huelva solidaria
Casi tres décadas 'Abriendo Puertas'
La Asociación Abriendo Puertas surgió por un pequeño grupo de familias que querían ofrecer un futuro digno a sus hijos con discapacidad
Contra la droga y por las personas, una labor incansable de la AOCD en Huelva
S. M.
Huelva
«Aquí no solo trabajamos con personas con discapacidad, trabajamos con sus sueños, con su futuro, con su derecho a tener oportunidades». Con esta frase, Mariló Contreras, gerente de la Asociación Abriendo Puertas, resume el espíritu de una entidad que lleva casi treinta años cambiando vidas en Moguer y en toda la provincia de Huelva.
Contreras habla con serenidad y orgullo de una historia tejida con compromiso, constancia y mucha empatía. «El año que viene cumplimos 30 años. Nacimos de una necesidad, de un grupo de familias que no tenían dónde acudir cuando sus hijos con discapacidad terminaban la etapa escolar. No había recursos, no había salidas, y decidieron unirse para crear lo que no existía», recuerda.
Una historia de lucha y crecimiento
La Asociación Abriendo Puertas nació en 1996 impulsada por un pequeño grupo de familias que querían ofrecer un futuro digno a sus hijos con discapacidad. Lo que empezó como una iniciativa casi doméstica se ha convertido con los años en un referente provincial en atención, inclusión y formación.
«Comenzó como algo puntual, sin grandes medios, pero con mucha ilusión. Con el paso del tiempo, conseguimos consolidarnos como asociación, ampliar servicios y profesionalizar nuestro trabajo», explica Contreras. En el año 2000 se incorporaron nuevos programas y se empezó a gestar el sueño de un Centro Especial de Empleo, que finalmente se hizo realidad en 2005.
Desde entonces, Abriendo Puertas ha crecido hasta contar con infraestructuras propias y equipos multidisciplinares, convenios con administraciones y una sólida red de apoyo que abarca desde la atención infantil temprana hasta la inserción laboral. «Hoy somos una gran familia formada por profesionales, usuarios, voluntarios y padres que creen en un proyecto común», afirma.
De los primeros pasos a la vida adulta
Uno de los pilares de la asociación es el Centro de Atención Infantil Temprana, que atiende cada año a unos 90 niños de Moguer y municipios cercanos. Los pequeños, derivados desde los servicios de pediatría, reciben atención especializada entre los 0 y 6 años para estimular su desarrollo.
«La mayoría presenta algún tipo de retraso madurativo o trastorno del desarrollo. Nuestro objetivo es ayudarles a avanzar, a mejorar sus capacidades y a ofrecer a las familias un acompañamiento cercano y profesional», explica Contreras.
A partir de los seis años, los niños pueden continuar en los servicios de Logopedia y Educación Especial hasta los 21. En los últimos años, la asociación ha reforzado su atención con un servicio de psicología y un aula específica para el Trastorno del Espectro Autista (TEA). «Hemos visto un incremento importante de casos de autismo y TDAH. Por eso creamos un espacio específico para ellos, donde reciben una atención más adaptada a sus necesidades», señala la gerente.
Un futuro con nombre propio
Cuando los jóvenes alcanzan la mayoría de edad, comienza otra etapa. La entidad cuenta con un Centro de Día Ocupacional concertado con 15 plazas, que atiende a adultos con discapacidad intelectual procedentes, en su mayoría, del sistema educativo. «Les ofrecemos una alternativa real, un entorno donde seguir creciendo y sintiéndose útiles. No es solo una atención diaria, es una forma de mantener la motivación y la autoestima», asegura la gerente.
El siguiente paso es la integración laboral. En 2005 nació el Centro Especial de Empleo, que hoy cuenta con 13 trabajadores, 12 de ellos con discapacidad intelectual. «Queremos que tengan una oportunidad real de trabajar, de demostrar que son capaces. Muchos de ellos proceden de entornos rurales donde encontrar empleo es más difícil, por eso este centro es un orgullo para nosotros», comenta Contreras.
En 2019, la asociación dio un paso más al crear la Agencia de Colocación para personas con discapacidad, la única de su tipo en la provincia de Huelva. Funciona como una bolsa de empleo especializada que pone en contacto a los usuarios con empresas del entorno. «Nos convertimos en su enlace con el mercado laboral. Los ayudamos a preparar entrevistas, redactar currículos y gestionar ofertas. Algunos ya trabajan en empresas ordinarias, y eso es un éxito compartido», destaca.
Un equipo que nunca se rinde
La labor de Abriendo Puertas no sería posible sin el trabajo de un equipo profesional comprometido y un grupo de voluntarios que apoyan en todas las actividades. «Son personas maravillosas, siempre dispuestas a ayudar. Intentamos cuidarlas al máximo, porque sin ellas no podríamos llegar tan lejos», afirma Contreras con emoción.
Ella misma conoce bien el esfuerzo que implica dirigir un proyecto así. «Entré en 2007 como administrativa, aunque mi formación es de maestra de Educación Primaria y Especial. Desde 2014 estoy al frente de la gerencia. Trabajar aquí es una satisfacción enorme, pero también un reto constante. Hay que poner mucho de tu vida personal al servicio de esto, porque los recursos son limitados y las necesidades, infinitas. Pero cuando ves los avances de un niño o el orgullo de una familia, todo merece la pena», confiesa.
Casi tres décadas abriendo puertas
Con la mirada puesta en su 30 aniversario, la asociación sigue creciendo y adaptándose a las nuevas realidades. Además de su labor educativa y laboral, Abriendo Puertas participa activamente en la vida social, cultural y deportiva de Moguer, generando inclusión y sensibilización.
«Lo más bonito de todo este camino es ver cómo algo que empezó con la preocupación de unas pocas familias se ha transformado en una red de oportunidades para tantas personas. Seguimos abriendo puertas, porque aún quedan muchas por abrir», concluye Contreras, con la emoción de quien ha dedicado su vida a sembrar futuro.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión