que «Ufff, 20 años casi nada. Cuando estás ocupado el tiempo pasa rápido y en estos años han pasado muchísimas cosas en mi vida, pero quiero destacar que sigo haciendo lo que me gusta. El deporte y correr forman parte de mi día a día».
«He tenido la suerte de vivir grandes momentos, pero como el oro iberoamericano en casa nada»
José Manuel Cortés
Atleta
Sin duda este logro ocupa un lugar privilegiado en su carrera deportiva. «Evidentemente el oro iberoamericano está por encima del resto. Es complicado quedarse únicamente con eso, porque pasan muchas cosas en una carrera deportiva y he tenido la suerte de vivir grandes momentos, como correr una Universiada o los Campeonatos de España, pero como el oro iberoamericano en casa nada». Añade que «de hecho es el único campeonato internacional que se ha hecho hasta el momento allí y claro que ese recuerdo es especial y está por encima del resto».



Han pasado 20 años pero aún le recuerdan cuando fue campeón. «Hay mucha gente que me lo sigue recordando, sobre todo este verano que hay Juegos Olímpicos. Me recuerdan lo poquito que faltó para ir a los Juegos. Desde luego, los del mundo del atletismo y la gente del pueblo me lo recuerdan mucho y este verano más».
Ese momento estelar fue el desenlace de un año que no estaba siendo el ideal. Cortés relata que «ese 2004 la temporada invernal salió bien pero no reflejé todo lo que yo había entrenado y continuó la temporada. Me costó arrancar para conseguir mi mejor marca, para en teoría poder estar en el Campeonato Iberoamericano y soñar, por qué no, con unos Juegos. Y en todos los mitines previos las cosas no salían. De hecho llegué al Campeonato de España quinto o sexto en el ránking, pero confié mucho en mí». Detalla que «venía de un Campeonato de España sub 23 en el que había quedado segundo cuando era el favorito para ganar». Entonces, rememora que «tomamos mi entrenador y yo la decisión de entrenar una semana en casa, en Lepe, en mi pista, tener otro tipo de distracciones y no centrarme sólo en los entrenamientos y disfrutar de la familia y descansar».
«El sentimiento que tenía era de dar el campanazo»
Y llegó el el Campeonato de España Absoluto, clasificatorio para el Iberoamericano. «Me presenté con mucha confianza, ganas e ilusión y la verdad es que aspirando a todo. Ya en la semifinal lo demostré, en la que corrí con Antonio Reina, y me clasifiqué ganando para la final. En la final cuando nadie contaba conmigo, pues ya teníamos tres atletas mínima olímpica, el sentimiento que tenía era de dar el campanazo». Continúa recordando que «me encontraba con muchísima fuerza y salí a ganar. Sabía que era muy complicado, que estaba Antonio Reina, pero tenía que ir a por todas por lo que había entrenado y la confianza que me dio esa semifinal. Salí a por ello, quedé subcampeón de España y me gané la plaza para el Iberoamericano».
Todo Lepe volcado
Así se ganó el poder disfrutar de todo lo que vino después en casa y con su gente. «A partir de ahí empiezan muchos recuerdos, porque llegué a casa tras el Campeonato de España y en Lepe ya estaban volcados conmigo. Mi familia que me sufrió en ese año, estaba súper contenta, y la gente se organizaba para pancartas y quedadas para ver la competición. Después pasó lo que pasó», relata.
Una celebración hecha tradición
«Aquel día que gané el oro fuimos a celebrarlo todos a una pizzería en Lepe y ya es tradicional ir a esa pizzería todos los veranos y probablemente vayamos este fin de semana a comernos una pizza iberoamericana Huelva 2004», comparte el atleta lepero sobre los bocados venideros y un sabor que le ha venido acompañando.
