De paseo a Portugal: el puente que borrará la 'raya' para ciclistas y peatones

Un proyecto en marcha pretende adosar una infraestructura ciclopeatonal al Puente Internacional del Guadiana uniendo las redes de senderos de ambos países

Todos los detalles del nuevo puente que unirá Portugal y España: dónde se construirá y cuándo podría estar terminado

Recreación de los senderos peatonal y ciclista en el Puente Internacional del Guadiana h24
H. Corpa

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La vieja aspiración de cruzar a pie o en bicicleta la frontera entre España y Portugal está un poco más cerca de hacerse realidad. Lejos de seguir siendo una barrera, la popular 'raya' se desdibujará un poco más gracias a una serie de proyectos de movilidad sostenible que, con el impulso de fondos europeos, tejen una red de pasarelas y carriles ciclopeatonales sobre los ríos que nos conectan, el Guadiana para el caso onubense.

Y es que el ya vetusto e infradimensionado Puente Internacional del Guadiana, que desde 1991 une por carretera Ayamonte y Vila Real de Santo António, podría estar a las puertas de sufrir una transformación con una importante carga simbólica: la incorporación de una pasarela ciclopeatonal. Este proyecto, impulsado por la Eurociudad del Guadiana, es la pieza central de una estrategia que busca derribar las últimas barreras físicas y convertir los tres municipios de la desembocadura –Ayamonte, Castro Marim y Vila Real– en una única ciudad transfronteriza, conectada y sostenible.

Resilient Borders

La propuesta consiste en construir una nueva infraestructura adosada al puente atirantado de 666 metros, permitiendo por primera vez un paso seguro y directo para peatones y ciclistas. Esta actuación es una de las conclusiones clave del estudio de planificación territorial Resilient Borders, una iniciativa piloto a nivel europeo que ha identificado la falta de conectividad peatonal como una de las principales carencias para la cohesión de la zona. El objetivo es que un residente o un turista pueda desplazarse entre los tres núcleos urbanos con la misma facilidad que si se moviera por una sola ciudad.

Técnicos del Algarve y de la Junta de Andalucía en un reunión para tratar este asunto h24

El plan, que se encuentra en fase de propuesta y estudio de viabilidad, tiene una duración estimada de 36 meses y no solo conectará las dos orillas, sino que integrará las redes de carriles bici y senderos ya existentes y las que se planean desarrollar a ambos lados de la frontera. De este modo, se creará un gran itinerario continuo que unirá las playas, las marismas y los centros urbanos, potenciando un modelo de turismo sostenible basado en la naturaleza y la cultura compartida.

Un modelo que se extiende por la frontera

La iniciativa de la Eurociudad del Guadiana no es un caso aislado, sino que forma parte de una tendencia que recorre toda la frontera hispano-lusa, especialmente en el norte. En la frontera del río Miño, en Galicia, ya se están materializando proyectos similares que sirven de ejemplo y precedente. El más avanzado es la reforma del Puente Internacional que conecta Salvaterra de Miño con Monção, donde un acuerdo firmado en 2023 por ambos países permitirá ampliar el tablero para añadir un carril bici y una senda peatonal, uniendo así la «Eurocidade Salvaterra-Monção».

Más al norte, entre As Neves y Monção, se proyecta un espectacular puente colgante de uso exclusivo para peatones y ciclistas, que enlazará rutas de senderismo de ambos países sobre el Miño. Y entre Tomiño y Vila Nova de Cerveira, un futuro sexto puente sobre el río será la pieza central del Parque da Amizade, concebido como el mayor parque transfronterizo de Europa.

Todos estos proyectos, impulsados en gran medida con financiación de programas de cooperación europea como el Poctep, comparten una misma filosofía: transformar la frontera, la 'raia', de una línea de separación a un espacio de unión y oportunidades económicas. La ampliación del Puente Internacional del Guadiana es, por tanto, el símbolo de un futuro en el que la movilidad entre el Algarve portugués y la costa de Huelva será más fluida y, sobre todo, más humana. Un futuro en el que cruzar de un país a otro será tan sencillo como dar un paseo.

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