Si alguien se merece este ascenso del Recreativo de Huelva es Rubén Gálvez

Cuando hace justo dos años Rubén Gálvez aceptó el reto de volver al Recreativo de Huelva para jugar en la Tercera Federación, es decir, en la quinta categoría del fútbol nacional, muchos pensaron que a nivel personal se equivocaba en tomar esa decisión porque su nivel era perfectamente apto para fichar por algún equipo de Primera Federación.

Pero el de Aracena no sólo tenía desde hace tiempo ganas de volver a casa sino que le dolía el escudo y ver al Decano en el listón más bajo de su ya centenaria historia. Por eso no se le cayeron los anillos y se marcó el firme propósito de devolver al club albiazul a la categoría que como mínimo se merece, que es estar en el fútbol profesional lo antes posible.

Y está cerca de conseguir su segundo ascenso consecutivo. Ya en el pasado ejercicio el cancerbero, que acaba de cumplir 30 años, fue pieza básica para subir a la Segunda Federación a las órdenes de Alberto Gallego, ya que disputó 30 de las 32 jornadas ligueras, encajando sólo 17 goles y dejando su puerta a cero en 17 de esos 30 encuentros que jugó.

Y en el presente ejercicio el capitán albiazul ha sido el futbolista más destacado del grupo que adiestra Abel Gómez junto a Pablo Caballero. En la liga regular fue el meta menos goleado junto a Eric, del Antequera. Recibió 24 goles en 33 de las 34 jornadas, dejando su puerta a cero en 18 de ellas y recibiendo ocho tantos en dos de esos 15 encuentros en los que sí que le marcaron, cuatro el Betis Deportivo y otros cuatro el Torremolinos.

En los tres partidos de los 'play-offs' de ascenso, dos contra la Gimnástica Segoviana, uno de ellos con prórroga incluida, y el otro frente al Cacereño, Rubén Gálvez ha dejado su puerta a cero, algo que confía en volver a hacer este domingo. En todos los partidos, sin ir más lejos en el de la ida en el estadio Príncipe Felipe, aparece en dos o tres ocasiones como salvador del Decano, de ahí que pocos o podría decirse que ningún jugador del actual Recre se merece este ascenso a la Primera Federación.

El de Aracena es uno de los supervivientes de la plantilla albiazul de la pasada temporada junto a Juanjo Mateo, Manu Galán, Israel Peter, Adriá Arjona y Rubén Serrano. Formado en la cantera del Decano, debutó en el primer equipo en Segunda División en la campaña 2011/12 sólo unos días después de haber cumplido 20 años. Tras una cesión al Huesca, luego estuvo tres temporadas en el Decano, se marchó dos al San Fernando y una al Melilla y ahora es el 'gato' y gran guardián de la portería onubense.