ENTREVISTA
Manuel Ángel Vázquez Medel: «Reivindico que un ser tan limitado como el ser humano esté abierto al infinito y a la eternidad»
Literatura y comunicación son los territorios donde ha labrado una prestigiosa carrera este onubense que regresa a su tierra «en el momento de mayor plenitud poética de mi vida» para presentar 'Mágico Poder'
Cree en la poesía auténtica, «escrita con sangre», cargada de esperanza y luz, porque es lo que «nos impulsa a encontrar un sentido a la vida»
Destaca el valor de la palabra como «instrumento del diálogo, del amor, de la amistad, de la concordia» y lamenta que a menudo se emplee para «intoxicar, mentir y suscitar odio» y haya 'infoxicación'
Eduardo Castro y Manuel Ángel Vázquez Medel conversan sobre literatura y periodismo en la Biblioteca de Huelva
Palabras compartidas ante la 'Remota luz'
Huelva24.com inicia con Manuel Ángel Vázquez Medel el serial 'Pensamientos confinados'

En pocos días hará 5 años desde que Manuel Ángel Vázquez Medel (Huelva, 1956) donara casi 14.000 obras a la Biblioteca de la Universidad de Huelva. En este gesto hay mucho de alguien que ha hecho de los libros, de la comunicación y el conocimiento un recorrido vital muy fructífero y que además tiene en palabra y acción su tierra muy presente. Catedrático de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, investigador y escritor, con un buen número de premios y reconocimientos, es de esas personas ante las que mil preguntas se quedan cortas por la amplitud de los campos que siembra, literatura y comunicación. Es alguien con quien merece la pena mucho conversar porque siempre se aprende, con la forma y el fondo de su discurso, enriquecido por la experiencia y un espíritu inquieto, crítico y reflexivo, siempre dispuesto a tamizar la realidad. No habita ninguna elitista torre de marfil modernista y más bien calza zapatos viajeros, con la consciencia de la tierra que pisa y sin dejar de buscar la luz y escrutar las sombras tras ella a través de una mirada bien abierta.
Este martes regresa a Huelva, un camino a Ítaca que realiza muchas veces y últimamente con un libro bajo el brazo. Su incansable alma poética así lo requiere. En 2019 presentó en el Centro de la Comunicación Jesús Hermida 'Remota Luz' y ahora, en el mismo foro, mostrará 'Mágico Poder'(Huerga & Fierro, 2024) este martes 21 de enero a partir de las 19.00 horas. Con Rafael Terán como coordinador y la presentación de la doctora de la Universidad de Santiago de Compostela Margarita García Candeira junto a María del Amor Pérez, catedrática de la Universidad de Huelva, habrá lectura de poemas y diálogo con el autor. No será la última, porque, como aconseja Kavafis, «ten siempre a Ítaca en la memoria» y «pide que tu camino sea largo».
- Regresa a Huelva para presentar su última obra poética 'Mágico Poder' ¿Con qué sentimientos afronta este acto?
- Comenzar este 2025 tan lleno de expectativas en Huelva, en mi tierra, es para mí muy importante. Más aún si esta presencia se debe a la actividad que centra este último ciclo, aunque ha estado siempre presente en mi vida: la creación poética. Que se celebre en el Centro de la Comunicación Jesús Hermida, donde también se presentó mi anterior libro de poemas 'Remota luz' (2019) es una manera de aunar mis dos coordenadas: literatura y comunicación. Además, de rendir homenaje a un gran amigo con el que Huelva tiene una deuda impagable: Rafael Terán. Finalmente, que sean dos compañeras tan extraordinarias como Margarita García Candeira y M. del Amor Pérez las que ofrezcan algunas claves de lectura es todo un regalo. Todo ello me permitirá también abrazar a familiares y amigos.
- ¿Qué puede encontrar el lector en 'Mágico Poder'? ¿Cuál diría que es su mensaje principal?
- Espero que quienes tengan la generosidad de entregarse a la lectura de 'Mágico poder' encuentren momentos de gozo, de intensidad, de reflexión y de emoción, en relación con algunas de las grandes cuestiones de la vida. Su propio título es un homenaje a Luis Cernuda, que decía que «la poesía es el poder mágico que nos consuela de la vida». Y en tiempos de tanta oscuridad como estamos viviendo, necesitamos ese consuelo más que nunca. Por ello quise que la primera parte se titulara 'Semillas de esperanza', para mantenerla viva contra toda desolación.

