La Sierra de Huelva rinde culto al fuego con las tradicionales candelas de la Inmaculada

Hogueras, rehiletes y «abelorios» protagonizan las distintas celebraciones en varios municipios en las que se organizan actividades gastronómicas dinamizadas por hermandades y vecinos

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Rehiletes en Santo Domingo en Aracena J. M. B. M.

JOSÉ MANUEL BRAZO MENA

Una de las tradiciones más arraigadas que se conservan en algunos municipios de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche al finalizar la temporada de recogida de la castaña es la de las candelas, que se celebran con distintas fiestas locales en el Puente de la Inmaculada. La tradición se forja entre lo agrícola, lo pagano y lo religioso, conformando auténticos espectáculos visuales, con los ciriales de castaño encendidos que exhiben los más pequeños.

En la localidad de Aracena, ya se han iniciado los preparativos para la Fiesta de los Rehiletes, una vieja tradición que se celebra la noche del 7 de diciembre, en el Puente de la Inmaculada, en la que las populares antorchas confeccionadas con hojas de castaño llenarán las distintas plazas de los barrios, en medio de las potentes luces de las hogueras organizadas por los vecinos en la víspera de la festividad de la «Pura», para vivir una velada mágica.

Cada barrio aracenense tiene su encanto y su hoguera característica. Durante las horas previas a la noche mágica del día 7, los vecinos se reúnen para colocar la leña que dará vida a la candela. Espacios como la Plaza Alta, la calle Alegre (junto a la Plaza de Toros), Cantarrana o Santo Domingo, entre otros, son lugares de obligada visita en los que no faltarán los niños para quemar sus rehiletes, que son los verdaderos protagonistas de este ritual.

Para confeccionar estos rehiletes, los días previos a la celebración los vecinos salen al castañar para ensartar las hojas secas de los árboles con una fina vara de olivo, formando una ristra sellada en la punta con una castaña. Limpiar el campo de hojas secas para permitir que la lluvia de invierno empape la tierra es una de las explicaciones al origen de la fiesta, celebrar el fin de la cosecha de la castaña es otra y la purificación del fuego una tercera.

Imagen principal - Las populares antorchas confeccionadas con hojas de castaño llenan las distintas plazas de los barrios de Aracena el 7 de diciembre
Imagen secundaria 1 - Las populares antorchas confeccionadas con hojas de castaño llenan las distintas plazas de los barrios de Aracena el 7 de diciembre
Imagen secundaria 2 - Las populares antorchas confeccionadas con hojas de castaño llenan las distintas plazas de los barrios de Aracena el 7 de diciembre
Las populares antorchas confeccionadas con hojas de castaño llenan las distintas plazas de los barrios de Aracena el 7 de diciembre J. M. B. M.

De esta forma, se ha forjado esta tradición ancestral, una de las más queridas por los aracenenses, y de las más espectaculares visualmente, por los círculos de fuego que trazan los participantes con sus rehiletes, fundamentalmente los niños. Tras prender las antorchas de hojas de castaño, se les va dando vueltas en el aire hasta que se consumen, dejando en la noche estelas de chipas y llamas de gran belleza.

La festividad se completará con distintas muestras gastronómicas, dinamizadas en las distintas candelas por las hermandades locales y los vecinos. En estas veladas de convivencia no faltará el tradicional mosto serrano, los dulces típicos, chocolate con churros y los «asaos» de productos ibéricos en las hogueras. Además, la tradición cuenta con un concurso fotográfico organizado por el Ayuntamiento para captar el acontecimiento.

Inmortalizar en imágenes las espirales de fuego

De esta forma, para dejar constancia de esta tradición tan arraigada y con tanta plasticidad son muchos los fotógrafos profesionales y aficionados que se lanzan al reto de inmortalizar las espirales de fuego de los rehiletes y, desde hace años, el Ayuntamiento aracenense quiere premiar a quienes con sus fotografías contribuyen a poner en valor y difundir esta festividad tan señera e identitaria del patrimonio cultural y festivo del pueblo.

Tostón de castañas en Santo Domingo en Aracena J. M. B. M.

Así, para la ocasión propone un doble concurso fotográfico, el primero a través de la aplicación móvil Instagram y la red social Twitter y un segundo concurso vía email. Las imágenes para las redes deben ser etiquetadas con #Rehiletes2025 #Aracena y #destinorural y compartirlas, mientras que las fotografías digitales deben ser remitidas a juventud@ayto-aracena.es con un peso máximo de 3 MB, formato JPG y un límite de cinco imágenes.

Los "abelorios', variante de la fiesta

Las candelas de la Inmaculada tienen también otras variantes en diferentes puntos de la sierra en los que el fuego y la tradición van de la mano. En la aldea aracenense de La Umbría, los vecinos organizan una hoguera en la entrada del pueblo donde acuden los niños con sus 'abelorios' (similares a los rehiletes) para su quema. La Asociación 'El Pilar' concede premios a los de mayor tamaño y al niño que presenta mayor número, para mantener la tradición.

En Corteconcepción continúan instalándose las candelas de la Inmaculada, el día 7. Sus vecinos se reúnen en torno al fuego a partir de las 20:00 horas en la Era de las Cabras, donde permanecen junto a las llamas. También la plaza del Lavadero de Los Marines se convierte en punto de encuentro para esta tradición, en la que a partir de la media noche comienzan a quemar romero en las hogueras, proporcionando un perfume que inunda las calles marineras.

Una tradición del siglo XVII, en Zufre

Por su parte, la localidad de Zufre esta tradición que data del siglo XVII pero con otro encanto añadido. A partir de las 20.00 horas vecinos y visitantes comienzan a reunirse en torno a las hogueras que se encienden en la Plaza de la Iglesia, donde se hacen tostadas, se asan chorizos y salchichones, entre otros productos ibéricos, convirtiéndose en una animada velada de convivencia que se cierra con la quema de los `abelorios´ de los niños.

Candela de la Inmaculada en Corteconcepción J. m. b. m.

Previamente, los más pequeños han recogido en el campo largas ramas con las que fabrican los haces que se queman por las calles del pueblo. Esta tradición, según comenta el alcalde de Zufre, Santiago González Flores, es un rito ancestral que se celebra en la localidad desde 1630, con referencias documentales al culto de la Inmaculada que hablan de las candelas de la villa. Esta tradición que decayó en los años 90, se ha revitalizado y hoy se celebra con fuerza.

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