«Mi apuesta fue la de ganar en casa pero las dos cosas eran compatibles»
En el Campeonato celebrado en Huelva tenía «la presión de intentar hacer la mínima en los Juegos Olímpicos de Atenas y de ganar en casa. Mi apuesta fue la de ganar en casa pero las dos cosas eran compatibles». Indica que «sabía que para ganar iba a estar en la mínima o muy cerca. Sobre todo quería ganar y darlo todo en carrera. Esa última recta en que sopló un poco de aire y me tocó apretar mucho para ser campeón iberoamericano en contrarrecta pues igual me perjudicó. Pero no me arrepiento de nada». Afirma que «he disfrutado mucho del atletismo en todos estos años y he conseguido lo que tenía que conseguir. Espero que algún día, ya no como atleta sino como entrenador o aficionado, poder vivir unos Juegos Olímpicos desde dentro».
La dureza de la elite
Ahora en París se ve lo bonito y duro que es el deporte de elite. Al respecto, comenta que «estamos viviendo unos Juegos Olímpicos en los que unos consiguen medalla y otros se quedan muy cerca y no consiguen lo esperado». Admite que «me acuerdo mucho en la celebración de mi familia, junto con mi entrenador. Son los que están más cerca y más sufren. Este deporte al máximo nivel es muy sacrificado. Es un deporte individual donde todo lo que no hagas tú nadie lo va a hacer por ti y cuando las cosas salen bien y lo puedes disfrutar con tu gente en tu casa eso la verdad es que es indescriptible».
Muy ligado al deporte día a día
Los años han pasado y en la vida de Cortés hay una constante. «Mi vida está muy vinculada al deporte. Trabajo en Sprinter y formo parte de recursos humanos y formación. Me encanta ayudar a las personas a seguir creciendo. Además, no he dejado de correr en estos 20 años. Si estoy dos días sin correr me falta algo. Mi cuerpo necesita esa sensación de salir a correr cada cierto tiempo».
También practica mucho ciclismo «por socializar con otros amigos y la bici te permite eso y juntar a gente de distinto nivel. Además te lleva más lejos que corriendo y descubres nuevos sitios».
Compagina los dos deportes como aficionado, aunque corriendo sigue a un buen nivel. «Esta temporada del vigésimo aniversario me marqué como objetivo poder competir de nuevo en el estadio Iberoamericano en el Meeting en el mes de abril y con eso podemos poner el broche final».
Promete dar más guerra
Sobre si será esta la última vez, afirma que «si dios quiere José Manuel Cortés va a quedar para rato y voy a seguir corriendo y teniendo licencia con mi club, así que probablemente el año que viene algún dorsal y unas zapatillas de clavos me tenga que poner».
En estos 20 años ha sido padre, pero su hija aún no ha visto su carrera dorada. «No la ha visto todavía pero puede ser buen momento para ponérselo. Ha visto las últimas carreras mías y cada vez que salgo en televisión me está animando, como cuando compito cerca y va a verme», explica. También «cada vez que entreno en la pista ella está allí correteando y viendo lo que hacen papá y mamá. Si el día de mañana le gusta estaremos siguiendo los pasos de la peque».
José Manuel Cortés sigue de cerca el panorama atlético de Lepe donde «tenemos Laura García-Caro como referente absoluto y hay muchos chavales haciendo atletismo. Tengo una sobrina de Cartaya que entrena en Lepe y ha estado en el Campeonato de España tanto de pista cubierta como al aire libre y ahí está luchando por las mínimas y con los mejores. Siempre intento ir a verla y ayudarla en todo lo posible».
Ser entrenador
Otra forma de seguir vinculado al deporte es como entrenador y tiene en mente dedicarle más tiempo a esta faceta. «Durante las últimas temporadas he estado ayudando a Alberto Muriel, el hijo de Oché, en su preparación y mi mujer también ha estado entrenando a muchos chavales que ahora se van a la universidad a estudiar fuera. Mi objetivo a futuro es entrenar a niños del club, sobre todo a mediofondistas y fondistas, que en Lepe siempre hemos tenido tradición de eso y del cross».
«Quiero trasladarles mi experiencia y colaborar en lo que se pueda con los jóvenes«
«Quiero trasladarles mi experiencia y colaborar en lo que se pueda con los jóvenes que se inicien en el atletismo y que vayan progresando. Todos los Juegos Olímpicos hay una motivación especial y siempre se apuntan muchos al atletismo, así que espero llevar a cabo este proyecto», acaba diciendo. Seguramente que su entrenador sea el protagonista de una carrera siempre recordada multiplica aún más el impulso.