«Que una poesía auténtica, escrita con nuestra propia sangre, impulse poemas para la esperanza, aunque nuestros sueños no lleguen a cumplirse. Eso nos da una especial fortaleza»
- En 'Turris Fortíssima' evoca una serie de acciones mientras el mundo se derrumba ¿Es más difícil que nunca posicionarse ideológica y socialmente en tiempos de polarización, de extremos y constantes apocalipsis o todo lo contrario?
- Este poema -al que, por cierto, ha puesto música nuestro paisano Jesús Albarrán- me fue sugerido por el título de un libro de uno de nuestros grandes poetas, Juan Cobos Wilkins: 'El mundo se derrumba y tú escribes poemas'. Pensé que, si el mundo se derrumba, la poesía es más necesaria que nunca. Como los músicos del Titanic, tenemos que seguir tocando hasta que el barco se hunda. Pero si fuera posible, que nuestra palabra lo salve de su hundimiento. Por eso reclamo que elevemos torres de palabras, que levantemos puentes de papel: para ir hacia lo alto, para unir. Que una poesía auténtica, escrita con nuestra propia sangre, impulse poemas para la esperanza, aunque nuestros sueños no lleguen a cumplirse. Eso nos da una especial fortaleza. Por otra parte, creo que hoy es más necesario que nunca mantener con integridad principios y valores que dan sentido a la vida compartida. Por ello animo a que caminemos siempre hacia horizontes de verdad, de bondad, de belleza. Si lo hacemos, prevalecerá lo que nos une, más que lo que nos confronta y separa.

- En 'Las justas', donde menciona a Virginia Woolf, las mujeres son protagonistas ¿Por qué cree que cuesta tanto que la igualdad plena sea una realidad indiscutible?
- El poema 'Las justas' es el reconocimiento de que este mundo se sostiene gracias a las mujeres. A todas aquellas mujeres que, con un pequeño gesto, haciendo lo que tienen que hacer, están salvando el mundo. Por supuesto, es un tributo al poema 'Los justos' de Borges, pero muy en clave de defensa de la dignidad y de los derechos que tienen todas las mujeres.
«Sin dignidad de las mujeres quienes hemos nacido hombres somos indignos»
Porque sin dignidad de las mujeres quienes hemos nacido hombres somos indignos. Y porque sin derechos plenos de las mujeres los hombres no tenemos derechos, sino repugnantes privilegios. Y, sin duda, es duro renunciar a los privilegios, reconocer que siglos de misoginia, de aversión, maltrato y rechazo a las mujeres han sido lo peor de nuestra humanidad. Pero, como he dicho, nuestra dignidad nos va en ello. Todos los seres humanos, desde nuestras enriquecedoras diferencias, somos iguales en tanto que seres humanos.
- 'En Palabra y Vida' la palabra es como un don colectivo ante el que es imposible quedar intacto ¿Cree que hay una infrautilización de su uso, de la comunicación como elemento básico de paz, de salud y justicia?
-Todo el libro 'Mágico Poder' está cruzado por el amor a la palabra, morada del ser, casa de tiempo y de silencio que da al río de la vida (Juan Ramón Jiménez). La palabra es lo que nos hace humanos y nos proporciona esta singular conciencia entre los seres vivos. Y es lo que nos permite alcanzar las más altas cimas de belleza. Es el instrumento del diálogo, del amor, de la amistad, de la concordia…
«Es extraordinariamente grave que las palabras se utilicen para intoxicar, para mentir, para suscitar odio y discordia»
Por ello es extraordinariamente grave que las palabras se utilicen para intoxicar, para mentir, para suscitar odio y discordia. Yo creo en el papel curativo, terapéutico de la palabra, y por ello lucho contra su utilización como instrumento de destrucción, de mentira, de mal… La paz individual y colectiva, el equilibrio en la salud de nuestro cuerpo y nuestra mente, pero también el equilibrio social que exige la justicia, necesitan la palabra, «arma cargada de futuro», como la denominó Celaya. Esa palabra que, junto con la paz, pedía Blas de Otero.
- El concepto de esperanza está muy presente en las páginas de 'Mágico Poder', así como el de luz. ¿En qué considera que se materializan en la realidad cotidiana de una forma más rotunda?
