J. J. Benítez en la Feria del Libro de Huelva: «Entiendo que muchos de mis libros son dinamita y algún día me pueden costar la vida»

«No creo en ninguna religión. Todas me parecen negocios más o menos descarados», señaló en la presentación de 'Luz de Tungsteno' y 'Están aquí'

«Lo siento por los que crean en la Biblia porque para mí es un naufragio y no tiene nada que ver con la historia de Adán y Eva», dice con gran rotundidad

J. J. Benítez presenta en Huelva un libro que «debería cambiar la historia, aunque lo dudo»

Lorenzo Silva, J.J. Benítez, Nieves Herrero, Inma Rubiales y los más destacados escritores onubenses, en la Feria del Libro de Huelva 2025

J. J. Benítez durante su comparecencia en la edición número 49 de la Feria del Libro de Huelva r. u.
R. Ubric

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El espacio de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ha acogido esta tarde, dentro de la edición número 49 de la Feria del Libro de Huelva y con una Plaza de las Monjas abarrotada, la presentación de las dos últimas obras de Juan José Benítez López, conocido como J.J. Benítez. Una ya publicada lleva por nombre 'Luz de Tungsteno' y en la misma trata de indagar sobre cuántos pensamientos importantes recibe a diario la mente humana. Y la otro se titula 'Están aquí' (sale la semana que viene) y denuncia el encubrimiento global sobre el fenómeno OVNI. En él expone como, a su juicio, las cúpulas militares de todo el mundo han ocultado información clave sobre los no identificados.

Benítez, escritor y periodista navarro de 79 años de edad que lleva ya un tiempo afincado en el núcleo costero onubense de El Rompido, ha cautivado a millones de lectores en todo el mundo y es sobre todo conocido por sus trabajos dedicados a la ufología y a tratar de investigar fenómenos inexplicables en los que invita a sus seguidores a debatir, explorar y reflexionar sobre los misterios de la historia y el universo.

Ha realizado trabajos para la televisión, conferencias, artículos de prensa y entrevistas con testigos de fenómenos ovni. Sus libros cubren una variedad de temas de ficción y no ficción que destacan su curiosidad tanto en investigación, como en filosofía, ensayos, cuentos cortos, poemas, historia y los grandes enigmas del mundo. Eso sí, su trabajo también ha recibido en multitud de ocasiones críticas de los escépticos con el fenómeno de los ovnis y con sus métodos, ya que un sector le acusa de realizar investigaciones poco rigurosas y de sostener posturas pseudocientíficas. En su conocida saga novelística 'Caballo de Troya' relata un viaje en el tiempo hasta la época de Jesús de Nazaret supuestamente llevado a cabo en la década de los 70 por militares de Estados Unidos.

Comenzaba J. J. Benítez hablando sobre 'Están aquí' y relataba que «el día 29 de octubre se publica mi nuevo libro de investigación sobre lo que ocultan los militares respecto al tema ovni en todo el mundo. Ha sido un trabajo de muchos años, mucho esfuerzo y entrevistas con militares y creo que han salido conclusiones esclarecedoras. Desde hace más de 60 años los ejércitos de todo el mundo saben lo que está pasando ya que disponen de 11 naves estrelladas por todo el mundo con sus correspondientes criaturas, y hay libros, fotografías y testimonios al respecto. Con esto se demostraría que el fenómeno ovni por supuesto que es real y que son cientos de civilizaciones no humanas. En estos 53 años que llevo de investigación desde 1972 he calculado que son cientos que nos visitan desde la época más remota que podamos imaginar. Lo siento por los que crean en la Biblia porque para mí es un naufragio y no tiene nada que ver con la historia de Adán y Eva«.

«Es muy difícil que la ciencia se una para investigar el tema OVNI porque sería replantearse toda su historia y eso no lo aceptarían. En el siglo XV o XVI a dos o tres paisanos los quemaron vivos por decir que la tierra se mueve o que la sangre se mueve por el cuerpo. Vivimos en una sociedad enferma y las cosas son como son. Los militares no van a aceptar ni a reconocer que hay otras civilizaciones mucho más avanzadas que ellos. Y ahora el señor Trump pide un 5% más de recaudación para las armas. Hay que estar como una cabra«, apuntaba el periodista y escritor navarro, que también mostraba su vertiente crítica sobre la llegada del hombre a la luna.

