Edu Míguez, chef de Las Meigas: «En los últimos 10 años ha habido muchos proyectos gastronómicos interesantes que han cerrado en Huelva»
El cocinero del último cierre sonado de la restauración onubense es optimista a pesar de todo porque cree que se vive un momento de cambios que invita a «meterse en fregaos»
Edu Míguez, chef de Las Meigas, anuncia nueva apertura: «Nos vamos a acercar a donde está la vida de Huelva, al centro»

La reinvención anunciada del restaurante Las Meigas es un movimiento más que se suma a otros que se han producido en los últimos meses en el universo gastronómico de Huelva. El cocinero Edu Míguez, chef del reconocido restaurante que cerró sus puertas hace un mes, es optimista y siente que hay un momento de cambios que incentiva la creación y la apertura de negocios. Pero también es consciente de las limitaciones del mercado y recuerda proyectos fallidos de enorme valor gastronómico, pero que no alcanzaron el umbral de la rentabilidad.
-¿Cómo definirías el momento gastronómico actual de Huelva?
-La hostelería vive un momento de cambios, sobre todo derivados del final de una generación. No solo en cuanto a la propiedad de la hostelería clásica como ocurrió en nuestro caso hace unos años, cuando mi padre nos dio el relevo. Ahora hay otros de su época que han seguido su camino. También hay un cambio generacional total en la clientela. Cuando hay cambios suele ser un momento bueno para meterse en fregaos e invertir.
-Un referente que hayais tenido próximo para decidir reinventaros.
-Voy a nombrar a un compañero muy concreto, porque además creo que era prácticamente compañero de barrio como es Zancolí. Estaba aquí al lado, y también se desplazó al centro de Huelva. Vimos a un vecino hacer algo que estábamos nosotros dudando si hacer o no, y nos animó. La ubicación para nosotros estaba empezando a ser un hándicap grande y alguien nos demostró que sí era viable cambiar. No nos lo pensamos más.
-¿Qué crees que le falta a la Huelva gastronómica?
-Le falta un poco de variedad. Pero es que eso hay que matizarlo porque no es por culpa de los hosteleros. Falta variedad porque quizá la clientela está un poco encorsetada. En Huelva viene todo el mundo a buscar cuatro o cinco cosas muy concretas y no se atreve a salirse de eso. Por eso es un poco triste que aquí en Huelva ha habido en los últimos 10 años un montón de proyectos gastronómicos súper interesantes y al final todos han tenido que cerrar.
«Huelva es muy pequeña y al final somos los mismos prácticamente los que rotamos por los restaurantes y los bares. Y claro, todos los días no vas a comerte un menú degustación»
-¿Falta a lo mejor cultura gastronómica en la sociedad onubense?
-Fíjate que yo creo que no, que el onubense tiene bastante cultura gastronómica. Lo que pasa es que como somos muy pocos, no hay porcentaje de clientes curiosos para abrirse a nuevas experiencias. Esto tiene que ver con la población. Huelva es muy pequeña y al final somos los mismos prácticamente los que rotamos por los restaurantes y los bares. Y claro, todos los días no vas a comerte un menú degustación súper extraño. A Huelva le falta variedad porque le falta turismo o gente de paso. Nosotros los hosteleros podemos apretar de cierta forma para mejorar eso, pero ahí tiene que ser un esfuerzo común de todo el mundo.
-¿Gastronomía como revulsivo para atraer turismo?
-Totalmente. La gastronomía puede ser un foco de interés sin ninguna duda. Y yo creo que se puede conseguir. Al final la gente le gusta comer y viene a buscar cosas a Huelva porque sabe que hay un producto de calidad.
-¿Y esa excelencia en origen con productos de prestigio internacional puede pesar a la hora de innovar en la cocina?
-Estoy de acuerdo con eso. Es verdad que aquí hay mucho público que te dice: «no me lo vayas a estropear». Los restauradores sí que tenemos pendiente hacer una labor un poco más de promoción, de pedagogía para hacer ver que no solo no se está estropeando ese producto, sino que a lo mejor incluso lo estamos mejorando con determinadas elaboraciones.
-Algo de todo lo que estamos hablando influye para que Huelva esté huérfana de Estrella Michelín desde que cerró Xanty Elias Acánthum en 2021.
-Sí, yo creo que va de la mano. Los proyectos como fue el de Santi, Puro Chup Chup o Almenta eran muy chulos. Pero no tenían una rotación, un volumen diario suficiente para hacer proyectos sostenibles y poder crecer. Es una pena y eso sí que es una asignatura pendiente la verdad.
-En esta nueva etapa que se presenta, ¿qué me podría en la mesa para comer?
-Pues ofrecería dos cosas para que se entienda un poco cómo van de la mano lo clásico y lo moderno. Es la idea que queremos plasmar en el nuevo proyecto. Por un lado, haría unos callos a la madrileña clásicos sin tocar nada; espectaculares, de estos que te tomas media barra de pan y se te quedan los labios pegados. ¿Eso se puede cambiar? ¿se puede evolucionar? yo creo que no es necesario. Pero después cogería unos buenos alistados, unas buenas gambas blancas de Huelva y lo haría con un aguachile con aires mexicanos. Una receta para que cuando entres a 40 grados en la calle y te lo tomes con una buena manzanilla fresquita, sientas que nadie ha estropeado ese producto (ríe).