-Me gusta decir que las llamadas «virtudes teologales» por los creyentes -la fe, la esperanza y el amor- son también las fuerzas más poderosas para cualquier ser humano, sea creyente, agnóstico o ateo. ¿Se puede vivir realmente sin creer en algo y en alguien? ¿Sin amar? ¿Sin esperar algo? Creo que no. Porque lo humano no consiste solo en vivir, sino en encontrar un sentido a la vida, una luz que nos guíe, que nos permita salir de la oscuridad en que muchas veces nos encontramos. Hablo de esperanza y de luz en términos concretos y materiales, pero también de su fuerza simbólica que nos impulsa a encontrar un sentido a la vida. Tal vez la respuesta a tu pregunta sobre la presencia de la esperanza y la luz en la vida cotidiana sea el poema 'Las justas'. Cuando alguien hace lo que tiene que hacer, cuando tiende la mano para ayudar y sostener a otro, cuando ama, está sosteniendo la esperanza y contribuyendo a que la luz pase a su través.
- Como contrapunto a la esperanza escribe un verso absoluto que dice «¿engullirá la nada / el misterio imposible de haber sido / los objetos y el tiempo, / el dolor y el placer que acontecieron?… Y sin embargo, en otro poema expresa «La inmensidad del mar / bajo la inmensidad del cielo nos hace descubrir / la inmensidad eterna / de nuestro espíritu / capaz de percibir tanta belleza». ¿Qué pesa más en su balanza interior?
-Es una reflexión muy importante, que me permite dar una clave a los lectores, aunque creo que cada lector debe apropiarse a su manera de lo escrito, que no nos pertenece. Procuro no ser nada dualista ni excluyente en mi poesía, creo que las cosas no son o buenas o malas, o blancas o negras… Toda luz termina proyectando sombras y no creo que haya nada tan oscuro sin una chispa de luz en su interior. Por ello procuro que afrontemos con valor y hasta con ilusión toda nuestra vida, que siempre culmina, se consuma, en la muerte.
«Procuro que no tengamos miedo a la muerte, sino amor a la vida»
Procuro que no tengamos miedo a la muerte, sino amor a la vida. Y que, más allá de las creencias, no estemos tan seguros de que sabemos qué es todo y qué es nada, qué es vacío y qué plenitud. No deja de ser curioso que los seres humanos hayamos llegado a crear conceptos y palabras para realidades que no podemos entender (especialmente todo o nada, plenitud o vacío, absoluto, infinito, ser…). Pero me parece que ahí está el punto de fuga. Y por ello de alguna manera reivindico que un ser tan limitado como el ser humano esté abierto al infinito y a la eternidad. Creo que vivir vale la pena desde unas mínimas condiciones que deberían tener todos los seres humanos.
- ¿En qué momento creativo y poético se encuentra? ¿En qué cosas, lugares y momentos encuentra más inspiración?
-Tras la publicación de mi tercer libro, que permite ya tener un cierto perfil de mi camino poético con 'Pájaro de la noche' (1993), 'Remota luz' (2019) y este 'Mágico poder' (2024), creo que me encuentro en el momento de mayor plenitud poética de mi vida. Plenitud que vivo, sobre todo, como lector, haciendo míos los grandes poemas de la historia de la Humanidad como el Cántico espiritual de Juan de la Cruz; Elegías de Duino, de Rilke; Tabaquería, del heterónimo de Fernando Pessoa, Álvaro de Campos o Espacio, de nuestro Juan Ramón Jiménez, por citar solo unos pocos. En ellos, además de las pequeñas cosas de la vida encuentro mi inspiración.
«Estoy viviendo un momento feliz para la escritura. Me he llevado toda la vida escribiendo poemas y publicando muy poco o casi nada, por una fuerte autoexigencia»
Pero también estoy viviendo un momento feliz para la escritura. Me he llevado toda la vida escribiendo poemas y publicando muy poco o casi nada, por una fuerte autoexigencia. Ahora ya no me queda mucho tiempo, y creo que -sin abandonar otras aportaciones, más en escritura ensayística que en investigación- debo dedicarme a la poesía. Por ello estoy rescatando mis dos primeras décadas de creación con una antología muy exigente, 'Palabra que amanece' (1973-1993) y espero dar en 2025 a la imprenta el libro 'Paisajes de la duda', que es muy especial para mí, del que ya hay testimonios en esa preciosa revista de nuestra tierra' ConDados de Niebla', desde los años noventa, y que he seguido escribiendo hasta hoy.
