El Algarve y Huelva, las dos caras de la prosperidad
La reducción de la brecha económica con la otra orilla del Guadiana no se debe solo al crecimiento portugués, sino al propio estancamiento de Huelva, una realidad que la Cámara de Comercio considera el verdadero problema a resolver para el futuro de la provincia
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Iniciar sesiónNi siquiera es necesario bajar del coche para advertir que la frontera entre Huelva y el Algarve hace años que no es solo física. Cualquier onubense que hoy cruce el Puente Internacional del Guadiana comprobará cómo el grave deterioro que sufre la A-49 española contrasta con el estado de la autovía A22 portuguesa. Ya sin peaje desde el pasado mes de enero, desde hace años es un símbolo evidente de las desigualdades en el trato que reciben las dos orillas de la frontera desde sus respectivos gobiernos. Y también la carta de presentación del Algarve ante sus visitantes y vecinos del sur de España.
Si bien hoy ambas regiones comparten problemas, el relato de las últimas dos décadas y media es el de una carrera en la que el liderazgo ha cambiado de manos en más de una ocasión. Así, a comienzos del nuevo milenio, la provincia de Huelva partía con una clara ventaja sobre su vecina portuguesa. Con un PIB per cápita de 13.036 euros, la economía onubense superaba en casi un 9% al Algarve, que registraba 11.929 euros por habitante. Esta diferencia reflejaba el peso del polo industrial de la provincia y su diversificada estructura productiva, que le daban mayor músculo económico frente a un Algarve aún muy dependiente del turismo estacional y con una economía menos desarrollada.
El 'sorpasso' del Algarve
Sin embargo, la primera década del siglo XXI trajo consigo una transformación espectacular en el Algarve. Impulsada por un boom turístico e inmobiliario sin precedentes y por la masiva inyección de fondos estructurales europeos, la región portuguesa experimentó un crecimiento vertiginoso. Para 2005, el PIB per cápita de nuestros vecinos ya superaba los 20.000 euros, sobrepasando a Huelva. La década culminó en 2010 con la máxima brecha registrada entre ambos territorios: mientras Huelva alcanzaba los 17.407 euros, el Algarve se disparaba hasta los 22.521 euros, una diferencia de más de 5.000 euros favorable a la región portuguesa.
«Históricamente existía una brecha entre la parte de Portugal y la zona limítrofe de Huelva que, en los últimos 10 o 20 años, se ha reducido de manera muy significativa», confirma a huelva24 Arsenio Martínez, director general de la Cámara de Comercio de Huelva. Pero matiza que «esto no ha ocurrido solo porque Portugal haya avanzado, que lo ha hecho, sino porque Huelva ha estado estancada, que es lo que realmente nos preocupa».
Sin embargo, este primer cuarto de siglo tampoco ha sido un camino de rosas para el Algarve. La crisis financiera global y la crisis de la deuda en Portugal la golpearon con especial dureza. Su economía, hiperdependiente del turismo, se demostró mucho más vulnerable a las turbulencias internacionales. El PIB per cápita de la región se desplomó, cayendo en 2015 hasta los 18.288 euros. Huelva, aunque también sufrió la recesión, resistió mejor gracias a la diversidad de su tejido productivo, sostenido en sus tres pilares turismo-agricultura-industria. En ese mismo año, la provincia onubense registraba un PIB per cápita de 17.189 euros, reduciendo la diferencia a apenas 1.100 euros y situando ambas zonas prácticamente en un empate técnico. La crisis había borrado de un plumazo la enorme ventaja que el Algarve había acumulado durante su década dorada.
La pandemia de COVID-19 supuso otro punto de inflexión, especialmente para el Algarve y su 'monocultivo' económico. El cierre de fronteras y el parón del turismo mundial provocaron una caída del PIB real del 13,8% en 2021, la segunda mayor de toda Europa, poniendo de manifiesto una vez más la fragilidad de un modelo económico basado casi exclusivamente en un solo sector.
Los datos más recientes (2022-2024) confirman una nueva inversión en las posiciones. Huelva, con un PIB per cápita de 25.475 euros en 2022, ha recuperado una ventaja sustancial sobre el Algarve, cuyo PIB estimado para 2023-2024 se sitúa entre 21.000 y 24.000 euros, lo que pone a Huelva de nuevo en la posición de liderazgo que ostentaba a principios de siglo.
Para Arsenio Martínez, esta volatilidad nos deja algunas lecciones importantes: «Huelva arrastra una deuda histórica, no de ahora, sino de muchos años atrás, con un déficit de inversión en infraestructuras que se agrava no solo porque no las
«Huelva arrastra una deuda histórica con un déficit de inversión en infraestructuras que se agrava no solo porque no las tengamos, sino porque nuestra zona limítrofe sí las va teniendo»
Arsenio Martínez
tengamos, sino porque el resto de nuestra zona limítrofe sí las va teniendo». Y quizá el ejemplo más claro de la distinta implicación de los gobiernos español y portugués es el proyecto del tren de alta velocidad Faro-Huelva-Sevilla. Mientras Portugal ha incluido el tramo hasta la frontera en su Plan Nacional de Ferrocarriles, declarándolo estratégico, el Gobierno español ha mostrado una actitud que en Huelva se ha calificado de ambigua y poco comprometida. «La alta velocidad es más que un tren, es la creación de un eje económico y social que uniría dos de las zonas con más potencial turístico de Europa», señala Martínez, que insiste en que «necesitamos el mismo grado de implicación en España que en Portugal, con plazos y presupuestos concretos».
De hecho, «Huelva no tiene comunicación por ferrocarril, ni por AVE, ni por tren convencional, con el Algarve», lamenta Martínez, «y podemos seguir enumerando una serie de agravios comparativos, cuando en otras provincias y zonas sí se han hecho esas inversiones tan necesarias». Para el director de la Cámara, la falta de proyectos es clave para atraer inversiones: «El Algarve, que es un territorio muy similar en tamaño a Huelva, tiene diez veces más turistas que nosotros, lo que es indicativo de que las inversiones en infraestructuras de comunicación generan llegada de estos turistas a un territorio».
Un futuro prometedor
Pese a la situación actual, el director general de la Cámara de Comercio de Huelva se muestra optimista sobre el futuro a medio plazo de la provincia. «El futuro de Huelva es infinitamente mejor que el del Algarve si los proyectos que tenemos en el ámbito industrial llegan a buen puerto», para lo cual considera imprescindible el apoyo decidido de las administraciones. «Espero que en los próximos 20 años vivamos una revolución similar a la que supuso la llegada del polo de desarrollo. Las perspectivas económicas de Huelva son muy buenas, aunque la foto fija a día de hoy no sea muy positiva». La clave, según él, reside en la transición hacia un nuevo modelo productivo, ya que «el salario medio de Huelva es de los más bajos que existen, porque una gran parte de nuestro PIB procede de la agricultura, y los sueldos en ese sector son más bajos que en el turismo, que es el motor del Algarve. Sin embargo, los proyectos industriales y de energías verdes que se están planteando en Huelva suponen hablar de otro tipo de salarios y de un modelo de crecimiento mucho más sólido».
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