Desde Aldi a Pepco pasando por Kik o Burger King: las marcas detrás de los proyectos inmobiliarios de Pepe el Marismeño en Huelva

Con su empresa familiar, el artista se encuentra detrás de algunos de los aterrizajes de marcas más sonados de los últimos tiempos en Huelva

Su objetivo: seguir revitalizando el centro de la ciudad, mientras desarrolla también importantes parques comerciales en la provincia

El edificio del nuevo Primaprix en el centro de Huelva cuenta con viviendas y una fachada de 1902 recuperada

San Antonio, el barrio de moda que sigue creciendo y sumará nuevas superficies comerciales y de ocio

Pepe Gómez, 'El Marismeño', en la sede de sus empresas H.Corpa
María Carmona

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Pepe El Marismeño se expresa deprisa y, sobre todo, sin pelos en la lengua. No mide sus palabras ni tiene miedo a hablar de lo que sea: en este caso -salpicado con otros muchos asuntos y anécdotas-, de esa nueva faceta como inversor en proyectos inmobiliarios y comerciales que le ha llevado a ser el hombre detrás de muchas iniciativa exitosas, tanto en Huelva capital como en la provincia.

Repasa mentalmente un camino largo -pese a que apenas supera los 50 años- y en el que las curvas, es público, no han sido pocas. Lo hace de manera reflexiva y lo concluye satisfecho. Una nueva reinvención, una apuesta por algo que, a priori, no tenía nada que ver con él y su trayectoria, y resulta que le está saliendo bien. «Muy bien, de hecho».

«Yo es que soy muy constante, y como me proponga algo es complicado quitarme la idea», asegura quien está detrás del aterrizaje en Huelva de marcas como Pepco, Kik, Teddy o distintos Burger King y Aldi.

«La verdad que el mundo inmobiliario es un mundo que siempre me ha llamado, siempre me ha llamado la atención», confiesa. Tras más de tres décadas de vida en la carretera como artista, y otra etapa «fuera del mundo de las drogas, ya con mi clínica -el Instituto Galeno para tratar las adicciones- funcionando muy bien», el artista ha encontrado un destino inesperado en los proyectos inmobiliarios y comerciales.

Empezó con la hostelería —El Faro, Platero, Uno Beach Club— en 2016. Aquel año, estabilizada su vida personal y profesional, fundó Invermar, una empresa familiar y «simple, como soy yo», explica. Inversiones Marismeñas es la marca que, a día de hoy, está detrás de algunos de los grandes aterrizajes comerciales que han cambiado el panorama de Huelva y su provincia.

Pepe Gómez. 'El Marismeño', durante la entrevista h.c.

Pepe El Marismeño -a saber, José Luis Gómez Sierra- lo llama «la retirada del guerrero». En 2005 volvió a vivir a su tierra, y con su vida en orden y el Instituto Galeno rodando, fue hace diez años cuando decidió que era momento de crear. «Había perdido 15 años de mi vida por culpa de la droga. Que no los he perdido, porque todo lo que tengo se lo debo, en parte, a esa vida… Pero siento que he hecho mucho sufrir a mi gente», comparte. De esa reflexión nació la ambición de aportar algo más. «Tengo que darle algo a la vida. Tengo que crear, utilizar mis conocimientos y mis ganas de vivir para hacer cosas».

De Lepe a Huelva: los parques comerciales que han cambiado el mapa

De su aventura hostelera en Punta Umbría guarda una valoración agridulce, pues el éxito del proyecto no fue suficiente para evitar la polémica. «Me decepciona mucho Punta Umbría políticamente. Yo soy un enamorado de Punta Umbría, me considero de allí, y no hay derecho a machacar a una persona por ser famoso», señala, en referencia a las trabas y las acusaciones que se le hicieron cuando puso en marcha en Uno Beach Club.

Tras aquella etapa, lo vendió todo allí -mantuvo solo sus negocios en Huelva capital- y empezó a mirar hacia otro sector: el inmobiliario comercial.

«Invermar no vende pisos: crea proyectos, atrae marcas y busca inversores. Yo no tengo tiempo para vender pisos. A mí no me gusta vender, me gusta crear. Es mi parte artística», explica.

Su primer gran golpe fue el parque comercial de Lepe, una operación considerada modélica en el sector. «Montamos un pifostillo de la leche, hablamos con las marcas y buscamos un inversor de aquí de Huelva, para que el dinero se quedara en Huelva». El resultado: Decathlon, Leroy Merlin, Worten y otras grandes cadenas instalaron allí sus negocios, generando entre 300 y 400 puestos de trabajo y «suponiendo un revulsivo para toda la zona. Eso me dio un empujón de ánimo. Me dije: con esto puedo yo»».

Después llegó el parque de la Avenida San Antonio, frente a El Faro: Aldi, Burger King, y próximamente Kik, Rossmann y Fitness Park. Un enclave que ha cambiado una de las grandes entradas a la ciudad.

Hoy, los proyectos se multiplican, con operaciones en Aracena y Valverde, y un desarrollo de gran escala en Bollullos del Condado. «En Bollullos vamos a hacer un parque nuevo, importante, donde va Mercadona y seis mil metros de comercial. Vamos a darle un vuelco al Condado impresionante», avanza.

El centro de Huelva, preferente

El Marismeño asegura sin embargo que si algo le motiva es trabajar para revitalizar el centro de Huelva, donde la marcha de las grandes marcas de moda textil y el apagón progresivo del comercio dejaron una cicatriz profunda.

«Yo veo que el centro se queda muy tocado y Huelva se viene muy abajo comercialmente», pero «hace un tiempo que vengo notando un cambio. Las marcas están interesadas en venir. Huelva empieza a sonar otra vez».

Así, desde su oficina en la calle Concepción -«al lado de mi Nazareno»-, que define como «la madre de todo», dirige con su mujer y su hijo un entramado empresarial que combina dos ramas: Invermar, que «sólo trabaja aquí», atrae marcas y desarrolla proyectos comerciales, y Marismemil junto con otros socios, que compra, rehabilita y pone en valor edificios, en muchas ocasiones singulares.

Un ejemplo: el inmueble del número 12 de la calle Concepción, donde el pasado mes de septiembre abrió Primaprix. Allí, además de la llegada de la marca a los bajos, se ha recuperado una fachada de 1902 y se ha creado un conjunto de viviendas y oficinas.

Para llevar a cabo un proyecto similar acaba de adquirir el histórico edificio de La Ibense, donde se proyectan un local y ocho pisos de lujo. «Ese edificio no está protegido y los arquitectos nos propusieron algo moderno, pero yo ya les he dicho que me chirría, que creo que en el centro de Huelva hay que mantener un estilo.

Pepe habla con orgullo del movimiento de turistas que empieza a respirarse en el casco urbano y reivindica el peso del comercio local y de la hostelería, que es «la que ha luchado y peleado por esto, la que ha estado trayendo a la gente al centro en todo este tiempo».

Y, sobre todo, insiste en su motivación: «¿Por qué Huelva? Porque me quiero retirar en mi tierra y porque creo en Huelva. Creo en Huelva». Una Huelva donde sus proyectos, cada vez más numerosos, vienen transformando el paisaje comercial.

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