Explicaba Benítez que «la cúpula militar de muchos países es un libro de secretos que no vamos a conocer. La gente por ejemplo no sabe lo que pasó en el proyecto Apolo. La conquista de la luna es un gran misterio. Dicen que fue una carrera entre rusos y americanos, un problema de prestigio, y es verdad, pero hubo algo más. Las ondas previas fotografiaron edificios, carreteras, torres, bases... Por eso fueron a la luna y grabaron esas edificaciones, pero es secreto militar. Me quemaba la información en las manos y tenía que sacarla. No tengo derecho a guardarme algo si lo investigo y lo considero interesante para el público. Mi obligación es sacarlo a la luz, pase lo que pase. De hecho, ya tuve un atentado contra mí y entiendo que muchos de mis libros son dinamita y algún día me pueden costar la vida aunque ya hace mucho tiempo que no tengo miedo, sólo a los ordenadores y a las mujeres«.

Al respecto, recordaba una de sus creaciones posiblemente más controvertidas y polémicas: «Por ejemplo, está el tema de mi libro 'Las guerras de Yavé', porque los judíos no olvidan nunca y ahí se plantea el gran timo, el gran fraude del estado de Israel. Cuando uno investiga la arqueología o la historia se da cuenta de que desde hace muchos años los historiadores y los arqueólogos dudan muchísimo de lo que cuenta el Antiguo Testamento, que dice que unos pastores y bandoleros de muchas razas se establecieron al este del delta del Nilo. No eran esclavos. A quienes saca Moisés de esa zona es a los chasus, no a los judíos«.

Retomaba el tema de las cientos de civilizaciones que él piensa que existen y que están ocultas señalando que «nos tropezamos con otro gran problema. Hay más de mil tipos de seres no humanos en mis archivos y yo tengo una pequeñísima parte de la información. Estos seres para poder venir necesitan un avance tecnológico extraordinario y nosotros estamos a años luz de esos viajes y técnicas. Así que según parece estos seres no pueden ponerse en contacto oficial con la humanidad. Sí que puede haber contactos esporádicos que pueden durar días, pero no contactos públicos porque no pueden hacerlo ya que cometerían el mismo error que cometimos nosotros al conquistar América, África o la India. Llegamos y en nombre de la cruz o de la espada destruimos generaciones que en muchos aspectos estaban más civilizadas que nosotros. Si descendieran oficialmente aquí terminaríamos peleándonos entre nosotros. Imagínense que una civilización nos lleva un millón de años y nos dicen que por supuesto que Dios existe pero que no tiene nada que ver con las iglesias. Sería el caos las peleas que se podrían formar entre protestantes, católicos y otros seguidores de otras religiones«.

Un geólogo de Argentina y un médico de Bolivia

También contó ante los asistentes a su charla en la Feria del Libro de Huelva dos asuntos interesantes. «Recuerdo el caso de un geólogo en un pueblo de Argentina. Estaba buscando minerales y de repente vio salir a un ser muy alto de casi tres metros con una escafandra y se estableció una comunicación verbal. En un momento dado dijo que podría haber entrado en su nave y el ser le dijo que podía hacerlo pero que no iba a entender nada porque nos llevaban 50.000 años. Para ellos es muy difícil explicarnos eso«, comentó J. J. Benítez.

Y dejaba otra investigación en el aire indicando que «un señor médico en Bolivia atendió a un individuo y al principio pensó que era un norteamericano que estaba colaborando en apagar un incendio. Venía herido, le cosió y le curó y le tuvo durante 40 minutos sentando en la casita, y cuando salía este individuo le dijo que no se asustara de lo que iba a ver. Vio una nave enorme, como un autobús encima de los árboles y el médico se quedó con una serie de gasas de la sangre de este hombre y es lo que estamos investigando. Yo no tengo derecho a guardarme eso y me pasa con cualquier información que considere de carácter público. Al final del libro que sale en sólo unos días ('Están aquí') cuento parte de este tema pero la sangre se ha llevado a Boston, a Brasil, a Santiago de Compostela y a Madrid y ya se verán las conclusiones y resultados de los laboratorios. Hasta ahora sabemos que no era un varón sino una mujer. El médico nos contó que le parecía muy guapo pero no se atrevió a preguntarle. Y también el laboratorio ha demostrado que esa sangre evita la oxidación, que es el gran problema que tenemos los seres humanos porque contribuye al envejecimiento humano. Han pasado seis años desde el encuentro con ese ser y la sangre sigue roja. Si esto fuera verdad, podríamos contribuir a retrasar el envejecimiento y a curar enfermedades como el cáncer o el alzheimer. Es una historia muy interesante que no tengo derecho a guardarme«.

