La casa de los Sierra
La casa de los Sierra en Moguer rezuma deporte por cada metro de su céntrica vivienda en la localidad. Hoy no será un día normal, porque el mayor de los hermanos les concentrara a todos alrededor de la pequeña pantalla para ver la evolución de su hijo José Manuel frente a un equipo de daneses musculados y con pinta de vikingos todos.
Ya nos largaron del Mundial para ser ellos protagonistas de una final apasionante frente al combinado francés que perdieron en la prorroga. Pero este Europeo ha repartido las opciones para los cuatro equipos por igual que han llegado a las semifinales en la presente edición que se está celebrando en Serbia.
Los serbios, llevados en volandas por su público, confiarán en Stanic o Cutura y los croatas confían en Alilovic o el mago. Y nosotros merendaremos viendo como Hansen, Lindbergh, Eggert o Lindan intentan fulminar la resistencia española con Aguinagalde, Guardiola, Gurbindo, Romero o Quillo, el portero de Moguer, como cuentan los comentaristas, magníficos, de Teledeporte.
Si Sierra padre está leyendo este artículo le diré que vaya por algo de mosto de la taberna de Juan Venegas y prepare unas carnecitas bien hechas para ver el partido y que suelte amarras gritando un par de veces ¡Pasivo, Pasivo! Que es el que más corea en los partidos del Pan Moguer.
Ahora Quillo tiene en sus manos la posibilidad de detener ese siete metros o como mucho que el balón vaya a la madera, como decía Luis Miguel López, otrora comentarista de televisión, y llevar junto a JJ Hombrados a su equipo a la final. Pasado este trámite nos merendamos seguro al que nos toque para que el comentarista de la tele cuando hable diga aquello de tenemos un campeón de Europa en balonmano, un campeón nacido en Moguer.
