confidencial
El runrún: La nueva Grosera tiene fecha
Ha llegado el momento que anunciaron los responsables de la que dice no ser la típica pastelería, La Grosera
Comunicaron hace un tiempo que cierra su clásico local en la calle José Nogales y se quedan con el de Holea a la espera de que esté listo un nuevo establecimiento en la calle La Fuente.
Se despiden no sin antes apelar al corazón de todos aquellos que pasaron por su primigenio espacio. Ese mensaje es el de «gracias», a personas de toda condición y circunstancia, pues cada estilo de vida y momento ha estado reflejado con una huella distinta en La Grosera.
«Gracias a todos los que habéis compartido un ratito en esta cafetería, a los que han desayunado con o sin prisas, a los que han merendado entre risas, a los que habéis celebrado cumples y eventos con amigos y familiares, a los que habéis echado horas tomando café y portátil en mesa, a los que han compartido momentos especiales con nosotros… En definitiva a los que habéis dado vida a este sitio y por supuesto a nuestro súper equipo de camareros y del obrador por dar siempre lo mejor», reflejó con sentimiento La Grosera en sus redes sociales, donde subrayó las gracias «por haber formado parte de esta aventura».
No obstante, avisaron que «ojo, que esto no es un adiós, sino un hasta luego», acabaron diciendo en una publicación que comenzaba diciendo que tienen «el corazón dividido», ya que «cerramos las puertas de nuestra cafetería de la calle José Nogales en el centro de Huelva para estrenar muy pronto nuestro nuevo local de la calle La Fuente».
Y justo ahí desvelaron lo que sus seguidores esperaban saber. Será acabando el verano cuando abrirán su nueva casa. «Volvemos en septiembre al centro de Huelva, mientras tanto os atenderemos en el centro comercial Holea en la planta de restauración todos los días con horario ininterrumpido de 10.00 a 22.00», comunicaron.
Ventiladores a base de chocolate con churros
Tal como suena. Una chocolatada con churros tras otra es lo que ha permitido a toda una comunidad educativa financiarse la instalación de ventiladores, tan esperados pero que nunca llegaban. La original iniciativa la han llevado a cabo en el Colegio Público Antonio Guerrero de Aljaraque.
En marzo el Ampa El Cantillo quiso adelantarse al calor que seguro vendría en primavera y el resultado son ocho ventiladores. «Queremos haceros partícipes de la compra de ocho ventiladores más para acondicionar las clases de nuestros hijos; esto no sería posible sin vuestra colaboración y apoyo. En esta ocasión, hemos podido hacerlo con el dinero recaudado en la actividad de la chocolatada con churros. ¡¡¡Seguimos!!! ¡¡Muchas gracias!!«, escribieron desde el perfil del colegio en Facebook.
El peligro del 'sharenting'
Seguro que les suena familiar: la foto de la primera ecografía, la del nacimiento con la hora exacta junto a su nombre y apellidos,... Son ejemplos de lo que los expertos consideran una puerta de entrada abierta de par en par para los cibercriminales. Y es que el 23% de los niños tiene presencia en línea incluso antes de nacer. Este porcentaje se dispara rápidamente, hasta el punto de que el 81% está en Internet antes de cumplir los 6 meses, según una encuesta elaborada por la firma de seguridad informática AVG en 10 países, entre ellos, España. Es lo que se conoce como 'sharenting' en inglés, del verbo 'compartir' (share) y 'paternidad' (parenting). Un fenómeno que se resume en compartir principalemente vídeos y fotos de nuestros hijos en Internet y redes sociales. Esto, además de afectar a su identidad digital futura, aunque no lo creamos puede llegar a convertirse en material de explotación sexual infantil, como advierten desde la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Tenemos la idea de que las personas que coleccionan imágenes de explotación sexual infantil solo coleccionan aquellas muy graves, pero la realidad es que las imágenes no sexualizadas de niños y niñas están especialmente presentes en las colecciones de los agresores. El 72% del material incautado a agresores penados (es decir, pedófilos que además abusan físicamente) eran imágenes del tipo 0 en la escala CIESI; es decir, fotos no sexualizadas, normales y cotidianas sacadas de nuestros álbumes familiares. Por eso, aprovechando que se aproximan fechas vacacionales, propicias para compartir estos recuerdos por medios digitales, nos animan a pesar que «esa inocente foto de mi niña jugando en la playa puede acabar en las colecciones de abusadores de cualquier lugar del mundo o incluso puede ser usado como reclamo en un perfil falso para embaucar y seducir a otros niños y niñas de los que abusar».
