NUEVO DISCO DEL CRONISTA POP DE LA CIUDAD
Rabino en las alturas
Lo había repetido hasta la saciedad. Son unos pedazos de músicos. Y así fue, una banda excelente arropó los temas del nuevo trabajo musical de Rafa Pérez (a) Rabino y El Editor, en su nuevo periplo en solitario.

Son los músicos que han grabado el álbum, de ahí que el concierto tuviera dos partes bien diferenciadas, la primera dedicada a los nuevos temas y en el que nos hurtaron el excelente videoclip del tema Guarrinos, una canción que habla del amor entre dos cerditos aracenenses, paisanos en consecuencia del genial músico del Mataero, y en el que actúa el propio artista, por lo que tuvo que poner cinco kilos de peso para estar a tono con las circunstancias.

En el concierto apenas se le notaba el sobrepeso, pero en la primera copla hubo de quitarse el chaquetón levita tan mono que llevaba y la camisa de hilo holandés comprada en el londinense y musical barrio de Camden, lugar de peregrinación de un tipo con alma popera como es Rafa Pérez, ahora Rabino.
Además del calor, lo que hizo el cantante fue abducirse en los numerosísimos seguidores que se dieron cita en el Gran Teatro. Habrá que decir que los alrededores de la entrada del edificio dibujado en los planos por el excelente arquitecto sevillano del 29 Pedro Sánchez Núñez, parecía desde media hora antes de la hora anunciada, que era un congreso del movimiento sionista, pero no. El personal lucía camisetas con el nuevo nombre del cantante, sombreros con sus trencitas cosidas a los lados y por supuesto unas ganas inmensas de oír los nuevos y los viejos éxitos de Rabino. Y hablando de éxitos, el concierto, que creo que aún no lo he dicho, fue un éxito total.
Comentábamos más arriba que se perdió, en la deliciosa marabunta que es un concierto de rocanrol, el videoclip de los guarrinos, tema que tocó la banda e interpretó y cantó Rafa Pérez acompañado por sus fans, que se sabían la letra de pe, de Pérez, a pa, de pasión. Otro tema que no solo cantaron a grito pelado los de la fan zone, sino todo el teatro, fue el muy conocido Carolina eres mi heroína, compuesto en tiempos que fueron mejores para la campeona mundial y que todo el mundo se sabe de memoria, a excepción de la propia jugadora, a la que probablemente los ecos de su ciudad no le lleguen más que de manera oficial. “Carolina, eres mi heroína. / Carolina eres mi corazón. / Por ti hasta me he comprado / un kit de badmintón, / en el Decathlon”.

Este tema y canciones similares que hablan del barrio obrero: “Fue en la calle D, la que va después de la calle C”, o del parque Moret y, en fin, de las cosas que pasan en esta ciudad, hacen de Rafa Pérez, con o sin los Përez, o de Rabino, el auténtico cronista de la vida cotidiana de la ciudad. Hace tiempo que los historiadores estudian la vida cotidiana para desentrañar cómo somos y adonde demonios vamos, objeto y fin del conocimiento de la Historia, pues bien, en el futuro los estudiosos irán a los archivos en busca de las canciones de Rafa Pérez más que a las tristes y fantasiosas, por no decir falsas, crónicas oficiales pagadas con publicidad de las hemerotecas. Rafa Pérez, haciendo historia.
Un magnífico concierto y efectivamente como aseguraba el artista, con una banda de altura, de mucha altura, como la que ha conseguido el artista entre sus cada vez más apasionados seguidores. Los Rabiners son el nuevo movimiento marginal de una ciudad que se resiste a vivir en la mediocridad inducida por la oficialidad. Las canciones de Rabino, sus impagables temas y esa manera de estar sobre un escenario –habrá que preguntarle a su cardiólogo qué le da-, y por supuesto la banda, hicieron que la noche del pasado jueves se viviera en el Gran Teatro un rocanrol puro y desinhibido, un rocanrol desnudo y legal, sin postureos, como debe ser, directo al corazón.

Rabino, concierto de Rafa Pérez, ya sin los Përez pero con una banda sensacional; Fernando Bazán, sintetizador, guitarra, productor y alma máter de este proyecto; Caye Carrasco, bajo; Lito Mánez, batería; y A. J. Blues, guitarra.
Gran Teatro. Aforo: 600 localidades (casi lleno); 28 de octubre, 2022. Público entregado y no solo en la Fan Zone. Se corearon muchas de las canciones.