En un comunicado remitido a Europa Press, los propietarios de chiringuitos han señalado que la reforma del reglamento es lo esperado de un Gobierno progresista que restringe la actividad empresarial del sector turístico.
Y es que esta reforma, entre otras cuestiones, indica que los establecimientos (chiringuitos) no excederán de 70 metros cuadrados en una sola planta y sin sótano, de los cuales, 20, como máximo, podrán destinarse a instalación cerrada. Estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos. La distancia entre estos establecimientos no podrá ser inferior a 300 metros.
Además, se modifica el artículo 59, ya que en los lugares de paisaje abierto y natural, no se permitirá que la situación, masa, altura de los edificios, muros y cierres, o la instalación de otros elementos, límite el campo visual para contemplar las bellezas naturales, rompa la armonía del paisaje o desfigure la perspectiva propia del mismo.
Ante ello, desde las asociaciones se ha criticado que este Gobierno progresista no entiende aun que los chiringuitos son un elemento esencial de las playas de Huelva y Andalucía, toda vez que han añadido que los primeros interesados en la conservación del medio ambiente y biodiversidad son los profesionales y empresarios que trabajan en ellos.
Por otro lado, advierten de que se va a generar un grave problema para el turismo de sol y playa, que representa el 70 por ciento en España y más en Andalucía, ya que los turistas necesitan y quieren servicios de calidad en nuestras playas, y ello no puede darse de manera temporal.
La aplicación del reglamento va a requerir que la Junta de Andalucía aplique esta norma, pero sin minar la actividad turística de las playas. Tendremos que ver cómo evoluciona su aplicación en los chiringuitos. Pero desde el Gobierno están más preocupados del ecologismo que de la creación de puestos de trabajo y del turismo, ha concluido.
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