gastronomía
Edu Míguez, chef de Las Meigas, anuncia nueva apertura: «Nos vamos a acercar a donde está la vida de Huelva, al centro»
El histórico restaurante cerraba el pasado 31 de julio, pero no es un punto y final. Sus actuales responsables desembarcarán en los próximos meses en un nuevo local
«En los últimos 10 años ha habido muchos proyectos gastronómicos interesantes que han cerrado en Huelva»
Decir Las Meigas en Huelva no es hablar de esas brujas que parió la mitología gallega. Las Meigas es el nombre de uno de los restaurantes con más solera de la capital. Hasta cuatro generaciones de onubenses se han sentado a comer en el local de la avenida Guatemala hasta el pasado 31 de julio, cuando dieron su último servicio. Se despedían de manera discreta, sin hacerlo público. Tan sólo el entorno más próximo al chef Edu Míguez y a su hermana Sara, responsable de sala, sabía que aquella había sido la última noche de Las Meigas, una marca con medio siglo de historia. Pero ¿sería el final definitivo? El cocinero atiende a Huelva24 en el mismo restaurante que lo vio crecer como persona y profesional de los fogones, y nos confirma la noticia más esperada por los parroquianos de la casa y para la gastronomía de la capital.
-Antes de nada, decidir echar el cerrojo a un negocio con 50 años no tiene que ser una decisión fácil.
-La decisión llevaba tiempo fraguándose porque fácil no ha sido. Al final, uno tiene que ver esto como una empresa. Y los negocios están sujetos a cambios sociales. Históricamente este restaurante ha estado orientado a grupos grandes, comidas de empresa... De un tiempo a esta parte, sobre todo desde el COVID, el cambio de mentalidad de las personas han hecho que Las Meigas necesiten de alguna forma evolucionar. Igual que cambiamos de negocio en el 92, llevando 20 años abiertos ya, cuando nos mudamos de lugar, pues ahora nos encontramos ante un tercer cambio, básicamente.
-O sea que hay vida por delante para Las Meigas.
-Hay vida para Las Meigas, efectivamente. Hasta ahora estábamos, por una parte, muy contentos con lo conseguido desde que mi hermana y yo tomamos la rienda oficialmente, allá por 2018. Pero nos faltaba otro pasito más para poder disfrutar realmente de esto. Y en esas andamos.
-¿Estamos hablando de un nuevo local?
-Nos vamos a acercar, digamos, a donde está la gente, a donde está la vida de la ciudad, al centro.
-¿Tenéis ubicación ya cerrada?
-Estamos con negociaciones. Hay mucho local disponible en Huelva a día de hoy y la verdad es que estamos perfilando para irnos a la opción que mejor nos convenga. Pero nos vamos a acercar al centro.
-¿El cambio de ubicación es lo que más ha pesado en la toma de decisión?
-Sin duda. Ubicación y apertura a la calle, a través de la terraza, es lo que busca la gente. Se está concentrando todo en el centro de Huelva. Esto no es Madrid que tiene millones de personas cruzando por las avenidas. El público quiere que haya ambiente y en esta ciudad para que haya ambiente se tiene que concentrar todo en seis calles. Es fundamental para un negocio hoy en día tener rotación y abrirte a nuevos clientes. Una buena ubicación, ayuda. Hemos escuchado a nuestros clientes muchas veces que les encantaría tener Las Meigas más cerca. Pues ha llegado el momento.
-¿Mantendréis el nombre? Porque es un marca muy consolidada.
-Eso también lo estamos meditando. Las Meigas está muy vinculada, no solo a un tipo de cocina, que puede ser que sí, aunque eso es lo que menos trabajo nos ha costado evolucionar en los últimos años. Está vinculada, sobre todo, a un concepto demasiado clásico, en una época en la que quizás se recubría esto con un halo de elitismo. Y sobre todo está muy vinculada a mi padre y a Alonso (por José Alonso, el otro fundador del restaurante). Estábamos invirtiendo demasiadas energías en revertir esa imagen. Por lo tanto, igual ya no merece la pena mantener la marca.