- ¿Qué papel debe desempeñar la poesía en la sociedad actual o quizás se le pide demasiado a algo que anida de una forma tan particular en cada uno?
-Vivimos en un momento de una gran diversidad poética, en el que los escasos lectores de poesía comienzan incluso a perder su capacidad crítica. Pero creo que la poesía, no solo la forjada con palabras, también la música, las artes plásticas y visuales, es más necesaria que nunca para que no olvidemos de dónde venimos, dónde estamos y hacia adónde vamos. Para vivir con intensidad. Por supuesto, hablo de una poesía que es vivida de forma diferente por cada lectora, por cada lector, que son también co-creadores de la belleza.

«Nunca se ha llegado tan lejos en las mentiras, las medias verdades y los sesgos como en los últimos tiempos. Hasta el punto de que se ha tenido que crear un neologismo, infoxicación»
- Es profesor de la Facultad de Comunicación de Sevilla ¿Qué le produce echar un vistazo a las noticias?
-Auténtica desolación. Nunca se ha llegado tan lejos en las mentiras, las medias verdades y los sesgos como en los últimos tiempos. Hasta el punto de que se ha tenido que crear un neologismo, infoxicación, para referirnos a esa perversa intoxicación informativa que en la actualidad encontramos en muchos medios. Pero también quiero subrayar la existencia de muchos periodistas, mujeres y hombres, honrados, con un alto sentido ético y deontológico. Me siento muy orgulloso de que precisamente haya en Huelva un reconocimiento para quienes se mantienen en el horizonte de la veracidad que exige nuestra Constitución, el Premio Ángel Serradilla.

Por eso para mí fue un honor recibirlo en 2018, según decía en sus palabras grabadas: «por su compromiso intelectual, ético y social en defensa de la ética, el periodismo y la libertad de expresión». Soy de los que piensa que sin buenos periodistas no hay periodismo digno, y sin buen periodismo no hay democracia.
- ¿Con qué conceptos, valores y habilidades más importantes cree que deben salir de la facultad los graduados?
-Que nuestros estudiantes adquieran claves de la historia, la teoría y la tecnología de la comunicación es muy importante. Pero lo es más que tengan una mente abierta y crítica, que se fomente la creatividad y la capacidad de diálogo. Y, sobre todo, la ética profesional. Para quienes cínicamente dicen que ya el periodismo ha pedido sus tres funciones de informar, formar y entretener, y ya solo es espectáculo y confirmación de lo que cada cual quiere pensar, recuerdo que quien no informa desinforma, que quien no forma deforma y quien no entretiene nos provoca el tedio que es de lo que más habría que huir según Baudelaire.
- Hace ya unos cuantos años, en su juventud-1973-, fue procesado por escribir una carta abierta a los estudiantes de Huelva en defensa de la democracia y la libertad. Si tuviera que escribir una carta parecida hoy día, ¿cómo sería?
-Primero es necesario recordar que nuestro país, hace algo más de medio siglo, era una dictadura. Y que quienes amábamos y defendíamos la libertad y la democracia nos podíamos encontrar con la terrible represión del Tribunal de Orden Público, que nos procesó a Gabriel Travé, Luis Miguel Arroyo y a mí, -tenía 16 años- por un escrito, una 'Carta abierta a los estudiantes de Huelva'. Y que por ello se nos pedía 6 años de cárcel. Hoy, afortunadamente, vivimos en una democracia, imperfecta, tocada por la corrupción, muy polarizada y falta de diálogo. Pero los problemas de la democracia solo se arreglan con más democracia, profundizándola, promoviendo el diálogo y el consenso. No volviendo a ningún autoritarismo o totalitarismo, como amenazan muchos lugares del planeta en nuestros días.
«Diría a nuestros estudiantes es que abran los ojos, que contemplen la realidad, que comprueben y verifiquen las noticias, que se fortalezcan con un pensamiento crítico y creativo, que sean dialogantes»
Lo que hoy diría a nuestros estudiantes es que abran los ojos, que contemplen la realidad, que comprueben y verifiquen las noticias, que se fortalezcan con un pensamiento crítico y creativo, que sean dialogantes… Porque, como dice el gran Emilio Lledó, para que haya libertad de expresión debe haber libertad de pensamiento.
- ¿Comparte la visión negativa de muchos acerca de las redes sociales y la inteligencia artificial o cree que a menudo se las demoniza sin atender sus aspectos positivos?
