La salida de Montemayor redondea el viernes romero en Huelva
Los devotos de la patrona de Moguer iniciaron en la mañana de este viernes su camino desde la capital hasta los pinares de Montemayor
Viernes romero en Huelva: La Hermandad filial de la Bella de Huelva ya camina hacia tierras leperas

Huelva despidió a sus romeros en la mañana de este segundo viernes del mes de mayo. Si a primera hora lo hacía con la filial onubense de la Bella, una hora más tarde hacía lo propio con la Hermandad de Montemayor, que camina ya hacia tierras moguereñas.
Sin solución de continuidad en el barrio del Polvorín, nada más partir la primera de sus hermandades de gloria comenzaba la misa de romeros de la filial onubense de Montemayor. La más veterana del día volvía a salir en horario de mañana, tras hacerlo por la tarde el pasado año, con la intención de llegar a las plantas de la patrona de Moguer al caer la tarde de este mismo viernes. Mientras en el interior del templo se rezaba a la Virgen, fuera se daban los últimos preparativos al carretón y los peregrinos cargaban con sus pertenencias los carros que conformarían la comitiva.
Entre cohetes y vivas a la Virgen de Montemayor, a la Reina de los Pinares y a las hermandades de Moguer y Huelva, el Simpecado que realizara Paco Contioso era colocado en un carretón que poco a poco, con trabajo y esfuerzo, la hermandad va culminando. En este año, la madera tintada se ve completada con el estofado y policromado de las flores que decoran el cajón del carro, junto a las cartelas pictóricas que rematan el techo. Estrenos que junto a las coronitas de los candelabros y las jarras de entrevaral de orfebrería dejan entrever ya cómo será el aspecto definitivo de este proyecto, a la espera del policromado del techo del carretón y los arcángeles tenantes de las cartelas.



Para esta romería el carretón se completaba con un escogido exorno floral en tonos malvas, corales y morados en los que destacaban las rosas, los claveles y los delfinios. José María Gómez volvía a portar en este Año Santo Jubilar la vara de mayordomo y tras unos vivas a la Virgen de Montemayor, se iniciaba el camino al son que marcaban las campanillas del carretón y los toques de tamboril abriendo la comitiva.
La Hermandad filial de Montemayor abandonaba el barrio del Polvorín e iniciaba un nuevo caminar por la ciudad de Huelva, llegando este año hasta la Plaza Niña. Un itinerario que a última hora ha sido modificado respecto al planteado en un principio, eliminándose el paso de la hermandad por las puertas del Ayuntamiento de Huelva. Pese a ello, el consistorio quiso despedir a los devotos de la patrona moguereña, acompañando la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, a la hermandad en su salida junto a otros miembros de su equipo de gobierno.
Flores y ofrendas se depositaban a los pies del Simpecado en su caminar por la ciudad, ofrendas que también caían en forma de lluvias de pétalos y de papelillos. A su llegada a la plaza Niña el Simpecado se paró a las puertas del convento de las Hermanas de la Cruz, donde las monjas recibieron a la filial onubense con sus rezos. Junto a ellas, los pequeños del Colegio María Inmaculada pusieron la nota más tierna a la mañana con sus cantes al Simpecado.
Apenas hora y media después de iniciar su caminar, la Hermandad de Montemayor de Huelva pasaba junto a la estación de tren y ponía rumbo hacia tierras moguereñas, teniendo su primera parada junto al Monumento a Colón antes de emprender el camino en dirección a La Rábida hasta llegar al Coto de Montemayor.