Virus del Nilo: Llamada a la calma ante la llegada de la temporada alta de mosquitos
El 90% de los mosquitos en Huelva no transmiten enfermedades y solo el 5% podría ser vector del virus, por lo que desde la Diputación se manda un mensaje de tranquilidad
La Junta adelanta un mes la vigilancia del mosquito del virus del Nilo
David Toscano: «Tenemos el mejor servicio de control de mosquitos de España»

Cada primavera, con el aumento de las temperaturas y la retirada de las lluvias, comienza en Huelva la preocupación por los mosquitos y, en particular, por aquellos potencialmente transmisores del virus del Nilo. Sin embargo, los expertos de la Diputación Provincial llaman a la tranquilidad y trabajan para desmitificar muchas de las creencias populares que generan una alarma injustificada entre la población.
«Yo considero que la alarma es excesiva. Estamos muy enfocados a dar tranquilidad», afirma con rotundidad Francisco Cáceres, jefe del Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva, quien recuerda que «somos la única diputación provincial que tiene un servicio dedicado exclusivamente al control de plagas de mosquitos en Andalucía». Una singularidad que, según el experto, «debe aportar seguridad y tranquilidad» a los onubenses.
Este 2025, los trabajos comenzaron de forma anticipada, concretamente el 21 de febrero, debido a las intensas precipitaciones registradas desde enero. «Debido al gran volumen de precipitaciones que se registraron en marzo y que empezaron en enero, provocó que comenzásemos los tratamientos, en vez de en marzo, a finales del mes de febrero», explica. Además, insiste en corregir algunos conceptos erróneos que persisten en el imaginario colectivo: «Nosotros prácticamente no fumigamos, hacemos aplicaciones, pulverizaciones o atomizaciones. El humo no lo utilizamos, esa es una terminología obsoleta». Este matiz no es meramente semántico, sino que refleja la evolución técnica del servicio hacia métodos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
La realidad tras los números
A la hora de valorar el riesgo real del virus del Nilo, Cáceres aporta datos que contrastan con la percepción popular. «Las especies vectoras del virus suelen estar en una proporción muy baja, en torno a un 5%, incluso menos«, aclara. La especie dominante en la provincia, que constituye »más del 90% de las capturas, es una especie que no es vectora de enfermedad« y se cría principalmente en zonas de marisma, el Aedes ochlerotatus caspius.

«En Huelva lo que marca la diferencia con otras provincias andaluzas o con el resto de España es la gran superficie que tenemos de marisma mareal«, explica a huelva24, señalando que de ahí proceden entre el 90 y el 95% de los mosquitos capturados en la provincia, la inmensa mayoría de los cuales no son transmisores de enfermedades.
El virus del Nilo, según aclara, «es del mosquito normal, porque es un mosquito que pica a un ave que lleva ese virus y estamos en una zona de paso de aves». Un ciclo natural que forma parte del ecosistema, pero cuyo riesgo para la población humana es mucho menor de lo que a veces se transmite.
Un servicio que evoluciona
La imagen tradicional del Servicio de Control de Plagas ha quedado obsoleta, según reconoce Cáceres. «Hace unos años, la imagen de nuestro servicio era un señor con botas de agua, un mono y una mochila cargada a la espalda. Esta imagen está superada», subraya el técnico, que ha impulsado una renovación visual con «fotos con dron, con avionetas, maquinaria pesada trabajando en la marisma», un reflejo del enfoque actual basado en la tecnología y la prevención.
«Muchas veces el ciudadano dice 'pero es que no he visto a la gente tratando este año'. Oiga, es que el tratamiento es la última opción a la que nosotros debemos acudir. Tenemos que hacer mucha más prevención y gestión del medio natural«, insiste Cáceres, subrayando el cambio de paradigma en el control de mosquitos.
Este cambio de enfoque también se materializa en el despliegue de un sistema de vigilancia estratégica. La Diputación ha establecido una red de trece estaciones de trampeo distribuidas por distintas 'eco-comarcas' de la provincia, desde Almonte hasta Arroyomolinos de León, pasando por Gibraleón, Hinojos o Beas. Este programa de vigilancia entomológica tiene como objetivo principal conocer la evolución de las especies potencialmente vectoras y su relación con los factores ambientales del entorno.

El experto destaca que «el virus está con nosotros», pero las capacidades actuales permiten una gestión mucho más precisa. «Afortunadamente, hoy las técnicas de identificación nos permiten identificar de qué virus se trata, no como hace años. Hoy podemos evaluar el riesgo de una manera mucho más afinada», señala.
Lejos de generar alarma, estos avances científicos deberían «tener un carácter fundamentalmente preventivo», permitiendo a la población »autoprotegerse y saber a lo que se enfrenta«. Cáceres lamenta que esta perspectiva no siempre se transmite adecuadamente: »Habitualmente esto no se sabe transmitir ni por parte de nosotros los profesionales, y probablemente también por parte de los medios de comunicación«.
El presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, ya reforzó este mensaje de tranquilidad, destacando que la provincia cuenta con «el mejor servicio de control de mosquitos de España». La detección de casos de virus en los sistemas de captura es precisamente una muestra de la efectividad de la vigilancia: «Es en nuestras trampas donde se cazan esos mosquitos», lo que permite actuar con rapidez donde sea necesario.
Recomendaciones prácticas
Para la ciudadanía, Cáceres ofrece recomendaciones sencillas pero eficaces. «Para el ciudadano yo creo que el mensaje es protegerse, evidentemente, cuando hay insectos, especialmente las personas que sean alérgicas, protegerse con repelente«, aconseja. En el ámbito doméstico insiste en »evitar el estancamiento del agua allí donde no sea el normal funcionamiento«, citando ejemplos como fuentes, bebederos de animales domésticos, macetas con platos o sótanos con deficiencias de drenaje.
La campaña de la Diputación incluye también actuaciones aéreas con larvicidas biológicos, como las realizadas en los estuarios altos de los ríos Tinto y Odiel, una intervención que abarca 800 hectáreas entre los términos municipales de Huelva, Gibraleón, Moguer y San Juan del Puerto.
«Hacemos compatible el controlar la plaga, proteger el medio y, sobre todo, la salud de los ciudadanos», concluye Cáceres, recordando que el equilibrio entre estos factores es fundamental para evitar el impacto negativo de las plagas de mosquitos en el desarrollo turístico y la calidad de vida de los onubenses.
«Esto es control cultural«, sentencia el jefe del Servicio de Control de Plagas, resumiendo una filosofía de trabajo que trasciende la mera aplicación de productos y se enfoca en la gestión integral de un fenómeno natural que, con el conocimiento y las herramientas adecuadas, puede controlarse sin generar alarmas innecesarias.