El runrún: Gincana digital para ver a la Sub-21

Si es usted uno de los aficionados al fútbol que acudirá el próximo viernes al Nuevo Colombino a presenciar el partido entre la selección nacional sub-21 y la de Hungría y decidió comprar las entradas personalmente, pertenecerá a uno de estos dos grupos: el de aquellos que no han encontrado dificultad alguna en el proceso dispuesto por la Federación Española de Fútbol para la venta de tickets; y el de quienes han necesitado ayuda para conseguirlo o quizás aún están en proceso de lograrlo. Si pertenece usted a este último grupo, no se preocupe, porque es posible que sea el más numeroso. El sistema lleva más de un año en funcionamiento y, según el máximo organismo futbolístico del país, pretende monitorizar la trazabilidad de cada una de las entradas y el control de su distribución, «con la intención de combatir y erradicar los puntos de reventas físicos a las afueras de los estadios». Aunque el objetivo es loable, sin duda, lo que quizá no ha tenido en cuenta la RFEF es que se trata de un sistema complica enormemente el proceso, hasta el punto que muchos aficionados, los menos familiarizados con las nuevas tecnologías, habrán desistido o habrán tenido, en el mejor de los casos, que echar mano de alguien más ducho en estas cuestiones. Porque no hablamos de la típica compra de una entrada por Internet, algo que todos tenemos ya más o menos asumido y aprendido. La federación obliga a descargar su aplicación en el móvil (por lo que ingresará una buena cantidad en concepto de publicidad). En esta aplicación, que deberá dar de alta con un código personalizado, el usuario recibe la entrada o entradas previamente adquiridas en la web de la RFEF (cada una con nombre, apellidos y DNI). Aquí no acaba todo. Desde la aplicación deberemos indicar las direcciones de correo electrónico de las personas que utilizarán las entradas que hemos comprado, que a su vez deberán descargarse la aplicación de marras. Es aquí donde, cuando falten menos de cuatro horas para el inicio del partido, podremos activarlas para poder obtener a su vez un código QR que nos dará acceso al estadio. Y según el tutorial (porque es necesario un tutorial, como se podrán imaginar) olvídense de llevar la entrada en papel: «Ve al estadio con el teléfono cargado y accede con el código QR que aparece en tu entrada digital. Así de fácil». ¡Facilísimo, vaya!

Los conocimos en Youtube, poniendo finos a todo y a todos, sentando cátedra desde la terraza de un bar como señoritos o como perroflautas desde un banco. Fali y Rafi, 'El Cabesa' y 'El Culebra', Alfonso Sánchez y Alberto López, Los Compadres, se metieron en el bolsillo a toda Andalucía y gran parte de España con su parodia cargada de realidad, tan graciosa como certera de cómo somos. Luego dieron el salto a la televisión y el cine con películas como ''El Mundo es Nuestro' (2012) El Mundo es Suyo' (2018), 'El Mundo es Vuestro' (2022), donde ahondaron en un filón que ha coleccionado más y más seguidores. En este 2023 han ampliado el registro con 'Sembrando sueños' un documental sobre los hermanos Álvarez Quintero -Serafín y Joaquín, los reconocidos dramaturgos sevillanos de Utrera. Con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Joaquín Alfonso Sánchez dirige una joya audiovisual que les rinde homenaje con orgullo. En el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva se mostró en la gala de inauguración y gustó mucho al público congregado. Se dieron un baño de cariño dentro y fuera de la Casa Colón, pues se les pudo ver por el centro de Huelva disfrutando del ambiente y la gastronomía onubense. Como no sólo de cine vive el hombre, se dispusieron a probar las excelencias de un establecimiento especial como El Bar de Diego, en la plaza del Punto. El chef Diego Borrero sacó varios platos de su repertorio repletos de sabor que encantaron al dúo sevillano y otros componentes de su equipo. Se comieron la pantalla y también lo mejor de los productos onubenses. Con la sonrisa siempre plena disfrutaron y certificaron que en Huelva se come muy bien. Como ellos han apostillado siempre: «Eso es así».

Es un tratamiento que permite eliminar, de forma sencilla y segura, esas imperfecciones cutáneas benignas que en muchas ocasiones resultan de lo más molestas, y de las que nos queremos deshacer. El láser azul de alta potencia ya está en Huelva -se trata del equipo Milesman Blauman- para acabar con manchas, acrocordones, verrugas, arañas vascuares faciales o nevus, entre otras imperfecciones. Este láser permite eliminarlas en una sola sesión y ofreciendo resultados definitivos. Eso sí, siempre que un médico especialista confirme que se trata de imperfecciones benignas, sin mayor trascendencia médica. Porque por supuesto, por encima de todo deben estar la salud y la seguridad, aunque una vez garantizadas estas está también claro que, hoy en día, la cuestión estética es una preocupación común. Pero eso, que su búsqueda sea siempre con cabeza y a través de métodos fiables.