En cuanto a 'Luz de Tungsteno', explicaba el escritor sobre su argumento que «son 10.101 pensamientos en relación a todo, a muchos temas, desde el amor, la mujer, la guerra, el odio... Este libro nació hace muchos años cuando yo me planteé una cuestión: ¿Las ideas positivas e importantes y que tienen calado son propias del ser humano? Aparentemente la opción es un poco absurda, pero yo le daba muchas vueltas y decidí hacer un experimento. Durante 400 días hace 15 años estuve escribiendo todos los pensamientos importantes, no los domésticos de cada día, que podían llegarme en cualquier sitio, y llegué a la conclusión de que esas ideas no eran mías. Yo las recibía, las escribía, las volvía a leer y no las reconocía como propias. He vuelto a leer el libro en varias ocasiones y sigo pensando que la mayoría de esas ideas no son mías«.

«Me pregunté que si esas ideas y pensamientos no son míos, ¿de quién son? Me llegó una respuesta fulminante. Hay una trilogía de dioses, que la religión les llama la Trinidad. Estarían el gran creador o padre azul, el hijo eterno y el espíritu infinito, no el Espíritu Santo. Cada mente humana es diferente a la del vecino. El dios magnífico está en todo lo animado y lo inanimado. Esto significaría que ese espíritu infinito existiría también en los animales, las plantas y las piedras. A mí todo esto me desborda pero me pareció una idea brillante. Por eso hay que ser respetuoso con todo lo inanimado que nos rodea«, añadía J. J. Benítez

Segundo año seguido en el que J. J. Benítez acude a la Feria del Libro de Huelva h24

Se mostraba bastante crítico con todas las religiones, especialmente con la católica. Al respecto, destacaba en su intervención en la Plaza de las Monjas ante un público entusiasta que le escuchó durante más de una hora y después estuvo también guardando cola a la espera de su firma, que «yo no soy practicante de ninguna religión, gracias a Dios. Tuve la fortuna de darme cuenta de que la religión con la que yo conviví desde pequeño por coherencia no coincidía con mis pensamientos, así que dejé de creer en el catolicismo. No creo en ninguna religión. Todas me parecen negocios, más o menos descarados. La católica es una de las que más. Fíjense lo que hay en el Vaticano. Con todo lo que hay allí dentro podríamos dar de comer a África entera durante cientos de generaciones«.

«El problema de todas las religiones es que seguro que están cargadas de buena voluntad, y de hecho Cáritas o los misioneros dan sus vidas por unas razones extraordinarias, pero de lo que yo dudo es del origen divino de la iglesia católica. A Jesús de Nazaret jamás se le pasó por la imaginación fundar una iglesia. Luego cambiaron los textos de los evangelios en el siglo IV por unos intereses. Aquello se había hecho muy grande y las comunidades necesitaban una disciplina, una liturgia y unas normas y así nace la supuesta iglesia divina y santa«, señalaba convencido el navarro afincado desde hace años con su nueva pareja en El Rompido.

Por último, J. J. Benítez revelaba un detalle anecdótico sobre esta obra presentada en la Feria del Libro de Huelva: «Cuando uno tiene un problema grave y abre este libro por cualquier parte encuentra la solución. Es una curiosidad. Es pura magia y por eso digo que no está hecho por mí porque yo no tengo esa capacidad. Alguien ha dirigido mis pasos, como los de todo el mundo. Lo que pasa es que no nos damos cuenta, y si nos damos lo olvidamos enseguida. Estamos minuciosamente controlados por alguien que está dentro nuestro, no fuera. Esto nos llevaría para mí a pensar en el gran descubrimiento después del de Jesús de Nazaret, y es que dentro de cada cabeza y mente hay una chispa del padre azul, que es el que nos conduce y guía«.

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