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El museo más pequeño del mundo se encuentra en este pueblo de Huelva: cada año lo visitan cientos de personas

El alma de este proyecto es Carlos José Romero, vecino del pueblo, quien decidió rescatar del abandono una antigua cuadra y objetos familiares para transformarlos en un pequeño museo lleno de historia

Tiene menos de 300 habitantes y está a más de 500 metros de altura: así es el desconocido pueblo mágico de Huelva que tienes que visitar este otoño

Objetos del museo efe

S. M.

Huelva

Eel pintoresco municipio de Almonaster la Real se esconde un lugar tan insólito como encantador. 'El buscador de setas', un diminuto museo que muchos ya señalan como el más pequeño del mundo. A pesar de su tamaño, por ser una antigua cuadra rehabilitada, cada año atrae a cientos de visitantes curiosos por descubrir este singular espacio etnográfico.

Una cuadra convertida en museo

El alma de este proyecto es Carlos José Romero, vecino del pueblo, quien decidió rescatar del abandono una antigua cuadra y objetos familiares para transformarlos en un pequeño museo lleno de historia. En una entrevista con El Diario, Romero explica que su objetivo era «condensar todo en el espacio que hay», una tarea que, a juzgar por el resultado, ha logrado con ingenio y dedicación.

Carlos José Romero efe

En sus escasos metros cuadrados caben décadas de memoria rural. Desde herramientas de labranza, utensilios domésticos en desuso, un quirófano de hace casi un siglo e incluso una habitación ambientada en la Edad Media, una de las favoritas de los más pequeños. Cada objeto tiene detrás una historia rescatada, muchas veces gracias a los propios vecinos, que avisan a Carlos cuando alguien va a tirar o derribar algo antiguo.

Un museo gratuito y vivo

Visitar 'El buscador de setas' no cuesta dinero. Carlos abre sus puertas sin horario fijo, dispuesto a enseñar su colección a quien se acerque. Las explicaciones, siempre amenas y personales, tampoco tienen precio, aunque el visitante puede colaborar adquiriendo un pequeño recuerdo: un imán por dos euros o un disco de un coro local por cinco, cuya recaudación se destina al mantenimiento del museo.

Objetos del museo efe

El espacio, además, tiene una ubicación especial. Se encuentra en un sendero que asciende desde el casco histórico hasta el castillo y la mezquita de Almonaster la Real, de modo que la visita se integra perfectamente en el recorrido turístico del pueblo, uno de los más bonitos de la provincia de Huelva.

La pasión de un coleccionista

Romero no recibe ningún tipo de ayuda económica por parte de las instituciones. Todo lo que se ve en el museo es fruto de su esfuerzo personal y amor por la cultura popular. En su charla con El Diario asegura que el reconocimiento de los vecinos y la curiosidad de los visitantes son su mejor recompensa. «La gente me conoce, sabe lo que hago, y a veces me llaman para que vaya a ver cosas antes de que desaparezcan», explica.

Esa red de colaboración espontánea ha permitido que el museo crezca poco a poco, sin perder su esencia, siendo un espacio diminuto, pero lleno de alma, donde cada rincón guarda una historia.

Un rincón único en el mundo

Aunque su nombre pueda despistar, 'El buscador de setas' no está dedicado a la micología, sino a la memoria rural y a la vida cotidiana de otros tiempos. Lo que comenzó como una afición se ha convertido en un atractivo turístico más del municipio, una parada obligada para quienes disfrutan del turismo cultural y auténtico.

Su tamaño, su ubicación y la pasión que desprende su creador hacen que este pequeño museo de Almonaster la Real sea mucho más que una curiosidad, es un símbolo del valor del patrimonio popular y del poder de una idea sencilla llevada a cabo con ilusión.

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