El Rocío 2025: la Hermandad de Emigrantes avanza ya al Rocío con la caravana más grande de su historia

Miércoles de carretas en Huelva. Miércoles de Emigrantes. La ciudad onubense ya camina hacia la aldea de El Rocío y lo hace acompañando al Simpecado de la Concha Peregrina. La Hermandad de Emigrantes realizó su salida a primera hora de este miércoles entre la alegría de los que van y la emoción de los que quedan en tierra, con el deseo de encontrarse pronto en la aldea frente a la Virgen del Rocío.

Temprano empezaba la jornada en el paseo de la glorieta. El campanil anunciaba el inicio de la misa de romeros pasados unos minutos de las siete de la mañana y muchos eran ya los rocieros que comenzaban a llegar y se agolpaban a las puertas de la casa hermandad. Una fresca temperatura recibía a los hermanos de Emigrantes, presagiando una agradable jornada de camino para los romeros. Más de 4000 romeros integran la comitiva de esta romería, la mayor cifra que se tiene constancia en la hermandad.

El obispo de Huelva, Santiago Gómez, celebraba un año más esta misa de despedida a los romeros y daba la bendición a los hermanos, poniendo el punto y final a una misa que contó con las voces del coro de Emigrantes. Acto seguido, la hermana mayor para esta romería de 2025, María José Muiño, junto a su familia, fue la encargada de elevar al cielo onubense el Simpecado de Emigrantes y dirigirse hasta la carreta de plata, que primorosamente adornada con un exorno en tonos rosas y las características cintas con los colores de España y de Huelva, aguardaba a las puertas de la capilla. El presidente entregaba el Simpecado pidiéndole a la hermana mayor «llevanos al Rocio Maria Jose, que tengamos un Pentecostes pleno». Los sones del himno de España interpretado por los tamborileros acompañaron estos momentos de emoción.

Una carreta que llevaba consigo las oraciones de cientos de personas, simbolizadas en las diferentes medallas que pendían de las columnas de plata o en los numeroso broches que lucía el Simpecado. Broches que reflejan también las relaciones de la filial rociera con diferentes hermandades como las de la Cinta, la Lanzada, el Nazareno o la Santa Cruz, o instituciones como la Marina o la Guardia Civil. La Medalla de Huelva lucía bajo la concha de plata, anudada por un cordón con los colores onubenses.

La emoción se palpaba en esta mañana rociera y entre vivas a la Virgen del Rocío, a la patrona de Almonte y a la Hermandad de Emigrantes las campanillas que coronan el techo de la carreta iniciaban su tintineo al son que marcan las mulas. Huelva empezaba a caminar hacia la aldea, los romeros de Emigrantes se convertían en la avanzadilla de una ciudad que inundará El Rocío durante todo el fin de semana.

Nada más dar los primeros pasos llegaban las primeras paradas. Ante la Policía Local y la Policía Nacional primero, poco después ante el Cuartel de la Guardia Civil. Las sevillanas y los buenos deseos para el camino se sucedían a cada parada, agradeciendo la hermana mayor y el presidente de la hermandad, José Francisco Garrido, las atenciones de todos. Las muestras de cariño siguieron sucediéndose durante todo el recorrido por las calles de la ciudad. Ofrendas en forma de cantes, de rezos y de flores colocadas a los pies del Simpecado o llovidas desde los balcones de la ciudad.

Especial fue la llegada del Simpecado a la plaza de la Constitución. A las puertas del ayuntamiento la carreta era recibida por una lluvia de pétalos mientras los numerosos onubenses que allí se agolpaban para despedir a la hermandad entonaban la salve rociera. Estampas típicas de la salida de las hermandades del Rocío que en el caso de Emigrantes se recuperaron el pasado año. El recorrido por la ciudad aun dejaría otras estampas especialmente emotivas, como el discurrir junto al monumento a la Virgen del Rocío o el rezo de las Hermanas de la Cruz al paso del simpecado por la Plaza Niña.

La Comandancia de Marina marcó un año más la despedida definitiva de la hermandad. Los escasos cohetes que durante la mañana resonaron en el cielo gris anunciaban a todos los onubenses que, tras el rezo de la salve marinera, Emigrantes se echaba definitivamente a los caminos para encontrarse con la Virgen del Rocío en la tarde noche del jueves. Unos 400 peregrinos a pie junto a otros tantos caballistas, 19 carros tradicionales, 10 enganches de charrés, jardineras y manolas, 27 vehículos a motor y tractores y 6 cucas seguirán la estela que va dejando la Concha Peregrina por los caminos de la Virgen.