-Partamos de un hecho incontestable: las redes sociales y el desarrollo de la Inteligencia Artificial, con muchos otros avances en la genética y las neurociencias, marcan un antes y un después para la Humanidad, nos guste o no nos guste. Estamos viviendo un momento de transformación de lo humano, de 'transhumanización'. A partir de ahí, me gusta decir que no debemos ser ni tecnófilos acríticos, ni tecnófobos. O, como decía mi admirado Umberto Eco, ni apocalípticos ni integrados.
«Los grandes hallazgos tecnológicos pueden ser utilizados para construir o para destruir, y en estos momentos, parece que el balance es bastante negativo y augura malos presagios»
Los grandes hallazgos tecnológicos pueden ser utilizados para construir o para destruir, y en estos momentos, parece que el balance es bastante negativo y augura malos presagios. Pero, lo vuelvo a repetir, somos los seres humanos los que debemos controlar críticamente y aplicar éticamente nuestros logros y avances. Hay que atender los argumentos de Byung Chul Han, para no quedar «quemados» en la sociedad del cansancio; las reflexiones de Hartmut Rosa sobre el exceso de la aceleración y procurar momentos de 'resonancia' que den auténtico sentido a la vida; las advertencias de Yuval Noah Harari sobre las graves consecuencias de no controlar las redes y procesos de la Inteligencia Artificial. Pero también, aprovechar el impulso de las redes para unir, para dialogar de verdad, para construir ese espacio común colaborativo.

- No dejan de producirse inventos y descubrimientos, pero ¿considera que puede existir alguna creación humana más importante y transcendente que el lenguaje en su vertiente escrita y hablada?
-Mi primera consideración es que la palabra, la capacidad de lenguaje es la más poderosa de todas las tecnologías humanas: con ella podemos llegar al interior de alguien y modificar sus pensamientos y sus sentimientos. Sin ella, posiblemente, no hubieran sido posibles otros hallazgos y descubrimientos. Por ello suscribo las palabras con que comienza el evangelio de Juan: «En el principio era la palabra». Al menos, para el principio de lo humano, sí. Si desapareciera la palabra, su potencial simbólico, desaparecería también lo humano.
«No debemos caer en localismos: llevar lo nuestro a lo Universal. Raíces sí. «Raíces y alas. Pero que las alas arraiguen y que las raíces vuelen», como decía Juan Ramón»
- Ha tenido la oportunidad de viajar mucho, por trabajo y ocio. ¿Qué cosas le han recordado a Huelva lejos de aquí y qué no ha podido encontrar en ningún lugar que no sea en su tierra?
-Yo nací y viví mi infancia y primera juventud en una Huelva que poco tiene que ver con la actual, que ha crecido mucho y bien. A pesar de ello, y de los tiempos sombríos de los años cincuenta y sesenta, en los que ya todo comienza a cambiar, recuerdo de mi tierra su luz, los cabezos, las aguas de la ría -así lo expresé en mi poema «En las orillas inmensas de la vida. Ría de Huelva»-, los lugares hermosísimos de la provincia -que para resumir cifro en Moguer y en Aracena-, pero sobre todo sus gentes. Huelva tiene gente extraordinaria. Es su mayor activo, y no puede perderlo ni malograrlo. Y, sobre todo, no debemos caer en localismos: llevar lo nuestro a lo Universal. Raíces sí. «Raíces y alas. Pero que las alas arraiguen y que las raíces vuelen», como decía Juan Ramón. En estos momentos Huelva vive un gran momento de fecundidad creativa que todos, más allá de las naturales discrepancias, deberíamos apoyar.



- Estamos en días cercanos al día de San Sebastián y la entrega de las Medallas de Huelva, acto que bien conoce porque fue reconocido como Hijo Predilecto en 2022. ¿A quién le daría una medalla de la ciudad?
-Ese es uno de los momentos más hermosos de mi vida. Que te reconozcan en tu tierra es muy importante. La verdad es que tenemos la inmensa fortuna de tener personas extraordinarias para ser reconocidas con la medalla de la ciudad. En esta misma entrevista han aparecido algunos nombres que, con justicia, deberían tenerla. Pero si me permites, mencionaré expresamente a Jaime Montaner. Creo que todo lo que ha hecho por Huelva y por la provincia, su papel decisivo como primer Presidente del Consejo Social de la Universidad de Huelva, lo merece.