«Las Meigas está muy vinculada a un concepto demasiado clásico, que recubría esto con un halo de elitismo. Estábamos invirtiendo demasiadas energías en revertir esa imagen»
Edu Míguez
Chef de Las Meigas
-¿Empezar desde cero?
-Lo que nosotros tenemos pensado para esta nueva etapa no es una continuación, es un cambio. Sí que es verdad que se mantienen los valores, que se va a mantener lo que hemos aprendido, la hostelería que llevamos dentro, porque eso no se va a perder nunca. Pero necesitamos enfocarlo al siglo XXI, atraer un público... No sé si más joven, porque el público que nosotros tenemos actualmente se adapta súper bien a la gastronomía que queremos plantear.
-¿Qué cocina queréis hacer en esta nueva etapa?
-Una cocina de proximidad, de producto onubense, pero adaptada a elaboraciones más modernas. Es aprovechar la despensa que tiene Huelva y crear conceptos mucho más actuales, mucho más frescos; conceptos de cocina internacional que se sabe ya desde hace mucho tiempo que no son modas, sino que están aquí para quedarse. Conceptos como crudos, como elaboraciones mucho más desenfadadas. Huir un poco de ese clasicismo aunque algunas de nuestras señas de identidad se van a mantener.
-¿Como cuáles?
Por ejemplo, cosas muy de Las Meigas, como las cocochas, el bacalao al pilpil y guisos que no pueden faltar como los callos. Pero queremos abrir el abanico a productos más fresquitos, más dinámicos, más desenfadados. Nos encantaría darle mucho protagonismo a la que para nosotros es la reina de los pescados de Huelva, que es la corvina. Es un pescado que ya está muy afianzado en Huelva, pero nos parece que tiene mucho más recorrido que la clásica receta de los tacos de corvina a la plancha, sin desmerecer, por supuesto, ese plato que es una maravilla.
La entrevista se interrumpe por un instante porque en ese preciso instante llega una pareja de clientes habituales que acababan de enterarse del cierre y han entrado a preguntar. No sabían aún que habrá pronto un nuevo local. Edu les atiende cordialmente.
-¿Tienes miedo a perder esa fidelidad si te cambias de ubicación?
-Creo que no, porque lo que estoy recogiendo de todos los clientes, como acaba de pasar aquí ahora mismo, es que nos esperan. La frase de todos es que están deseando enterarse qué va a pasar con nosotros. Eso nos confirma que estamos tomando la decisión correcta.
-¿Cómo se ha tomado uno de los fundadores este cambio de aires?
-Mi padre ha participado en todo el proceso de toma de decisión. No es algo que le haya pillado de sorpresa. Él lo entiende perfectamente.Es una persona que lleva 68 años en la hostelería y él también en su momento tomó decisiones de este tipo, y se tiró a la piscina.

-La noticia del cierre se conoció hace unos días a través de un comunicado de prensa, pero el último servicio fue hace más de un mes y nadie lo supo. ¿La clientela se marchó ese día sin saber que estaban poniendo punto y final a esta historia?
-Efectivamente, decidimos no comunicarlo. Fue el jueves 31 de julio. Nos habíamos planteado anunciarlo, pero nos dijimos dónde metemos a más de 600 personas que son todas las que nos gustarían que estuvieran en este local...y al final, no dijimos nada hasta la nota de prensa.
-¿Y tras echar la baraja aquella noche?
-Fue como un día normal, te vas para casa y como todavía no está reposado, la pena nos entró después aunque al ser algo tan meditado, lo teníamos más interiorizado.
-Dos momentos inolvidables de esta etapa ya finiquitada.
-Por un lado, la apertura después de la reforma en julio de 2018. Como todas las reformas, fue una tortura medieval y cuando inauguramos fue como una liberación. Ese año fue súper guay porque salió todo como estaba pensando. Otro momento clave fue cuando mi padre dio un paso al lado ya definitivo y le dio el relevo a mi hermana en la sala, en 2017 aproximadamente. Ese momento también fue como ahora, sientes que te quitan el paraguas y te lanzas.