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Este es el error que todo el mundo comete al comer gambas de Huelva: «Es tóxico para el riñón»
Para poder disfrutar de este producto sin que exista riesgo alguno para la salud es necesario tener en cuenta una recomendación muy importante
¿Sabes diferenciar la gamba blanca de Huelva de otro tipo de gambas?
Dónde comer las mejores gambas de Huelva

Disfrutar de unas buenas gambas blancas de Huelva es un auténtico placer. Este producto tan conocido de la gastronomía onubense tiene un sabor extraordinario que lo convierte en todo un manjar. Aunque a la hora de consumirlo, es necesario tener en cuenta una serie de aspectos que pueden ser muy importantes.
Uno de ellos está relacionado con una práctica muy común entre las personas que consumen gambas: chupar la cabeza. Se trata de una costumbre muy habitual entre los comensales que, según han advertido algunos expertos, también puede tener sus riesgos para la salud.
¿Es bueno chupar las cabezas de las gambas?
La parte de la cabeza de las gambas contiene una serie de materiales que pueden ser peligrosos para el ser humano. En el año 2011, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aconsejó reducir el consumo de carne oscura que se localiza en la cabeza de los crustáceos.
El motivo no es otro que el cadmio. Se trata de un mineral que se puede localizar de forma natural en el medio ambiente y que está relacionado con otros minerales como el cinco, el cobre o el plomo. En el caso de las gambas, el cadmio se puede encontrar en la zona de la cabeza.
Esta es la recomendación de los expertos
El vicedecano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (CODINMA), Dámaso Rodríguez, recomienda que «a la hora de cocinar/consumir hay que tratar de evitar las cabezas por su alto contenido en cadmio», ya que en esta parte del animal se encuentra el hepatopáncreas, órgano donde se concentra este mineral.
Almudena Seijido y Rita Allegue, miembros del Consejo General del Colegio de Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, alertan de que este mineral «es tóxico para el riñón y si se almacena, el cuerpo puede tardar entre 10 y 30 años en eliminarlo».
El principal problema del cadmio es que se trata de un mineral muy perjudicial para el organismo que puede provocar diferentes problemas, sobre todo renales, ya que afecta principalmente a los riñones.
El cadmio no es el único peligro
Además del cadmio, las cabezas de las gambas pueden contener bacterias y microplásticos, que también son muy perjudiciales para el ser humano. Es el motivo por el que los expertos recomiendan no consumir las cabezas.
«Si se comen las cabezas de las gambas una vez al año no va a pasar nada; si las solemos ingerir con cierta frecuencia o preparamos fumets con ellas, sí que debemos tener precaución», indican desde el Consejo General del Colegio de Oficiales de Dietistas-Nutricionistas.
Según informan los expertos, comer las cabezas de las gambas de forma frecuente puede ser perjudicial para el organismo, por eso es una práctica que hay que evitar a la hora de disfrutar de este marisco tan característico de la provincia de Huelva.